Si existe la definición de mal marketing y malas decisiones que pueden terminar derrumbando a una banda espectacular, en el progresivo tenemos el mejor ejemplo: Gentle Giant.

A saber, luego del cambio al sello discográfico Chrysalis con «Free Hand» (1975) y su hora mas exitosa comercialmente hablando, unido a una calidad musical y autoridad muy pocas veces vista en términos de música popular, parecía que el Gigante iba a tener su merecido reconocimiento mundial y por fin salir del «underground del progresivo británico», sobretodo de la mano de un sello discográfico que estaba girando hacia audiencias mas amplias.

Lamentablemente GG no supo aprovechar el momento de «Free Hand», y por problemas de promoción, la banda tardó demasiado en capitalizar el éxito moderado que estaba cosechando en Estados Unidos, lo que afectó anímicamente el seno de la agrupación.

A estas alturas, ya estamos en 1976, por lo que la posibilidad de consagración parece mas lejana que nunca. Los sonidos de Gran Bretaña se comenzaban a mover hacia un -aun en pañales- punk y el new wave, y citando al gran Ian Anderson «Debe haber sido dificil ser Gentle Giant en la época de Blondie»

Igualmente el gigante no se dejó amilanar, y luego del tour de force de Free Hand, todavía nos demostraban que les quedaba mucho combustible en el tanque de creatividad con esas características melodías retorcidas pero impactantes y esos contrapuntos que vuelan los cerebros.



Es así como un 23 de abril de 1976 en Reino Unido fue lanzado «Interview», un disco conceptual concebido como una entrevista radial. Dicha entrevista opera a la vez como crítica hacia los medios y hacia la propia industria, ya que por una parte, tenemos periodistas que no conocen bien la banda ni a sus músicos, y por otra, remarca el desencanto con la actividad musical, tanto por la falta de éxito como por las tediosas presentaciones que repiten y repiten las mismas canciones. Tres de las pistas integran breves secciones de «entrevistas» realizadas por el periodista Phil Sutcliffe en los Advision Studios de Londres.

¿La música?, en detrimento de las influencias medievales de siempre, GG decide aplicar su fórmula de siempre a sonidos mas «aceptables» comercialmente, uniendo su característica impronta al rock clásico duro de fines de los 70′, junto a otras influencias que estaban llegando de importación al Reino Unido, como el reggae y el ya mencionado new wave, aunque aún de manera bastante sobria.El disco abre con fuerza mediante la pista titular, un festín de contrapuntos como ya nos tiene acostumbrados los hermanos Shulman y compañía, unido a potentes riffs de órgano que junto a la agresiva voz de Derek harán las delicias de los fans de GG.

“Give it Back” es la pieza más comercial del álbum, con esos pequeños guiños a los sonidos de moda de aquella época (como el mismo reggae), que, de alguna manera, se verán más desarrollados en su siguiente trabajo de estudio, pero siempre pasados a través del cedazo del gigante. A destacar aquí la interacción de las pequeñas secuencias instrumentales, pero paradojicamente, para mi gusto es la pieza mas floja del disco.

“Design” nos devuelve a «The Power and the Glory» (1974), la cual se basa en la facilidad natural de la banda para realizar variaciones corales y canónicas sobre diferentes motivos, cosa única de GG y que a mi modo de ver, terreno en el que ellos están totalmente infravalorados; todo complementado con un intrincado trabajo de acompañamiento a base de percusiones en contrapunto, terrenos a los que Gentle Giant nos tiene acostumbrados.

Con “Another show” seguimos en el terreno del «poder y la gloria» del disco de 1974, plagado de pasajes de gran intensidad y de registros expresivos pero de breve duración. “Empty city”, por su parte, es una de las piezas más redondas y equilibradas del álbum, con su inicio acústico y su posterior conversión a un rock oscuro, unido a los etéreos teclados de Minnear y los coros contrapuntistas.

“Timing” es una especie de interpretación del rock americano de fines de los 70′, pero traducidos al lenguaje del gigante, quedándonos una pieza bastante accesible. “I Lost my Head”, en la recta final del disco, sigue esa línea predominantemente rockera, con buenos riffs, interludios de guitarra acústica sencillamente bellísimos y la alternancia de los registros vocales desgarradores de Shulman y los más dulces de Minnear. La versión que integra el medley que cierra el disco en vivo de «Playing the Fool» (1976) junto a «Peel the Paint» sonaría aún mas musculosa, lo que me remite al segundo terreno infravalorado de Gentle Giant: su poder y potencia en vivo.



El disco comercialmente fue un claro fracaso con respecto al anterior, y la banda básicamente terminó girando predominantemente por el Reino Unido y Europa, lo que terminó menoscabando lo que había logrado en términos de popularidad durante 1975.

A partir de acá, las cosas tomarían un lento descenso, y a pesar de que este disco es mirado como «el disco que sigue a Free Hand que no es tan bueno», «Interview» merece un reconocimiento, si no como obra maestra, como una fotografía del momento que pasaba Gentle Giant y sus ansias de acomodarse a un mundo que le era, digamos, un poco hostil.