7 álbumes progresivos para este 14 de febrero (+bonus)

La música progresiva siempre se caracterizó por ir más allá de cualquier frontera, ya sea en la composición, en la forma de armar un álbum como, por su puesto, en sus letras. Es que en la música, en general, uno de los conceptos más utilizados es el amor, y en su gran mayoría en una sola visión de amor: el romántico. Todo lo que tenga que ver con enamoramiento, rupturas, celos, nostalgia y hasta dar la vida por la otra persona, es lo que podemos escuchar en la radio, la calle o la locomoción colectiva. Tomando, además, un concepto, por ejemplo el extrañamiento, haciendo miles de canciones de este concepto en todos los ángulos posibles.
¿El rock progresivo se escapa de esto? Pues por una parte sí, y por otra no. Las bandas progresivas exploraron bastante el amor, aunque no solo el romántico, sino también explorando otras miradas. Quizá el álbum Orlando: Le Forme dell’Amore de Banco del Mutuo Soccorso sea el caso más extremo, abordando muchas manifestaciones de amor, desde su negación (la guerra) hasta el amor eterno. También podemos encontrar discos y canciones que toman el amor en líneas filosóficas, espirituales, existenciales o incluso haciendo baladas con toda la atmósfera romántica, pero que nada tratan de romanticismo.
Un buen ejemplo es la canción «Wish You Were Here» de Pink Floyd, que mucha gente usa para dedicar, con el fin de decir que le gustaría que estuviera en ese momento con ella. Canción que, sin embargo, Floyd dedica a su mentor Syd Barrett, por el fantasma que éste generaba en la banda. O al revés, canciones con una letra sumamente romántica, pero con un sonido más acorde a lo que es el rock progresivo, como «What Do You Want from Me».
Pero esta vez elegimos siete álbumes que, de principio a fin, tienen ese toque romántico y que, si bien no hablan del todo sobre romanticismo, sí hablan del amor en todos sus ángulos. Discos cuya atmósfera es para disfrutar por todos quienes tengan ese gusto «romanticón».
Colin Bass – An Outcast of the Islands (1999):

Este es un disco para románticos. Si bien el nombre es extraído de una dramática novela polaca, Colin Bass cuenta una historia más optimista en su disco: un ex marinero viaja, teniendo distintas experiencias. En una de ellas, conoce a una hermosa mujer, la que la destaca en la canción “Denpasar Moon”. El álbum es un disco hermoso para disfrutar de una tarde romántica, elegante, nostálgica y de pasajes musicales extraordinarios como sólo los músicos de Camel podrían hacer.
Airbag – Identity (2009)

El primer álbum de Airbag es llamado Identity. Un buen ejemplo de progresivo de ánimo romántico, muy nostálgico, melódico, elegante y delicado. Sin embargo, las letras más bien hablan de un estado desolador. Solo el tema “Feeling Less” pareciera que hablara a alguien que extraña. Aunque el concepto del disco más bien habla de él mismo que ha perdido la identidad, podemos definir esta identidad como manifestación del amor propio. La atmósfera de este álbum bien puede ser un disco para acompañarse en una chimenea con una rica copa de vino.
Manuel Göttsching – Dream and Desire (1977)

Dream and Desire es un viaje de amor ideal. Un amor más sublime que romántico, más trascendente que sexual. Una belleza y delicada armonía flotante que se puede sentir sólo si alguien siente o cree en el amor como una especie de energía, de estado mental o sensación universal. Muy platónico, Manuel Göttsching ofrece aquí el sentir de un amor eterno e inmutable.
Peter Hammill – The Love Songs (1984)

Este álbum queda claro a penas ves la carátula: un Peter Hammill sentado en un sillón, bien peinado con el título “Canción de amor”. ¡No puede ser más inequívoco! Tenemos aquí un disco que recopila sus temas en solitario, pero que son regrabados en forma de baladas. De esta manera, su ánimo se orienta a… ya sabes, para el amor.
Landberk – Indian Summer (1996)

Por supuesto, si queremos sentarnos a cenar con luz baja y poner un álbum que acompañe este momento, no podría faltar Indian Summer, de la banda sueca Landberk. Cada tema, nota, ritmo y melodía llega al alma, con ese sonido melancólico y bordeando el romanticismo. Con este mismo sonido, Landberk cautiva completamente, gracias a las muchas líneas melódicas que crea.
Anthony Phillips – Wise After the Event (1996)

El primer guitarrista de Genesis, desde su primera aparición en aquella época, nos mostró que estaba para hacer cosas sensibles. Anthony Phillips vincula todo lo que tenga que ver con tranquilidad, amor y reflexión. El disco que mejor representa esto tal vez sea justamente Wise After the Event. Este álbum habla de amor en todo sentido, sobre todo a los animales. Phillips es un amante de los animales, y aquí lo manifiesta de muchas maneras. Un disco exquisito, suave, con muchas guitarras acústicas y cantos en estilo balada.
Porcupine Tree – Recordings (2001)

Recordings es el álbum es el más tranquilo que tiene Porcupine Tree. Manteniendo aún ese sonido espacial y psicodélico de los 90, es el último de esa época, previo al cambio radical hacia su estilo más cercano al metal. Este álbum es el más nostálgico y romántico en cuanto al ritmo y ambiente dentro del diverso catálogo del grupo, ideal para acampar, encender una fogata y mirar la luna.
Bonus: Canciones de Los Jaivas y Congreso
Cualquier persona que escuche el tema «La Conquistada» de Los Jaivas podría pensar que está dedicada a una mujer que ha desaparecido de la vida de quien canta, y que hoy sufre por su pérdida. Encontramos, pues, versos como los siguientes:
“Como un recuerdo que me llega de su corazón, ella no existe más”
“Ella es una nube que el viento conquistó, ella es una nube que un beso ardiente derritió”
“suaves caricias, tiernos desvelos, ella no existe más”
No obstante, esa alma que adolece no lo hace por una persona, sino por los colores de la naturaleza chilena. Tierra que tuvieron que dejar Los Jaivas, al autoexiliarse del país debido a la realidad militar que amenazaba su carrera.
La musicalización representa muy bien este mensaje: un tema netamente progresivo que genera la sensación de nostalgia, romanticismo y a la vez una atmósfera austral impresionante.
Por su parte, Congreso es la banda más docta que podría tener Chile. Una banda que ha jugado con el progresivo, jazz rock, fusión, sonidos y ritmos de la world music, en ocasiones saca unos temas románticos y sensuales. Canciones que resulta imposible no poner en una noche hermosa de esas. Buenos ejemplos recaen en piezas como “Pasillos de Amor” o “Quién detiene este amor”, que seguramente disfrutarás mucho en este 14 de febrero.
Esta es sólo una muestra de un océano de discos y temas progresivos con esta temática o atmósfera para disfrutar en San Valentín. O en realidad, siempre serán discos y canciones bienvenidas. Después de todo, podemos celebrar el amor, y sus diferentes manifestaciones, cada día del año. Al menos, música hay de sobra para ello.