«A Change of Seasons»: de pieza cortada a obra maestra de Dream Theater
El 19 de septiembre de 1995 sale a la luz A Change of Seasons de los prestigiosos Dream Theater. Una excelencia musical considerada por muchos una de sus obras magna definitivas. Una pieza a la que acudir para conocer los entramados de la banda.
Lanzado a través de East West Records, A Change of Seasons supone el cuarto trabajo de estudio para la banda, en este caso en formato EP. Todo ello, a pesar de sus 57 minutos. Un rara avis con una explicación lógica: a la suite de 23 minutos, bautizada con el mismo nombre que el propio EP, se le añaden cuatro excepcionales versiones de temas legendarios de variados estilos. De dichos temas hablaremos en las siguientes líneas.
Volviendo al material propio, grabado en los BearTracks Studios de Nueva York, fue originariamente compuesto para incluirse en su segundo LP, el increíble “Images and Words” de 1992. Pero problemas con la disquera, a la que no le agradaba la idea de un doble LP, echaron atrás tal ambicioso y mastodóntico proyecto de los neoyorquinos. ¡¿Os imagináis lo que podría haber sido A Change of Seasons en el “Images and Words”?!
Acerca de los músicos, no hace falta carta de presentación. Sí cabe destacar que, junto con los cuatro grandes genios de la formación clásica (John Petrucci, Mike Portnoy, James Labrie y John Myung), se une Derek Sherinian en los teclados. Ello, tras la marcha de Kevin Moore, quien buscaba otras ambiciones musicales alejadas del compromiso y las exigencias de una banda.
A Change of Seasons: la suite
En cuanto a la suite A Change of Seasons, seccionada en siete partes continuadas, fue escrita en su totalidad por Mike Portnoy en 1989, mismo año de su álbum debut “When Dream and Day Unite”. Alterada, modificada y revisada hasta que en 1995, seis años después, estuviera finalmente lista para ser publicada. La lírica trata sobre la pérdida de la inocencia y esa sensación de protección que te ofrecen la familia y las amistades. Un concepto tan natural como humano, que hace clara referencia a aspectos de la vida de Portnoy: la pérdida de su madre junto con otras experiencias personales. La metáfora principal y constante que hace entre las etapas vitales y las distintas estaciones es inmejorable.
Prueba de ello es también su presentación gráfica. Así, en la portada podemos observar la inocencia de un niño en una playa, bajo un paisaje que aúna increíblemente las cuatro estaciones. Pero no debemos limitarnos a tomarlo bajo un carácter únicamente estacional, sino también cíclico. Pues el niño crece, madura, supera esta etapa de protección, hasta que algún día, posiblemente, sea padre, y su propio hijo pasará por estos mismos miedos y sensaciones que previamente pasó él con anterioridad. Algo innato en la vida humana y el devenir. Una temática profunda que produce, por otra parte, una reflexión inevitable en el oyente.
Dicho lo cual, el lector debe permitirme un breve ejercicio de desahogo y es que… ¡¡Qué importante era la presencia y el peso de Portnoy!! Tanto musical como líricamente en Dream Theater. No obstante, para lograr la perfección de todo este concepto, se necesitaba de una puesta musical que evocara fielmente todo este trasfondo. Ahí ya entraban en juego el resto de integrantes. Las atmósferas creadas por Derek Sherinian, tanto al teclado como al piano, son increíbles, dando un relleno, un dinamismo y acomode inmejorable.
La parte vocal de James Labrie transmite estos cambios de rumbo vitales como si él fuera el propio protagonista. Melancolía, tristeza, nostalgia, rabia, decepción… un summun que aumenta con los John. Petrucci con sus partes acústicas, sus riffs heavys, sus solos cargados de feeling y sus pasajes más técnicos; Myung, con su acomodo y sus rellenos al bajo, dan forma, color y materialidad a Change of Seasons.
Finalmente Mike Portnoy, la cabeza pensante de esta obra conceptual, es la pieza final que encaja en este gigantesco puzzle creativo cargado de sentimiento. Sus golpes son reconocibles y únicos. Pocos baterías pueden expresar tantas emociones con su rítmica. Pura personalidad. Un auténtico genio al que todo calificativo le queda corto.
Los covers del EP
Los temas restantes de versiones que conforman este extenso EP son parte del repertorio tocado en directo el 31 de enero de 1995 en el Ronnie Scott´s Jazz Club de Londres. Un cariñoso guiño y homenaje a todas aquellas bandas que influenciaron sobremanera sus gustos musicales. Funeral for a Friend, Love Lies Bleeding de Elton John, con una adaptación metalera, pero sin perder toda su belleza y preciosismo, es el primero de los covers.
No podía faltar un clásico de una banda legendaria como Deep Purple: Perfect Stranger. Con ese riff atronador, a la vez que pegadizo, parece reventar la misma sala londinense. Por no hablar del nivel mostrado por los neoyorquinos ante una composición de unos genios del nivel de Blackmore, Jon Lord, Ian Gillan y compañía.
La siguiente elección son tres fragmentos de tres temas de Led Zeppelin: The Rover, Achilles Last Stand y The Song Remains the Same. Los tres, elaborados en una sola pieza cargada del sonido salvaje y directo propio de los londinenses. No me quiero imaginar la excitación del público al interpretar Dream Theater temas de unas de sus bandas locales más emblemáticas. Algo inédito.
Finalmente, se cierra con The Big Medley, un popurrí coverístico de más de 10 minutos de breves fragmentos de exitosos temas de Pink Floyd, Kansas, Queen, Journey, Dixie Dregs y Genesis. Todo en uno. Una orgía musical de greatest hits de una variedad variopinta. Lo que podría ser considerado un interesante experimento frankeinsteniano musical.
Tras más de dos décadas del lanzamiento de A Changes of Seasons, es difícil plantear un interesante ejercicio de ucronía para suponer el impacto que tendría la idea del doble LP en su día. Como dijimos anteriormente, era una suite pensada para formar parte de “Images and Words”. Nunca lo sabremos, pero lo que está claro es que “I&W” es una obra maestra atemporal que los catapultó a la cima del metal progresivo. Un lugar que nunca abandonaron, y en donde el genial A Change of Seasons ayudó enormemente a agrandar todavía más su meteórica carrera.