Retrospectiva: Camel y «Rain Dances», el inicio del cambio
1977 era un año de cambios para Camel.
El año anterior, 1976, había sido el más exitoso de su historia. ‘Moonmadness’ llegaba al top 15 del Reino Unido, y habían sido nombrados como la mayor esperanza de la música Británica por los lectores de Melody Marker a finales de 1975.
Sin embargo, al interior del grupo las cosas no andaban de manera tan soñada. Doug Ferguson deja la banda, y lo reemplaza el ex Caravan Richard Sinclair. Además se incorpora Mel Collins (ex King Crimson) en los vientos.
Sería ‘Rain Dances’ el primer disco de la banda sin su formación original.
En Camel estaban conscientes de que los sonidos y tendencias estaban cambiando en la música, por lo que deciden hacer un giro en su propuesta, acercándose más al jazz y al pop. Elemento fundamental fue la adición de Sinclair y Collins, quienes aportan con texturas y notoriedad al nuevo sonido de la banda. Además Richard Sinclair aporta en las voces, dejando a Andy Latimer en la voz principal de algunos temas, mientras que otros quedan a cargo de Sinclair.
La composición de los temas está a cargo, en gran medida, de Andy Latimer y Peter Bardens.
Las canciones de «Rain Dances»
‘First Light’ abre de manera exquisita el disco. Una composición instrumental muy refinada y lograda, en donde en casi 5 minutos la banda nos deleita con su nuevo sonido. Las guitarras de 6 y 12 cuerdas de Andy Latimer brillan, mientras el Mini Moog de Peter Bardens crea la ambientación necesaria, así como el saxo de Mel Collins. Una vez más Andy Ward nos demuestra por qué es uno de los mejores bateristas del prog.
‘Metrognome’ es una pieza con un fuerte sonido fusión, donde destacan las voces de Latimer y Sinclair. ¿Habrá escuchado Camel el disco debut homónimo de Happy The Man, editado un mes antes, en Agosto de 1977? Suena muy similar a lo propuesto por la banda norteamericana.
‘Tell Me’ es una pieza excepcional. Destacan de inmediato el bajo fretless, además de la voz de Sinclair y las ambientaciones en teclado de Peter Bardens, además de los solos de clarinete de Mel Collins. Una de las piezas más hermosas de la discografía de Camel
‘Highways of The Sun’ nos muestra un Camel con un sonido más comercial. Más popero, pero sin perder la esencia y elegancia en su sonido progresivo al que nos tenía acostumbrados. Latimer toma el rol de la voz principal. Muy probablemente Camel hayan escuchado a bandas muy populares en esa época como Chicago, quiénes ya venían mezclando jazz fusión y pop desde hace años.
‘Uneven Song’ toma el sonido más tradicional de Camel, destacando los cambios de ritmo, el trabajo de los teclados y sintetizadores. La canción está llena de momentos inesperados y cambios en las texturas musicales, evocando distintos sentimientos. La última sección nos recuerda al bello trabajo realizado en ‘The Snow Goose’.
‘One of These Days I’ll Get An Early Night’ nos muestra un Camel absorviendo las influencias musicales predominantes como el disco, funk y motown. Una pieza instrumental que no obstante suena a Camel. Mel Collins se encarga de los saxos, e incorporan a los músicos adicionales Martin Drover en la Trompeta y Malcolm Griffiths en el Trombón. Un destacado solo de Peter Bardens en el piano eléctrico toma protagonismo en la primera parte, para luego pasar a un solo de Mel Collins. Como nos tiene acostumbrado, muy comprometido con la música, sin perder musicalidad, y al mismo tiempo, acercándonos al jazz. No podía faltar el solo de Andrew Latimer, uno de los guitarristas más expresivos y melódicos del prog.
‘Elke’ es una pieza única en la discografía de Camel. Tan sólo Andrew Latimer de la banda toma parte. Los otros músicos son nada más ni nada menos que Brian Eno, el ex Roxy Music y precursor de la música ambient, quién ya había incursionado en las atmósferas y ambientaciones con Robert Fripp. El arpa de Fiona Hibbert completa la alineación. ‘Elke’ es una pieza sublime, preciosa, llena de detalles. Andrew Latimer realiza un hermoso solo de flauta. Ya nos había deleitado muchas veces con anterioridad en la flauta. Recordemos la bellísima introducción que nos ofreció en ‘Air Born’ del disco ‘Moonmadness’ editado un año antes, en 1976.
‘Skylines’ es otro instrumental (la segunda parte de ‘Rain Dances’ está compuesta casi íntegramente de piezas instrumentales), que nos recuerda más al Camel de antaño. Esta pieza no habría estado fuera de lugar en ‘The Snow Goose’. Nuevamente los músicos adicionales Martin Drover y Malcolm Griffiths participan añadiendo más texturas al sonido de la banda. ‘Skylines’ está dominada por los solos en el MiniMoog de Peter Bardens, quién tenía la gran virtud de contar historias musicales con sus teclados.
‘Rain Dances’ nos adelanta el sonido que exploraría en sus discos siguientes Camel. Es una magnífica recapitulación de la melodía de ‘First Light’, otorgando un cierre melódicamente conceptual al disco. En cierta medida nos recuerda a lo que habían realizado Genesis con ‘Aisle of Plenty’, en donde recapitulan la magnífica melodía de ‘Dancing With The Moonlit Knight’. Un gran cierre para un disco que ha sabido mantenerse en el tiempo, ser apreciado y además haber sobrevivido de gran manera al primer cambio de alineación en la banda