“Mëkanïk Dëstruktïẁ Kömmandöh” de Magma: El manifiesto de las fuerzas del universo

Preludio: El universo en expansión
La incandescencia, el caos, la amalgama de los elementos se hacían presentes hace 4.500 millones de años atrás, cuando el planeta que conocemos como Tierra comenzaba su periodo de formación. Un proceso que transformaría a este planeta en una excepción en el universo o quizás el mito viviente de la energía cósmica.
En realidad, todo comenzó “un instante atrás”, con el nacimiento de una estrella: nuestro sol. Rodeada de polvo y gas, comenzaba el proceso de creación de este incomprensible e inexplicable lugar que llamamos hogar. En un proceso de acreción a través de la gravedad, toda molécula se fue juntando para formar pequeñas rocas que con el tiempo crearían este lugar que habitamos. Un planeta naciente que no se asemeja en nada a la actual Tierra y que era una bola ardiente de roca líquida y que en su núcleo tiene una temperatura de casi 5200° Celsius (que casi coincide con la temperatura de la superficie del sol).
¿Por qué estoy hablando de esto, si lo que nos convoca es un disco? Sencillamente porque todo proceso que se dio y continúo a través de miles de millones de años, dio vida a uno de los álbumes más importantes de la vanguardia musical. Esa energía acumulada en las entrañas de la Tierra, la violenta y repetitiva visita de meteoritos, trajeron a esta oscura parte del universo un elemento muy importante que cambiaría todo: el agua. La formación de islas por medio de erupciones volcánicas, el carbono y proteínas que se fueron liberando igualmente por meteoritos, aminoácidos del espacio exterior y el caldo químico que se fue dando en las profundidades del mar, dio paso a la vida por medio de organismos microscópicos, bacterias unicelulares que con el paso de miles de millones de años fueron evolucionando. Todos estos elementos de patrones de creación, repetición (casi como un mantra sagrado), evolución, destrucción y vibración cósmica, son un tejido alquímico que se entremezclaron en una perfecta danza etérea para lo que podemos, ya no oír, sino que sentir en MDK.
Viajamos en esa ilusión que es el tiempo hacia dos fechas en que lo celestial se unió al hombre, dos fechas que marcan un antes y un después en el entrelazado del universo. La primera es el 23 de septiembre de 1926 y la segunda el 21 de febrero de 1948. Dos momentos en la historia de la música que, como un trueno venido de otros mundos, plantó su semilla para provocar una agitación tal, que el cosmos se agitó en torbellinos de plasma. John Coltrane y Christian Vander, a pesar de encarnarse en este planeta en diferentes años y países, fue para uno de ellos un todo, un elegido, el que tenía todas las respuestas, un ser que ya no era un hombre, sino que prácticamente un ser divino. Las melodías de carácter ya sublimes se adentraron de tal forma en las células de Vander que, cuando Coltrane comenzó su viaje a integrarse con la energía eterna, provocó un shock de tal magnitud en el músico francés que llegó a convencerse que ya nadie más podría volver a hacer jazz. Esto lo llevó no solo a crear una banda, sino que igualmente un universo completo como homenaje a su ídolo… Magma.
La iniciación de Vander con la música de Coltrane se dio en 1957 cuando su madre le presenta “Cookin’ with the Miles Davis Quintet”, diciéndole al pequeño Christian que “escuchara el sonido” del último tema del álbum, “When Lights Are Low”, en donde John hace un hermoso y cadencioso viaje sónico. Eso fue suficiente para que, en un estado de iluminación, Christian percibiera el camino que quería seguir. Luego vendrían discos que para el protagonista de esta historia eran música sagrada: “Giants Steps” (1960), “My Favorite Things” (1961) y la oda a la belleza espiritual llamada “A Love Supreme” (1965). Cuando escuchamos a Vander cantar y hacer sus juegos vocales, escuchamos el saxo de Coltrane en toda su magnificencia; cuando vemos a Vander en la batería en estado de trance y con sus manos abiertas, es la energía del universo a través de Coltrane manifestándose y utilizando a Christian como un vehículo para manifestarse en el mundo físico.
La creación de Magma lleva de la mano un concepto sonoro único. Uno que, como vibraciones de la materia oscura del universo, está llena de misterio y es, en muchos casos, insondable. La “zeühl muzïk” nos entrega melodías venidas de algún lugar ancestral y celestial para integrarse con nuestro subconsciente. En cuanto a las líricas de los temas, desafiando la razón, Vander nos presenta una lengua (kobaïano) que, como un mantra, transforma de cierta manera el sonido del saxo de Coltrane: una invitación a un viaje alquímico.

Construyendo una leyenda
Antes de que lleguemos a hablar de “MDK“, Magma lanzó dos álbumes que son parte de un proceso de iniciación. No solo de los músicos involucrados, sino también para las personas que han osado acercarse a la música de esta banda única. El primer paso se dio con “Kobaïa” (originalmente un disco homónimo), en 1970, y el siguiente en 1971 con “1001° Centigrades” (originalmente llamado Magma 2). En la primera obra se nos narra la partida de un grupo de personas desde la Tierra a Kobaïa, un lejano planeta inhabitado. En él, deben adaptarse y entender su nuevo entorno, desarrollarse espiritualmente y regresar a su planeta madre con un mensaje de esperanza escuchado por apenas unos pocos. En la segunda, se cuenta la epopeya de Rïah Sahïltaahk, un kobaïen que en su afán de ayudar a los terrícolas, regresa en un viaje solitario a Kobaïa donde pierde el camino y cae trágicamente en el planeta Malaria.
No puedo dejar de nombrar al álbum “The Unnamables”, de 1972, del grupo Univeria Zekt. Éstos eran, en esencia, Magma con otro nombre, en un intento de hacer más “accesible” el sonido del grupo y además, una forma de promocionar el sello discográfico francés “Thélème”, fundado por el productor Laurent Thibault (productor de “Kobaïa”, eximio bajista y ex gerente de Barclay Records).
Ahora sí, entremos de lleno en “Mëkanïk Dëstruktïẁ Kömmandöh“. ¡Hamataï!
Aunque el disco fue publicado en 1973, la suite de MDK (o, mejor dicho, parte de ella) tiene dos registros en vivo que se remontan a 1971. La primera proviene de una grabación que se hizo en el verano europeo, en el patio del castillo d’Hérouville (lugar que, con el paso de los años, se convirtió en un estudio de grabación por donde pasaron, entre otros, bandas como Gong, Pink Floyd, Jethro Tull, David Bowie, Rick Wakeman y Nektar), ubicado precisamente en la villa d’Hérouville, cerca de París. Aquí, podemos escuchar por primera vez partes de lo que más tarde sería conocido como MDK, pero con una inmensa diferencia respecto a la versión que escucharíamos en su versión de estudio. En esta grabación, la suite es nombrada como “Mëkanïk Kömmandöh” y está emplazada en un evento de vanguardia underground francés junto a grupos como Ergo Sum, Mor, Zabu (alias de Lucien Zabuski, músico francés de origen polaco), Solitude, Catherine Ribeiro, Contrepoint, Claude Engel (ex Magma y parte de Univeria Zekt) y Catharsis, entre otros, en una grabación que se conoció como “Puissance 13+2” (13 bandas/solistas franceses y dos invitados de Estados Unidos).
Laurent Thibault, gestor del evento, diría al respecto: “El ambiente fue maravilloso durante todas las sesiones de grabación, sesiones grabadas al aire libre, al sol, entre amigos. Estábamos motivados simplemente por el deseo de tocar música, la música que amamos de la forma en que queríamos tocarla. Todos los títulos de este álbum son inéditos, y la mayoría de ellos fueron grabados específicamente para esta ocasión…. este no es un viejo debut, es El Debut”.

El segundo registro de estas versiones previas proviene del show que Magma ofreció el 12 de noviembre de 1971 en el Théâtre 140, en Bruselas, Bélgica, y editado oficialmente en 1996 con el nombre de “Magma Concert 1971 Bruxelles“. Al igual que en el caso anterior, la suite se vuelve a denominar “Mëkanïk Kömmandöh“. Éste es solo un esbozo de lo que vendría después y los músicos involucrados en ambas grabaciones son: Christian Vander en batería y voz, Klaus Blasquiz en voz y percusión, François “Faton” Cahen en teclados, Yochk’O Seffer en saxo tenor, Teddy Lasry en saxo soprano y flauta, Louis Toesca en trompeta y Francis Moze en el bajo (quien posteriormente tocaría en Gong). Como les comentaba hace un momento, hay un elemento melódico que llama la atención en estas versiones. Y es que en el inicio se puede escuchar un arreglo en clave Bossa Nova (género musical de la música popular brasileña que deriva de la samba y con fuertes raíces en el jazz) que no deja de llamar la atención. Teniendo la duda si este elemento había sido traído a la composición por Christian Vander o Klaus Blasquiz, es que decidí escribirle a Blasquiz y preguntarle directamente sobre este tema, explicándole de que estaba haciendo este escrito sobre el MDK. Felizmente, obtuve una respuesta que aclara esta duda: “La melodía, las melodías de las composiciones de Christian Vander fueron aportadas por él mismo en la gran mayoría de los casos. Yo pude agregar, en ocasiones, algunas pinceladas, algunas adaptaciones vocales a esas melodías, ya que fui quien las cantó… La idea de la introducción de bossa probablemente proviene de Francis Moze, quien tocaba bossa en la guitarra antes de unirse a Magma como bajista, ¡un instrumento que nunca había tocado realmente antes!”
Despejada la duda, agradezco infinitamente a Klaus “Klötsz Zaspïaahk” por su respuesta.
Otro pequeño detalle que se escucha en la versión de Bruxelles es el uso de un instrumento de percusión que se toca con la boca, que en francés se denomina “guimbarde”, y cuyas raíces son chinas. También es conocido como “arpa de boca”, “birimbao” (aunque tiene otro tipo de estructura) y “trompe”.
Antes de adentrarnos de lleno en la obra en cuestión, es menester nombrar otra (¡Si! ¡Otra!) versión primigenia del disco. Esta fue grabada en el estudio Aquarium de París en enero de 1973. Quizás decir “otra versión” no es lo correcto, ya que lo que escuchamos es una “nueva” expresión de MDK, más cruda, que entrega una visión complementaria al disco que conocemos. Aquí ya encontramos prácticamente todos los elementos que escucharemos en su versión final, pero aquí contiene una intensa y profunda introducción al piano, la poderosa voz de Christian hechizando en kobaïano y tenemos la presencia de “Thaud Zaïa”, más conocida como Stella Vander-Linon. La grabación fue titulada “Mëkanïk Kömmandöh (Choeur de l’orchestre de la STORCHHAUS)” y los músicos presentes son: Christian Vander en la batería, órgano, percusión y voz, Stella Vander en los coros, Klaus Blasquiz en voz y percusión, René “Stündëhr” Garber en el clarinete bajo y voz, Jean-Luc Manderlier en piano y teclados, Jean-Pierre Lambert en el bajo y el coro de la Storchhaus, del cual no hay información precisa de quiénes o cuántos son los que cantan en este coro (aunque según Christian, pudieron ser cerca de 10 personas).
Esta versión “demo” fue interpretada de manera fiel en vivo en el festival Sigma de Burdeos, el 25 de noviembre de 1972, contando con el coro ya mencionado. Como curiosidad, el nombre del coro proviene de un cuento corto del escritor belga Jean Ray titulado “Storchhaus ou La Maison des Cigognes” de 1960. Como las cosas son impredecibles en Magma, y a veces se mezcla el principio y el final, esta grabación solo sería editada oficialmente en 1989.

El álbum
Lo que rodea la historia y composición de MDK está lleno de momentos mágicos, casi etéreos, que hacen que la suite nos transporte hacia esos lugares insondables de la energía omnipresente. Uno de esos momentos mágicos es la incorporación del enorme bajista Jannick Top (“Ẁahrğenuhr Reuğhelemësteh” en kobaïano), quien provenía de una banda llamada Troc, banda que había editado su disco homónimo ese mismo 1973. El terremoto sónico que significó la incorporación de Top a Magma es uno de los hechos más significantes que ha sucedido en la historia del grupo.
La suite está dividida en 7 partes:
• Hortz Fur Dëhn Štekëhn Ẁest
• Ïma Sürï Dondaï
• Kobaïa Iss Dëh Hündïn
• Da Zeuhl Ẁortz Mëkanïk
• Nebëhr Gudahtt
• Mëkanïk Kömmandöh
• Kreühn Köhrmahn Iss Dëh Hündïn
Toda la obra fue compuesta por Christian Vander (Zebëhn Straïn dë Ğeuštaah)
Los músicos responsables de este regalo del universo para los simples mortales fueron:
• Christian Vander en la batería, voz, órgano y percusión.
• Stella Vander en voz.
• Klaus Blasquiz en voz y percusión.
• Jannick Top en el bajo
• Jean-Luc Manderlier en teclados.
• René Garber en el clarinete bajo y voz.
• Claude Olmos en guitarra
• Teddy Lasry en bronces y flauta.
• Muriel Streisfield, Éveline Razymovski, Michèle Saulnier y Doris Reinhardt en voces.
Grabado en los estudios Aquarium de París y Manor de la villa Shipton-on-Cherwell, condado de Oxfordshire, Inglaterra, con la producción de Giorgio Gomelsky.
La historia que hay detrás del álbum la podemos encontrar en el booklet del disco:
Tercer movimiento de THEUSZ HAMTAAHK (Tiempo de Odio). El juicio de la humanidad por toda su crueldad, deshonestidad, inutilidad, vulgaridad y su falta de humildad. Como fue predicho por el profeta NEBËHR GUDAHTT, movido e inspirado por El Espíritu del Universo, en su infinita sabiduría.
Mëkanïk Dëstruktïw Kömmandöh es la historia del profeta Nebëhr Güdahtt, que hace a los habitantes de la tierra la siguiente revelación: si quieren salvarse de sí mismos, deberán limpiarse moralmente adorando al Principio Supremo Kobaïano: ‘Kreuhn Kohrmahn’, mediante el aprendizaje del canto sagrado denominado Zeuhl Ẁortz. En respuesta a este imperialismo cultural evidente, la gente de la tierra marcha inicialmente contra Güdahtt, pero lentamente, como cualquier creyente verdadero y mediante una espectacular conversión, Güdahtt atrae una base lo suficientemente amplia de adeptos para sobrevivir y cantar la música kobaïana. Lo que era una marcha de odio y lucha, se transforma en una catarsis colectiva
Contextualizando la obra de Magma, podemos hablar de trilogías que funcionan dentro de su propia narrativa. El “tercer movimiento” mencionado anteriormente, cual música de cámara, se refiere a la tercera parte de la trilogía “Theusz Hamtaahk”. Respecto a los dos movimientos anteriores, podemos decir lo siguiente:
• El primer movimiento se llama Theusz Hamtaahk y fue interpretado en vivo por la banda desde principios hasta mediados de los setenta (podemos escuchar la suite en el disco “Magma BBC 1974 Londres”, grabado el 14 de marzo de ese año y editado en 1999). La primera vez que la escuchamos de forma oficial es en 1981, dentro del álbum “Retrospektïẁ”, grabado en vivo en el Olympia de París en 1980.
• El segundo movimiento se titula “Ẁurdah Ïtah” (Tierra Muerta) y fue grabado el 4, 5 y 8 abril de 1974 por Christian y Stella Vander, Blasquiz y Top. Este disco fue grabado originalmente como la banda sonora del film “Tristan et Iseault”, del director francés Yvan Lagrange en 1972 y acreditado solo a Christian Vander. La grabación se llevó a cabo en el Studio de Milan en París y un mes antes de las sesiones del disco “Köhntarkösz”.
Volviendo a MDK: en palabras de Christian, este disco es su propio “My Favorite Things” y, según él, la melodía principal de la suite, una especie de mantra que se repite constantemente, y todo ese ambiente magistral que genera le recordaba a Carl Orff y, por supuesto, la energía canalizadora de Coltrane, era lo que estaba buscando para el desarrollo de la obra que lo tuvo ocupado durante 1972.
No siempre me ponía el traje de ser el único compositor. Por lo que, en 1973, le sugerí a Jannick que ofreciera algunas ideas. Él trabajó más que nada “detrás de escena” y decía: ok, estoy progresando, no estoy tan lejos. Creo que ya en ese momento estaba trabajando en “De Futura” pero en ese instante la banda no estaba preparada para eso. En la grabación hecha en los estudios Manor, nuestra preocupación al principio fue que el pianista Gérard Bikialo, no pudo entrar a Inglaterra por una desconocida razón. Entonces fue el organista del grupo, Jean-Luc Manderlier, el que tocó el piano, el cual manejó muy bien. Nos dimos un gran susto. Hicimos dos tomas, una por cada lado. Klaus actuó como una especie de guía para las voces y para la estructura melódica estaban Jannick, Manderlier y yo.
En este punto, Vander complementa con una historia cuya veracidad es debatible y queda a juicio del lector:
Es una historia triste pero estas cosas deben ser contadas. Un tal Mike Oldfield robó mi música. Más precisamente, algunos extractos de Mëkanïk y de “La” Dawotsin. Cuando grabamos “Mëkanïk Dëstruktïw Kömmandöh” en los estudios Manor, él estaba preparando la grabación de “Tubular Bells” en el mismo lugar, música que fue tomada de mi música. Fue música que, de hecho, fue tocada en frente de él, sin nunca imaginar por un minuto de que iba a tomar estas melodías y las pondría bajo su nombre. Cuando fui a ver la película “El Exorcista”, encontré la música maravillosa. Al principio no lo asocié, hasta que un día alguien me recordó que Mike Oldfield era el tipo que había estado en los estudios cuando estábamos grabando MDK.
La potencia con que arranca la suite nos transporta inmediatamente a un acantilado emocional, donde la razón es alejada por una energía venida de algún paraje a años luz de aquí. Las voces se manifiestan como en un ritual, donde la energía del interior de la Tierra se junta con las fuerzas del cosmos para crear un canto divino. El efluvio sónico que escuchamos transmuta no solo las células de nuestro cuerpo, sino que igualmente nuestro espíritu.
Estamos en presencia de música que no fue hecha para ser racionalizada, sino que, en unión con una fuerza que va más allá de nuestro entendimiento, sea experimentada, nos libere y deje caer hacia el abismo para experimentar un renacimiento. Cadencioso, asfixiante, oscuro, desafiante y a la vez lumínico, como una revelación que, con brutalidad armónica, te rasga las cadenas de la materia.
¿Es la famosa vibración final un despertar? ¿O el final de un camino entre sombras?
Más allá de MDK.
Es bien sabido que el álbum fue lanzado en 1973, pero en ProgJazz hemos hecho una profunda investigación a lo largo de estos meses para identificar el real día de lanzamiento de uno de los discos más laureados de la vanguardia de los 70′, que aún sigue en la nebulosa en internet, e incluso en el seno de la agrupación francesa. Todas nuestras investigaciones de archivos históricos disponibles, además de algunas pistas que nos dieron algunos de los integrantes del grupo, permiten aclarar con precisión que Mëkanïk Dëstruktïẁ Kömmandöh fue lanzado el 24 de agosto de 1973 a través del sello A&M en Estados Unidos, mientras que en Europa vería la luz en septiembre del mismo año a través de Vertigo. En Reino Unido, MDK debutaría en octubre de 1973 a través de A&M, pero otras fuentes hablan de enero de 1974.
Respecto a la grabación del álbum, ésta finalizó el 14 de abril de 1973 en los estudios Manor. Al día siguiente de dicho evento, se produjo un hecho de lo más excepcional: Christian Vander, Jannick Top, Klaus Blasquiz y René Garber hicieron una improvisación (experimental, vanguardista o como la quieran calificar) a la 1 de la madrugada, en donde Jannick tocaba el órgano en el estudio cuya ventana daba ¡A un cementerio! Un suceso con tintes de locura macabra que recuerda elementos de Art Zoyd, Henry Cow o Pharoah Sanders. Esto “es y no es” Magma, son los músicos en otro plano dimensional. Para fortuna de todos, este hecho quedó registrado bajo el nombre de “Sons: Document 1973“, lanzado en 1993. El mismo sirve más como documento sonoro que como “parte 2” de MDK, y aunque es un buen complemento, no deja de ser un experimento. De todas formas, este trabajo de improvisación refleja absolutamente el modus operandi de Magma: una suerte de mafia donde cada integrante puede brillar con luz propia, estando Christian o no bajo el papel de director creativo.
En medio siglo, MDK ha hecho un viaje a través de múltiples registros y con diferentes alineaciones, de las cuales podemos destacar:
• 17 de marzo de 1974: Marquee Club de Londres, Inglaterra (Editado en 2018).
• 24 de septiembre de 1975: Théâtre du Taur, Toulouse, Francia. La ausencia de Jannick Top en el bajo es cubierta por el gran Bernard Paganotti, mientras que al violín tenemos al gran maestro Didier Lockwood. (Editado en 1994).
• 2 de marzo de 1976: Opéra de Reims, Francia (Editado en 1996).
• 17 de abril de 1979: Bourges, Francia. Aquí encontramos una etapa o encarnación renovada de la banda con nuevas personalidades como Michel Hervé en el bajo, André Hervé en los teclados y Liza Deluxe y Maria Popkiewicz en los coros. (Editado en 2008, reeditado en 2020)
• Junio de 1980: Teatro Olympia de París, celebrando los 10 años de Magma (Editado como Retrospektïw I-II-III en 1981)
• 15 de octubre de 1995: La hermosa y sorprendente adaptación de la suite por un coro de niños. Esta nace por una colaboración entre Christian Vander y el experto en música rusa Gaston Tavel, quien se ha dedicado a producir música para niños a través de su organización “Vacances Musicales Sans Frontières”. En esta ocasión, MDK fue grabado bajo el nombre de “Baba Yaga La Sorciere “. (Editado el mismo año)
• 13 y 14 de mayo de 2000: La famosa y espectacular presentación en el teatro Trianon, en donde interpretaron los tres movimientos de “Theusz Hamtaahk”, en el marco de los 30 años de la banda. Aquí encontramos la formidable formación moderna de Magma que incluía músicos como el tremendo James Mac Gaw (que ya se unió a la energía del universo) en guitarra, Philippe Bussonnet en el bajo, Antoine Paganotti en voz, Julie Vander e Isabelle Feuillebois en coros y Emmanuel Borghi en los teclados (Editado como un boxset de lujo en 2001).
• 2005: Club Quattro de Tokio, Japón, en la gira que la banda realizó aquel año en ese país. Dentro de todos los shows presentados, Christian, Stella, Isabelle, Emmanuel, Himiko y Antoine Paganotti se presentan bajo el nombre de “Les Voix de Magma”, interpretando parte de la suite, junto a secciones de los otros dos movimientos solo con sus voces celestiales y el piano de Borghi (Editado en 2009).
Palabras finales
Hoy por hoy, Magma sigue revitalizando la suite con nuevos músicos, entre los que destacan Thierry Eliez en teclados y voz, Jimmy Top (hijo de Jannick) en el bajo, Simon Goubert en los teclados, Rudy Blas en guitarra, y Hervé Aknin, Laura Guarrato, Sylvie Fisichella y Caroline Indjein en las voces. La formación actual le entrega cierta frescura a la obra, dejando de lado los antiguos bronces característicos de la primera mitad de los 70, para dar paso a la belleza que pueden entregar las cuerdas vocales por sí mismas, sumando además las técnicas modernas del dueto de cuerdas y la enérgica sincronía que ofrecen dos teclados en un mismo escenario.
Mëkanïk Dëstruktïẁ Kömmandöh es pieza clave en un viaje eterno.
Antes de despedirme quiero agradecer con mucho cariño a Víctor Manuel Mariñan por haber sido mi maestro en esta aventura y por su valioso conocimiento de Magma. Sin él, nada de esto hubiera sido posible.