Rick Wakeman en Chile: La magia de los teclados está más viva que nunca

Rick Wakeman, quien tiene una data de carrera musical de más de 50 años, declaró hace un tiempo que finalizaría su carrera haciendo una gira en el modo más íntimo, donde bajaría su telón definitivamente. A esta gira, le llamó «The Final Solo Tour«.

Su curriculum simplemente es envidiable: El tecladista tuvo colaboraciones en discos como “Hunky Dory” (1971) de David Bowie, “Teaser and Fire Cat” (1971) de Cat Stevens, “Electric Warrior” (1971) de T-Rex y “Sabbath Bloody Sabath” (1973) de Black Sabbath.

Pero sin duda, lo que lo marcaría a fuego sería ser el reemplazo del tecladista Tony Kaye en Yes, dándole un nuevo sonido pomposo, barroco, pero exquisito, que también fue un ‘Talón de Aquiles’ para su impresionante catálogo de discos como “Fragile”(1971), “Close to the Edge” (1972), “Tales From Topographic Oceans” (1973), “Going for the One” (1977), “Tormato” (1978). También fue reclutado por Jon Anderson y la vieja camarería de Yes en “Anderson, Bruford, Wakeman, Howe” (1989), y el disco que desprecia, pero que los fanáticos igual valoran, como “Union” (1991) y el fabuloso “Keys to Ascension” (1996).

Como solista, nos enseña a través de su música la historia de la Madre Gran Bretaña en discos emblemáticos como “Six Wives of Henry VIII” (1973), “Journey to the Centre to the Earth” (1974), “The Myths and Legends of King Arthur and the Knights of Round Table” (1975), “White Rock” (1977), «Criminal Record» (1977) y “Rhapsodies” (1979), entre muchisimos otros de gran calidad artística, como asi tambien muy exitosos comercialmente.

Esta es la quinta y última vez que el mago de los teclados viene a Chile, contando las visitas anteriores en los años 1993, 2000, 2008, 2012 y 2018. Esta vez nos acercamos a un show más íntimo y sin banda, solo con un piano de cola y dos sintetizadores. Además de expresar su particular y archiconocido sentido del humor, también se dio espacio para rendir homenaje a sus héroes de la música docta como Bach, pero en clave moderna, sin dejar de lado la pomposidad y eclecticismo que lo caracteriza.

La cita es un sábado 6 de abril de 2024, la primera de dos fechas que el británico agendó en Santiago de Chile. Mientras llegaba el público asistente al íntimo espectáculo, se escuchaba, de fondo, las canciones del último disco lanzado en 2023 llamado “A Gallery of the Imagination”. Se apagaron las luces, el público completamente emocionado y llega Rick Wakeman a sentarse a tocar junto a sus dos sintetizadores “Catherine of Aragon” y “Catherine Howard”, las primeras canciones que tocó con sus sintetizadores, de una forma muy pomposa y virtuosa, dando a entender que la magia en sus teclados permanece.

Para los fans más acérrimos como el que escribe, se extrañó sus sets de Mini Moogs que siempre ostenta en sus conciertos, pero demostró un virtuosismo absoluto en estos temas de su primer disco, “Six Wives of Henry Six” de 1973.

En un momento, el maestro se levantó para contarnos que esas canciones son de su primer disco y bromea con que él llegó a tener solo 4 esposas, mientras el público aplaude y Wakeman le dice al público que lo único que sabía decir en español es: “Me da una cerveza sin alcohol”, para luego indicar pasar a su gran piano de cola para su sentido homenaje al eterno David Bowie: “Space Oddity” y “Life on Mars”. La primera canción nos adentra de forma íntima y bien solemne, tal como si estuviéramos viajando hacia el cosmos para encontrarnos con él, con las notas haciéndonos cantar aquella canción donde Major Tom se pierde en el espacio, para que de una coda pasásemos a la siguiente canción que es perteneciente al disco “Honky Dory”, donde también las notas del teclado nos hacían corear las canciones. Aquí Wakeman se nota que es un músico dotado de la influencia de Bach, llevando lo aprendido a un modernismo absoluto, porque las tonalidades que hace son espectaculares.

Después de dar el increíble homenaje a David Bowie, se levanta e indica que las siguientes piezas que va a tocar a continuación es del disco “The Myths and Legends of King Arthur and the Knights of Round Table” (1975), cuando declaro (en modo de broma) que tenía como 3 años cuando la compuso y da paso a sentarse junto a los sintetizadores, sonando “Arthur”, en una hermosa introducción única y alucinante, demostrando su tradicional virtuosismo en los sintes, para luego dar paso para “Guinevere”, que por supuesto da la calma a la tormenta, siendo un poco más íntima e incluso más romántica. A esta le siguió “The Last Battle”, que es un poco más poderosa como si realmente finalizara en cada nota que toca, dándonos paso a una de sus canciones más entretenidas de su reportorio musical, que también apuntan a su sentido del humor, con “Merlin the Magician”, demostrando virtuosismo al momento de tocar y sin perder su habitual comicidad.

Luego de eso, nuestro querido mago de los teclados se para indicar la siguiente pieza. “Six Horses”, es una pieza que puede decirse que es un tema más íntimo, más romántico que pertenece al disco de “Rhapsodies” de 1979, una canción muy solemne, muy clásica, que también demuestra que Wakeman tiene ese lado de virtuosismo, pero a la vez tiene un poco de melancolía en esta pieza, bien serena y muy pulcra compacta. Uno de los grandes momentos inolvidables con esta canción que por supuesto fue espectacular.

A continuación, Rick Wakeman se levanta para indicar que tocará unas nuevas versiones de Yes en piano de cola llamada la “Yessonata”. Para los conocedores del mundo de la música clásica que por supuesto viene de Bach, Mozarth, Beethoven o Chopin, una sonata se define como una composición para uno o más instrumentos en la que se componen movimientos y uno de ellos deriva en la sonata. Aquí nuestro querido mago hace movimientos en un estilo más moderno, pero con su cuota en lo que hizo en Yes.

La “Yesonata” está compuesta en primera parte con una increíble introducción de uno de los discos emblemáticos que estuvo Wakeman con su banda madre que fue “Close to the Edge” de 1972, en piano a diferencia de los clásicos sintetizadores y MiniMoogs le da un estilo más íntimo, más pulcro, más llevadero. Después pasamos a otra de las clásicas canciones de Yes con “Awaken”, que demuestran virtuosismo en el piano del disco “Going for the One” de 1977, para pasar a una canción insigne de Yes que fue “Wonderous Stories” del mismo disco. El público coreando en silencio esta hermosa melodía para luego pasar a “The Meeting”, una de las canciones del famoso “Yes europeo” conocido como el “Anderson Bruford Wakeman Howe” de 1989, donde el piano del maestro emula el terciopelo vocal de Jon Anderson, bastante íntimo y romántico, si es la palabra adecuada.

“Roundabout”, en piano, suena espectacular, bastante limpio e inteligente, la adaptación del movimiento del disco “Fragile” de 1971. De ahí al estado solemne de “South Side of the Sky” del mismo disco, lo cual también las teclas al ser tocadas se nota la calidad interpretativa y de talento. En “Heart of the Sunrise”, Wakeman emula con el piano las líneas de bajo del recordado Chris Squire, una muestra radiográfica de lo que era Yes en los 70′ como un grupo donde las ideas y la experticia de cada integrante convergen en un sello de nivel cósmico.

Todos estos matices de homenaje al extinto bajista y fundador culminan con “And you and I”, una emblemática y romántica pieza del disco “Close to the Edge”. Lo clásico con lo moderno funcionando con creces, y al estilo de los propios Yes, resaltando la presencia de la sección “Apocalypse” con lo cual concluye la “Yesonata” de una forma bastante melancólica e íntima.

Luego de unos increíbles movimientos, Rick Wakeman finaliza realizando unos homenajes hacia John Lennon y Paul McCartney, haciendo un tributo a la banda emblemática de Liverpool como The Beatles. “Help”/”Eleanor Rigby”, primero tocó de forma casi electrónica y muy ecléctica, pasando un poco más al progresivo con “Help!”, del disco de 1965 de The Beatles. Calidad sobrehumana, pasando después a algo más calmo con “Eleanor Rigby” del disco que hizo que Los Fab Four fueran más experimentales con “Revolver” de 1966.

Finalmente, Rick Wakeman se levanta y el público aplaude enérgicamente tras bella presentación y se retira del escenario agradeciendo al público. Con un público prendido y clamando por más, el mago de los teclados llega al escenario finalmente para tocar otro de sus discos emblemas que es “Journey to the Centre of the Earth” de 1974, que justo este 2024 celebra sus bodas de oro.

“Journey to the Centre of the Earth”, demuestra que Rick Wakeman se las puede batir en cualquier tipo de teclado. La última pieza del encore lo hizo en piano solamente, incluyendo varios ritmos variantes hipnóticos en piezas de aquel emblemático disco. Notable el modo de interpretación de esta pieza en piano en su última canción. Termina el viaje y el mago se despide de una maravillosa jornada, donde nos deleitó con lo mejor de su discografía.

Rick Wakeman demuestra que puede unir lo clásico con lo moderno con un piano de cola y sintetizadores, todo mediante su magia inagotable, pese a que declaró que el 18 de mayo lo fueran a saludar por el fin de su carrera en su «Final Solo Tour». A pesar de un formato completamente solitario, aquello lo hizo más solemne, más íntimo, como si trajésemos de vuelta a un Bach o un Chopin de la era moderna.

Ni siquiera se se echó de menos ni la banda más conocida como el “English Ensemble”, ya que demuestra que por cuenta propia puede hacer un gran concierto y que todos tengan una gran concentración hacia él, porque lo que presenciamos es como si nos llevasen de vuelta a la época de la música clásica, donde disfrutas a un pianista docto de estirpe.

Rick Wakeman, el mago de los teclados, demuestra después de más de medio siglo de carrera que su magia, es innata.

Texto: Nicolás Nova

Fotos: Cristian Carrasco (Atenea)


Rick Wakeman en Teatro Teletón, sábado 6 de abril de 2024, Chile

Setlist:

  • Jane Seymour / Catherine Howard
  • Space Oddity / Life on Mars?
  • Arthur / Guinevere / Merlin the Magician / The Last Battle
  • Sea Horses
  • Yessonata
  • Help! / Eleanor Rigby
  • Encore
  • Journey to the Centre of the Earth

Audiovisual de profesión, melómano por gusto y periodista musical desde el estómago. Amante de la música pesada y el rock de vanguardia, tanto de viejo cuño como lo nuevo. Desconfío de quien reniega de Jimi Hendrix en la música.

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