«Trespass» (1970): el albor progresivo de Genesis

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Hablar de una banda como Genesis es hablar de un grupo que, en sus inicios, se consideraba a sí mismo como compositores más que como intérpretes en vivo. Al ver que no encontraban a nadie que interpretara sus canciones decidieron ellos mismos lanzarse a la gran aventura que los llevaría, con el paso de los años, a convertirse en una de las bandas más importantes de la música.

Hay que remontarse hasta 1967 cuando los miembros de dos bandas de la escuela privada de Chaterhouse juntaron sus fuerzas para empezar la historia de Genesis. Una de ellas era Anon (donde estaban Mike Rutherford y Anthony Phillips). La otra, Garden Wall (donde tocaban Peter Gabriel, Tony Banks y Chris Stewart). El resultado de esta unión fue la grabación de un demo de seis canciones que llegó a las manos de un ex alumno de Chaterhouse. Jonathan King. King había alcanzado cierto éxito dos años atrás, con el tema «Everyone’s Gone to The Moon», de su autoría, convirtiéndose en productor.

 

 

Luego de esto vendría el lanzamiento del primer single de la banda, a través del sello Decca, llamado The Silent Sun, en 1968. El single incluía el tema «That’s Me» en su lado B. Seguiría un segundo single, titulado A Winter’s Tale, con «One-Eyed Hound» de acompañamiento. Ellos, lamentablemente, no tuvieron buenas ventas. En este punto de la historia se produce el primer cambio en la banda, ya que Stewart abandona Genesis y es reemplazado por el baterista John Silver.

Sería con Silver que Genesis grabaría su primer álbum: From Genesis to Revelation, en marzo de 1969, que daría ciertos retazos del sonido futuro de la banda, pero lejos de lo que vendría. Aunque con el tiempo este trabajo fue «re-descubierto» por los seguidores del grupo, en su momento no fue muy bien recibido, y tuvo bajísimas ventas (649 copias, según Banks). ¡Incluso el disco era puesto en las estanterías de álbumes religiosos!

 

 

Después de un periodo de reflexión sobre qué rumbo a seguir, y tras romper relaciones con Decca, se produce el segundo cambio en la banda. Silver decide irse a estudiar a Estados Unidos, y su reemplazo sería John Mayhew, con el cual Genesis grabarían Trespass, el disco del cual vamos a hablar.

Así es como Trespass comenzaría su historia. Primero en la casa de Anthony Phillips, para luego trasladarse a una cabaña de los padres de Richard Macphail (antiguo amigo de la banda y que había sido vocalista de la banda Anon), ubicada cerca del pueblo de Dorking en el condado de Surrey, al sur de Londres. En este lugar ensayaron arduamente, no solo nuevas composiciones, sino que también su puesta en escena. Tuvieron la oportunidad de tocar en pequeños clubes por todo Inglaterra, e incluso fueron invitados a presentarse en el festival Atomic Sunrise (del cual hace un tiempo salieron unas imágenes, y se espera que salgan más próximamente) y en la BBC, en el programa «Night Ride».

 

 

Mientras seguían tocando y buscando un nuevo contrato discográfico, fueron recomendados por miembros de la banda de rock progresivo Rare Bird (Genesis los habia teloneado anteriormente) al productor y encargado de buscar nuevos talentos musicales del sello independiente Charisma, John Anthony. El sello Charisma había sido fundado en 1969 por Tony Stratton-Smith, por cual pasaron y pasarían bandas como The Nice, The Alan Parsons Project, Hawkwind, Brand X, The Residents y Peter Gabriel junto con Steve Hackett como solistas. Anthony convenció a Stratton-Smith de que fuera a ver a la banda actuar en vivo, y luego de eso les ofreció un contrato discográfico para que se pusieran manos a la obra para grabar un disco.

Ya con bastante material ensayado en la cabaña de Richard, Genesis comenzó la grabación de Trespass, en junio de 1970, en los estudios londinenses de Trident, con Anthony como productor. Como ingeniero asistente se encontraba el futuro productor de cuatro discos de Genesis (desde A Trick of the Tail hasta Duke), David Hentschel. Usaron una multipista de 16 tracks, lejos de la de cuatro tracks que habían usado para su primer disco.

 

 

La portada de Trespass fue hecha por el pintor inglés Paul Whitehead y, a pesar de que nos muestra una imagen de tranquilidad casi pastoral, esta es rota por el cuchillo que nos da a entender que la banda puede convivir fácilmente en el mundo de la luz y de las sombras.

 

Las canciones de Trespass

El disco comienza con la voz de Peter y el teclado de Banks en el tema Looking For Someone. Con un toque de soul, ya nos empezaba a mostrar lo que se vendría, en un estado evolucionado, más adelante en el sonido de la banda. En este tema encontramos al grupo totalmente compenetrado, con un gran arreglo gracias a los excelsos teclados de Banks. A ello se sumaba el maravilloso trabajo en guitarra de quien, para muchos, era el alma de Genesis: Anthony Phillips. Se añadía el genial trabajo articulador de las doce cuerdas de Rutherford, una interesante percusión por parte de Mayhew y la incomparable, penetrante, misteriosa y profunda voz de Peter Gabriel. Un track que nos envuelve en el nuevo sonido que el grupo desarrolló durante los ensayos, y que comienza el verdadero espíritu musical de Genesis.

Aunque todavía eran un tanto inexpertos y con una tendencia de «presionar» mucho sobre las canciones, lograron crear melodías bastantes interesantes, como es el caso del segundo tema: White Mountain. Este es un hermoso trabajo en conjunto, entre Phillips y Rutherford en las guitarras. Con un sonido que veríamos afianzado en futuros discos, nos muestra ese sentimiento que se asemeja a cuando una congregación es bendecida con una luz de melodías. Si se escucha atentamente en la parte final, cuando Banks está haciendo acordes acompañado de los silbidos de Gabriel, podemos encontrar una melodía que, por una misteriosa razón, adelanta a una sección de «Supper’s Ready». Justo antes de que Gabriel diga «a Flower …wandering in the chaos the battle has left» (9:44).

 

 

Visions of Angels comienza con un hermoso piano de Banks, y fue más que nada un tema de Philips que originalmente había sido compuesto para From Genesis to Revelation. Es un tema delicado, que flota con una bella melodía que va in crescendo para transformarse en una explosión de sonidos y de luz, gracias al mellotron.

Según Banks, el siguiente tema, Stagnation, es el mejor track del disco, ya que muestra el camino de evolución que va tomando la banda. A Banks le gusta que en esta canción no haya mucha repetición, sino que trabajan con una sección, la desarrollan y después se dirigen a otra, lo cual se convertiría en un elemento característico de la banda. Algo así como contar una historia con música. En este punto, Tony hace su primer solo de teclados no improvisado, sino que totalmente estructurado, que sería otra de las claves del futuro Genesis. Gabriel ha descrito el tema como un viaje, al que se le añadieron bastantes guitarras, y que tenía una duración mucho más larga, pero que en el mix final se redujo a nueve minutos. Cabe decir que en el minuto 6:55, Gabriel empieza con una melodía en la flauta que la banda usaría años después, como parte de la canción «I Know What I Like» de Selling England by The Pound.

Dusk es otro hermoso juego alquímico entre Rutherford y Phillips, en que nos encontramos con un sonido etéreo, casi una melodía que pasa en puntillas y delicadamente por el disco. Es un momento de quietud en que no hay batería, y cuyos compases se desenvuelven como un torbellino de tranquilidad. Una necesaria pausa para el remezón sónico que vendría después. 

Llegamos al final, con la enorme The Knife. Originalmente, la llamaban «The Nice», ya que asemejaba al sonido del órgano de esa banda, y está inspirada en la pieza «Rondo» de la banda de Keith Emerson, tema que fascinó a Peter. Es un tema que se aleja totalmente del ritmo y tiempo pausado que recorre el álbum (que en algunas partes es roto por ciertos elementos sonoros), lo que es una agradable sorpresa por lo inesperado este sonido en la banda.

La primera parte de la canción es desenfrenada, con el grupo en un estado de éxtasis, y en donde Gabriel nos canta sobre levantarse, romper las cadenas y luchar contra la opresión para esparcir la gentileza y el amor. Ya en la parte media, y con un gran trabajo en la flauta, se escucha el mantra: «we are only wanting freedom». Tras ello, continúa un enorme clímax, con un gran trabajo de Phillips creando múltiples riffs, llevando al tema a un momento de gloria. Casi como un llamado a la acción y a sacar todo lo que se tiene guardado, el final nos lanza hacia el abismo y al caos con esa frase final: «some of you are going to die, martyrs of course to the freedom that I shall provide».

 

Un enorme final para Trespass, que da inicio al nuevo y excitante sonido de Genesis. Aunque, lamentablemente, no tendría más a Philips, y en su lugar llegaría el tremendo Steve Hackett. Lo mismo sucedería con Mayhew, que sería reemplazado por un muchacho de una banda llamada Flaming Youth: Phil Collins.

Pero esa es otra historia.

Amante de los sonidos vanguardistas pero con una parte de mi corazón en lo melódico, fui criado en mundos donde el caos sónico se transforma en belleza. Viajo desde lo más clásico a las más apabullantes expresiones artísticas.

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