Reseña: «Dominion» de Zopp, Prog clásico pero en 2023

Zopp es el proyecto musical del destacado multi instrumentista británico Ryan Stevenson, quién nos había sorprendido el 2020 con el disco homónimo debut. Ahora Zopp nos acaba de entregar su segundo disco, titulado ‘Dominion’.

Inspirado en el sonido de la escena Canterbury de principios de los 70s, Zopp nos ofrece una propuesta llena de matices, arreglos intrincados y melodías que nos obliga a escuchar detenidamente cada momento de la música.

En ‘Dominion’ nuevamente Ryan despliega todo su talento instrumental, haciéndose cargo de los teclados, guitarras, bajos, sintetizadores, flauta, efectos de sonido, además de incorporar por primera vez, voces.

Lo acompaña, al igual que en su disco debut, Andrea Moneta en la batería. Junto a ellos, un grupo de músicos adicionales, quiénes añaden color y texturas al sonido de Zopp.

El disco abre con ‘Amor Fati’, una introducción de 2:10, pero en donde ocurre mucha música, pasajes y momentos. La primera parte está dominada por el órgano y el rhodes, en donde luego entran las voces femeninas, recordándonos los mejores momentos de Magma. Ryan nos muestra toda su versatilidad en los instrumentos, en donde hay guitarras marcando contrapuntos con el órgano, además de la batería, que acentúa la melodía y a la vez el ritmo. Como si todo ello fuese poco, se unen los vientos. ‘Amor Fati’ termina con lo que a la vez pasa a continuar de inmediato con ‘You’.

‘You’ es la segunda pieza del disco, y es la segunda de más larga duración. El piano y los teclados marcan el pulso de l inicio, sumándose el órgano. La banda hace una entrada triunfal, y luego de una larga introducción que pasa por muchos momentos sonoros, Ryan se aventura a cantar. El trabajo del saxo tenor es doblado por la guitarra, otorgando una unidad sonora. Realmente sorprende lo logrado que es la instrumentación, en donde en ningún momento pareciera que estamos frente a un dúo. Pareciera que fuese una banda completa de al menos 6 integrantes (guitarra, voz, bajo, teclados, batería, saxo). ‘You’ representa una elaborada pieza, en donde Zopp se aproxima al progresivo sinfónico, pero manteniendo un toque distintivo en su sonido. Sabemos que no es Sinfónico de los 70s. Es una interpretación moderna, actual.

‘Bushnell Keeler’ comienza dominada por los saxos … un momento ¿son saxos?. De acuerdo a los créditos del álbum, es Ryan con los teclados. ‘Bushnell Keeler’ nos acerca más al sonido de su anterior trabajo, más influenciado por la escena Canterbury. Al igual que ‘You’, demanda una concentrada audición, ya que uno realmente no sabe que va a ocurrir musicalmente en los minutos siguientes. Hay una gran presencia de las melodías, además de un excelente trabajo en la batería por parte de Andrea Moneta. Uno de los mejores trabajos del disco. Si tuviésemos que elegir un ‘Single’, sin duda ‘Bushnell Keeler’ sería un candidato.

‘Uppmarksamahet’ comienza tan misteriosa como su nombre suena (que dicho sea de paso, no sabemos qué significa). La calma otorgada por el órgano da el carácter a la pieza. Apreciamos por primera vez la guitarra acústica, que refuerza el carácter reflexivo de la instrumentación. La batería realiza un trabajo en los toms, mientras que el resto de los instrumentos acompaña la aparición de la guitarra principal, la cual es etérea, y flota sobre la instrumentación. Quizás la única crítica es que podría haber sido más larga ‘Uppmarksamahet’.

‘Reality Tunnels’ es para dejar con la boca abierta: una ejecución excepcional de lo que podríamos llamar jazz fusión, en donde la paleta sonora no nos da tregua. Aquí tomaremos las palabras de Ryan en la descripción del álbum: ‘He estado escuchando mucho a bandas como King Gizzard y Tame Impala en los últimos años, no sólo su sonido psicodélico, sino que también su DIY (hágalo usted mismo), acercamiento independiente al hacer música’. Creemos que sus palabras definen perfectamente lo que uno audiciona en la música de ‘Reality Tunnels’.

‘Wetiko Approaching’ es la segunda pieza en donde Ryan canta, y aunque no lo parezca, es la más corta del disco. Nos sirve como introducción para el magnum opus del álbum.

‘Toxicity’ comienza con una rápida introducción de batería y el característico órgano con fuzz, para luego unirse la banda y la voz. El viaje sonoro nos trae recuerdos del disco debut, mientras que ‘Toxicity’ se desarrolla en un continuo devenir de sonidos y momentos. En palabras de Ryan: “escribir una pieza progresiva de 14 minutos como ‘Toxicity’, en donde la canción fluye continuamente, fue un desafío, pero sin embargo, fue un experimento exitoso”. El final sorpresivo y abrupto nos deja la sensación que quizás habrá otra parte de la música esperando para un próximo disco.

Sin lugar a dudas, uno de los discos que darán que hablar este año. Ya se perfila como uno de los más destacados