Acqua Fragile y «Moving Fragments»: Eclecticismo a raudales
En el panorama del rock progresivo italiano de los años 70′, Acqua Fragile es una rara avis.
Emergió como una banda muy singular, fusionando influencias británicas de bandas como Gentle Giant y los primeros Génesis, con su propio estilo distintivo lleno de vericuetos eclécticos, digamos, más avant garde que estrictamente melódicos, lo que los hizo inmediatamente menos accesibles, y por lo mismo, bastante más oscuros y menos conocidos. Formados originalmente en 1966 bajo el nombre de «Gli Immortali», la agrupación pasó por varias transformaciones antes de adoptar su identidad definitiva como Acqua Fragile.
Con Bernardo Lanzetti en la voz, Gino Campanini en la guitarra, Piero Canavera en la batería, Maurizio Mori en los teclados y Franz Dondi en el bajo, Acqua Fragile comenzó a ganar reconocimiento en la escena musical italiana. Sin embargo, fue su encuentro con Franco Mamone, el manager de la Premiata Forneria Marconi (PFM), lo que realmente impulsó su carrera.
Bajo la tutela de Mamone, Acqua Fragile aprendió del quehacer financiero de la banda y su estrategia de internacionalización de carrera (Manticore de ELP mediante), incluyendo el escribir y cantar las letras en inglés. Gracias a esto, compartió escenario con prominentes bandas de rock progresivo, como Soft Machine, Uriah Heep y los mismos Gentle Giant durante sus correspondientes giras italianas.
Su álbum debut homónimo, lanzado en 1973, capturó la atención de la audiencia más de nicho con su estilo influenciado por dichas bandas británicas y con voces en inglés, algo muy inusual para la escena musical italiana de la época. El color y la impresionante potencia de la voz de Bernardo Lanzetti, una suerte de «Roger Chapman (Family) operístico» por llamarlo de alguna forma; dio que hablar en los circuitos del país de la bota.
El siguiente álbum, «Mass Media Stars» (1974), amplió su alcance al mercado estadounidense, pero a pesar de su aclamación crítica, vendió poco y la banda optó por disolverse. A pesar de estos contratiempos, el legado post-Acqua Fragile perduró a lo largo de los años, con miembros como Lanzetti, Dondi y Canavera continuando sus carreras musicales. Bernardo en particular conseguiría aún más fama internacional con su arribo a la PFM, donde dejaría su gran voz en «Chocolate Kings» (1976), «Jet Lag» (1977), y «Passpartù» (1978), antes de sumergirse en una carrera solista muy local.
Después de décadas separados, el regreso de Acqua Fragile en 2017 con «A New Chant» marcó un emocionante capítulo en su historia. Con nuevos miembros y una energía renovada, la banda demostró que su espíritu creativo seguía ardiendo con fuerza.
En diciembre de 2023, tuvimos de forma demasiado «silenciosa» para nuestro gusto, el lanzamiento de «Moving Fragments«, un ecléctico disco de 41 minutos de duración, trabajado durante todo el año; repleto de grandes momentos por parte de la actual banda: Estos son el mismo Lanzetti en voz, guitarra y «Glovox», el cual es un curioso «instrumento» que consiste en un guante electrónico que logra captar las vibraciones de sus cuerdas vocales mientras se agarra el cuello y los convierte en sonidos (!). Además del legendario Bernardo, sé encuentran Stefano Pantaleoni en teclados, Claudio Tuma en guitarras, la voz femenina de Rosella Volta, y los históricos Franz Dondi en bajo y Piero Canavera en baterías, percusiones y coros; más varios músicos invitados.
Las canciones de «Moving Fragments»
«Her Shadow Tortures» comienza de forma misteriosa con olas de mellotron que se acercan amenazantemente, más algunos pincelazos de sintetizador de Pantaleoni, quien es uno de los músicos que más se lucirá en este trabajo. Entra la voz de Lanzetti para terminar de decorar un logrado paisaje sombrío que no le sobra un solo minuto. Gran forma de abrir el trabajo.
«White Horse in a Dop» es un heavy prog rock muy a la usanza de los primeros trabajos de Acqua Fragile, más el canto amargo al unísono de Lanzetti y Volta, con un coro muy inesperado y desencajado que le agrega más de esa «rareza» tan típica de estos italianos.
Arriba la pieza homónima con un sonido diametralmente opuesto: Una pieza avant garde llena de motivos electrónicos que nos recuerdan a cosas del actual Steven Wilson, aunque con la incorporación de un sinte a la vieja usanza que se nos antoja, quizá, «poco integrado» al contexto de la pieza y su modernidad. Aun así, Acqua Fragile no tiene miedo de sonar más «actual» y experimentar, lo que siempre se agradece.
«Malo Bravo» nos hace retroceder a los 70′, con una lograda pieza dramática cuasi «Opeth actual», llena de mellotrones siniestros y una performance inmensa de Lanzetti, quien, a pesar de sus 75 años, sigue manteniendo una voz cuasi intacta. Tener sus magníficos alaridos con ese vibrato característico en medio de pesados riffs es simplemente un regalo a los sentidos.
«IA Inteligenzia Artificiale» tiene todo el dramatismo de los primeros Genesis, unida a una letra absolutamente actual, que entre acertados intercambios de roles con Rosella y buenos intermezzos calmos sinfónicos, se revela como una pieza que hará las delicias de los amantes del rock progresivo más clásico.
«Black Drone» es casi un Van Der Graaf Generator a la italiana, mezclado con Jethro Tull, con el invitado de David Jackson en el saxofón y la flauta, generando un ominoso pasaje digno de los comandados por Hammill. Aunque es algo derivativa, es totalmente disfrutable.
«DD Danz» no habría desentonado en «The Raven that Refused to Sing» con sus siniestros pasajes instrumentales y oscuros mellotrones, para desembocar en la mucho más alegre «Il Suono Della Voce«, con esa intro que nos recuerda inmediatamente a la de «Canario» de ELP. Curiosamente, parece algo que podría haber aparecido en «Love Beach» con esa atmósfera mucho más luminosa y «saltarina», que todo el resto del disco.
Para cerrar esta ecléctica escucha, concluimos con la épica del álbum y su pieza más larga. «Limerence Ethereal«. Un brillante ejemplo más de los teclados de Pantaleoni, junto a las tendencias operísticas de Bernardo, las cuales, si bien para este punto del disco pueden sonar algo «infladas», son su absoluta marca de la casa. Instrumentalmente, hay mucho que degustar en esta pieza, especialmente con los riffs de guitarra y los ya mencionados sintes. Los músicos hacen un gran uso de las dinámicas, elevando «Limerence Ethereal» a un satisfactorio final de álbum.
Un viaje ecléctico por los sentidos
«Moving Fragments» ofrece una experiencia auditiva diversa y emocionante que captura correctamente la esencia de Acqua Fragile. Desde los misteriosos sonidos iniciales de «Her Shadow Tortures» hasta la suite de «Limerence Ethereal», cada canción es una exploración fascinante de diferentes estilos y emociones. El eclecticismo siempre será de agradecer, aunque se pierda en algo de consistencia.
Acqua Fragile no tiene la impronta de la PFM, el dramatismo de Banco, o el dinamismo de Le Orme, pero con una gran combinación de elementos progresivos, electrónica, avant-garde y la siempre enorme performance de Bernardo, «Moving Fragments» es un trabajo que si bien, puede no llegar a ser el santo grial del RPI, es sin duda alguna digno de toda nuestra atención. Solo para oídos inquietos que quieran ir más allá de lo obvio en términos prog rock italicos.