Una reseña necesaria: «Luz de Flash» de Congreso (2022)
Después de cinco años desde su último trabajo discográfico, La Canción que te Debía (2017), la mágica banda chilena Congreso edita su álbum número 21: Luz de Flash.
Este nuevo regalo auditivo que nos ofrece la banda nació durante la pandemia que asoló el planeta, en donde el compositor y baterista Tilo González se las arregló para componer nuevas melodías. Después de un trabajo que fue realizado por cada músico en sus respectivas casas, se dirigieron a los estudios TOC. Allí, el ingeniero de sonido Jorge Abarca estuvo a cargo de la grabación, y el brasileño Carlos Freitas de la masterización.
De acuerdo con los propios músicos, el álbum tiene los aromas de nuestra América. Hay pinceladas de marineras, habaneras, porro (ritmo musical del caribe colombiano), todo mezclado con la exquisita fusión y la mirada hacia al futuro de Congreso, quienes bien dicen que los temas son «canciones sin género».
En cuanto a las letras, el grupo continúa con esa búsqueda incansable de lo cotidiano, de las personas sencillas, de esas de las que no se hablan. Las líricas nacen de la observación de lo que les rodea y afecta, que en algún momento todo se vuelve uno. Es por eso que las letras tratan de mantenerse con los pies en la tierra, haciendo la conexión necesaria sin perder de vista los sonidos, colores y sentimientos de ese pueblo amoroso en estos tiempos de incertidumbre.
En diciembre de 2020 Congreso ya nos había dado un adelanto de Luz de Flash, con el tema «La Plaza de los Sueños». Esta canción también tiene un video, en donde los integrantes de la banda son convertidos en figuras de madera, trabajo realizado por el artesano Manuel Villagra (ManuMaderaViva). Tilo ha señalado que este video es como recordar los viejos juguetes de madera, e igualmente sirve para decirle a las futuras generaciones que, a pesar de que no haya luz, hay elementos hermosos hechos con manos y materiales nobles.
El segundo adelanto de este nuevo álbum tuvo lugar el año pasado, con el nombre de «Rocanrol de los Misterios «, con un video dirigido y editado por el propio Tilo al igual que «La Plaza de los Sueños».
Los invitamos con una suave brisa a viajar por los temas de Congreso en Luz de Flash…
Las canciones de Luz de Flash
Cada inicio de un álbum de Congreso (Premio de Consuelo, Con los Ojos en la Calle, La Loca Sin Zapatos, Te Pido una Revolución, Aire Puro y otras maravillas) es una invitación con el corazón abierto a sumergirnos en las melodías cadenciosas de la banda. En Luz de Flash, nos encontramos con la primera carta con la que Congreso nos deleita con su sonido que ya pertenece al mundo. El Álbum de Fotos nos abraza con un sonido suave, de remembranzas del pasado, pero siempre con la mirada en el futuro.
Un tema que se desarrolla de forma lenta, casi en un susurro, delineando flashes de luz. Los destellos sonoros casi como acariciándonos nos dejan con el alma bendecida para continuar por todas las esquinas de este ya bello trabajo. La letra es de añoranza, y funciona como un recordatorio de aquellos en que el tiempo se transforma solo en una ilusión: «y tiembla el fulgor, del tiempo imposible. Tu figura ausente, ahora me persigue…y no estás».
El Nuevo Barrio es la segunda misiva de invitación que nos regala la banda. Aquí nos vamos directamente a la sensualidad colectiva de una banda que, como en un sueño, juega con las melodías. Como dijimos antes, Congreso ya no es una banda nacida en Quilpué, sino que, como una mariposa, se transformó en una entidad cultural planetaria. En esta canción, el amor es invitado a la mesa de la nueva mentalidad en la sociedad, aquella en la que podemos tenderle la mano con ternura al prójimo. Un nuevo comienzo de transmutación hacia un nuevo amanecer.
Llegamos al primer single del album: La Plazas de los Sueños, que, con ese ritmo alegre, contagioso, casi circense, nos evoca la vida en algún pueblo en nuestra infancia. Es una invitación a soñar despiertos, en donde se mantiene la esperanza de rescatar esos recuerdos de antaño. Es la primera canción en donde Pancho Sazo, después de los casi susurros vocales de los dos primeros temas, se muestra con ese registro que se asemeja a todas esas personas a las que Congreso les canta. La Plaza de los Sueños tiene un ritmo con el que resulta inevitable levantarse, bailar con los que no están y que viven en un mundo onírico.
Hay piezas musicales que, por una misteriosa razón, sientes que la has escuchado antes, quizás en alguna vorágine del subconsciente. Este caso sucede con la siguiente carta, La Piel de tus Heridas. Suave como terciopelo, es prácticamente un canto del alma desgarrada que, como un eterno resplandor, nos quiere arrastrar hacia la eternidad: «fuimos forjados con dolores». Un tema creado no para ser escuchado, sino que para ser vivido. Una de las piezas más hermosas del disco, en la cual los músicos casi piden perdón por dejarnos con esta sensación de fragilidad.
La quinta canta abierta es el segundo single, Rocanrol de los Misterios, que nos muestra la infinita creatividad sonora de Congreso. El grupo no tiene tapujos en visitar la modernidad y el futuro, pero siempre con un hilo invisible en el pasado circundante que rodea a la banda. Un tema que nos muestra a un grupo que le interesa el aquí y el ahora, que no cae en la trampa de repetirse a sí misma. ¡Hasta un pequeño sampleo de hip hop ocurre en el minuto 1:25! El ritmo subyacente es una guitarra que se repite en un eterno loop, y «el amor se retira de mal genio de la mesa de los feos (vo’ mismo)».
En palabras de la banda, «es una canción que actúa como fotonovela o revista de viaje que alguien encuentra en una mesa y que puede susurrarle al auditor las posibilidades de interpretarla junto a sus propias vivencias. No es un camino, sino un cruce, un tránsito hacia otros destinos misteriosos». En el minuto 3:30 sucede algo que me niego a decir que fue una casualidad, ya que tocan una melodía que recuerda al tema Para los Arqueólogos del Futuro. Específicamente, en la parte donde cantan «éramos»…
Bajo el Puente tiene un ritmo hipnótico, casi minimalista en algunos aspectos. Aquí la voz de Sazo se transforma en un canto chamánico, y el amor es un tópico que se vuelve a repetir, para pedir ser acompañado en la oscuridad. Congreso, aparte de ser mágico, son unos hijos del diluvio, llenos de caricias eternas.
El séptimo sello de estas escrituras es La Vida Salta en un Pie, que posiblemente tenga el sonido más característico al que muchos asocian a Congreso. Esa innovación alquímica con la que, como un Rey Midas, transforma todo en un tesoro. La canción comienza, si los sentidos no me fallan, con un Hammond, en un exquisito desarrollo laberíntico por parte de Tilo y Federico Faure, con la complicidad del enorme Jaime Atenas, las texturas de Hugo Pirovich, Raúl Aliaga y el terremoto sonoro de los teclados de Sebastián Almarza. Uno de los temas que va a funcionar muy bien en vivo próximamente.
Nos vamos al norte de Sudamérica, para visitar las tierras cafeteras con Porrito (habría que preguntarle a la banda), que es un tema lleno de color, movimiento, alegría, con el que hasta el más tímido se pone a bailar. Así que, si tienes a tu pareja cerca, baila hasta el amanecer acompañado de unas buenas botellas de vino y, si estás solo, sal a la calle y disfruta de la conexión con el aire puro y la tierra para que te transformes en un arlequín.
Llegamos al que es, técnicamente, el final del disco: Alzheimer. En esta pista solo está el sonido del piano y la voz de Sazo casi agónica, acompañado con el sonido de las efluvios del mar que se llevan hacia el cosmos los recuerdos de la amada. Un tema lleno de amor y cantado con el corazón en la mano.
Como decíamos, el tema anterior es el final técnico del disco, pero la banda, en su intenso amor hacia sus oyentes, nos regala dos bonus tracks. El primero es un tema festivo que evoluciona a un tipo de cueca con toda la fusión inherente de la banda llamado Ay! Caramba, con un gran trabajo en la líneas de bajo por parte de Faure. Incluso tenemos voces femeninas casi al final del tema. El segundo bonus es una gran sorpresa, ya que es un arreglo que hacen de la canción Murió la Flor de la banda chilena Los Angeles Negros de su disco «Y Volveré» (1970). Hermosa y casi en el filo de la tristeza esta versión que hace Congreso, con Almarza tocando las notas casi como una pluma que se desliza lentamente sobre las teclas.
Gracias a Sergio «Tilo» González, Francisco Sazo, Hugo Pirovich, Jaime Atenas, Sebastián Almarza, Raúl Aliaga y Federico Faure por vivir en el futuro y habernos entregado otro mágico disco de la más hermosa banda chilena: Congreso.
Para el lanzamiento de Luz de Flash, Congreso ha preparado dos shows de presentación, los días 4 y 5 de noviembre, en el teatro Nescafé de las Artes, en Santiago. La banda afirma que va a presentar en sociedad a este último hijo, como si fuera el primero.
¡Gracias por todo, Congreso!