Wichañe y “La Poesía está en la Kalle”: La revolución en plena vigencia

Introducción

Hablar sobre música es como aventurarse en un abismo sostenido únicamente por los acordes y compases que guían el viaje propuesto por un disco. Te toma de la mano y te lleva por senderos insospechados, revelando mundos desconocidos antes de que sus notas alcancen tus oídos. Así, sumergirse más allá de la superficie musical se convierte en un ejercicio fascinante y enriquecedor para cualquier oyente. En esta ocasión, nos adentraremos en un álbum que había estado en la mira durante un buen tiempo, un trabajo que fue cocido a fuego lento y que tuvo un nacimiento modesto, casi como en un pesebre, pero que ahora irradia su propia luz. No, no me refiero al Mesías, sino a “La Poesía está en la Kalle“, el segundo larga duración de la banda chilota de Rock Progresivo y folklore conocida como Wichañe.

Con una propuesta más inclinada hacia lo contestatario, Wichañe nos presenta una obra que, aunque no sigue un concepto definido de manera explícita como lo hizo en su trabajo anterior (“Pedro María Ñancupel, El pirata de Chiloé, 2018”), implícitamente lo construye. En ella se entrelaza un orden y un relato que se unen en la lucha de clases y en la batalla diaria por la dignidad y los derechos humanos. No obstante, el álbum nos transporta a través del tiempo y el espacio, llevándonos a los tumultuosos años 90 con una pelea callejera, o a la primera década del siglo XX con una narrativa basada en el relato del escritor chilote Francisco Coloane sobre la revuelta en la Patagonia.Dentro de este contexto, la banda isleña una vez más demuestra su destreza en la composición, liberando melodías al mundo que no pueden pasar desapercibidas por nadie. Aportan una perspectiva tridimensional que abarca aspectos geopolíticos, sociales y económicos, reafirmando su capacidad para ofrecer una experiencia musical profunda y significativa.

Antecedentes

Con una trayectoria de seis años, la banda Wichañe ha dejado una profunda huella con la creación de dos discos notables. Su primer álbum nació con el propósito de destapar ante el mundo la historia injusta de “Pedro María Ñankupel, el Pirata de Chiloé”. En su segundo proyecto, nos presentaron “Aparejos”, una sesión en vivo vibrante extraída de una obra audiovisual del mismo título.

Fue en este transcurso que las canciones que conforman la obra que nos convoca comenzaron a tomar forma. Desde 2018 hasta 2023, la banda compuesta por Cristian Vargas (bajo y voz), Danilo Pozo (batería), Pablo Córdova (teclados y sintetizadores) y Joaquín Manríquez (guitarra eléctrica) trabajaron con una constancia envidiable y creativa. Poco a poco, emergieron las canciones que hoy podemos deleitar. Este período coincidió con el “Estallido Social” y la pandemia, momentos en los cuales el confinamiento y la balanza de poder en Chile, como suele suceder, favorecieron al más fuerte, dejando nuevamente al pueblo de lado.”La Poesía está en la Kalle” es la evidencia más clara de la evolución musical, con comparaciones inevitables entre los sonidos de su primer disco y este. Es cierto, los contextos son diferentes, el oído se entrena a lo largo de los años, y es gratificante tener un producto con la calidad que ahora palpamos. El álbum fue registrado en varios lugares: Felipe Espinosa se encargó de grabar uno de los temas, otros se grabaron en el Taller Acordeón de Chiloé y el resto en el estudio “La otra Mano”, dirigido por Carlos Vargas, fundador y líder de la banda Varaje. Un punto destacable es que la mezcla estuvo a cargo de Patricio Portius, quien ya ha contribuido en la mezcla y producción de varios discos, como “Lenguaje y comunicación” de “Solteronas en Escabeche”, y ha sido nominado al Grammy junto a Mon Laferte en otros trabajos.

Las canciones

El telón se eleva al son de “Interferencia Cambalache”, un juego sonoro que simula sintonizar un dial radial, adentrándonos en este clásico tango compuesto por Enrique Santos Discépolo en 1934. “El mundo fue y será una porquería, ya lo sé…” resuena mientras se despliega una descripción atemporal de los variados tipos de personajes que se cruzarán en nuestra existencia, en este mundo en constante giro que nos abraza y nos reprime. La lucha social se justifica desde esta tribuna.

A continuación, emerge “Doy Cara”, el primer sencillo del disco, un impactante puñetazo en el contexto de esta obra. Un poderoso solo de saxofón (magistralmente ejecutado por Gustavo Chávez) se fusiona con la enérgica batería de Daniel Solís, acompañados por una línea melódica persistente de bajo y teclados que evoca el espíritu de la banda porteña Cazuela de Cóndor. Aquí, la letra es directa y sin rodeos, y la música entrelaza de manera exquisita el rock y el free jazz, dejando en claro que lo que está por venir es serio.

Si hablamos previamente de evolución, “Crónica de un domingo” es la prueba de que Darwin habría encontrado su inspiración en el archipiélago de Chiloé. En esta composición, las mentes creativas de Cristián Vargas y Pablo Córdova se despliegan en su máxima expresión. Córdova compuso esta tonada psicodélica y sombría que narra el asesinato de un joven y cómo su madre recibe la macabra noticia. La canción se sumerge en un pasaje instrumental con cuerdas que crece y te sumerge en la mente de la madre, sintiendo el impacto de la muerte de su hijo. Si buscamos comparaciones, podríamos evocar a Pink Floyd y Los Jaivas en una danza mortuoria de realidad en una comuna periférica del crudo Santiago de Chile.

La canción que da título al disco, “La Poesía está en la Kalle”, una hermosa melodía cuya letra aborda la personalidad de la poesía como un personaje rebelde que abandona las anquilosadas bibliotecas para enfrentarse en primera línea, luchando por los seres humanos que día a día pelean por un mundo mejor para ellos y sus familias. Es una de las composiciones más logradas del álbum, que recoge influencias de los grandes referentes chilenos del rock como Los Jaivas y Congreso. No obstante, el sello distintivo de Wichañe se destaca a través de la creatividad y la fusión con el folklore.

En una especie de segundo acto, avanzamos y emerge “Interferencia Desde la Cárcel”, esta vez como un guiño al primer disco de la banda, con una canción del mismo título que proyecta una letra potente e inquietante sobre cómo la sociedad trata al pueblo mapuche. Este segmento da paso a un pasaje instrumental llamado “Intro Püfüllkatun Wichañe”, donde Cordova Huaquipan muestra sus dotes creativas al grabar esta melodía con sus teclados y sintetizador, acompañados por püfülka, afafan y xompe, instrumentos mapuches, creando un crescendo que eleva la experiencia. De forma inmediata, entra “Wichañe”, continuación del trance anterior, que trae consigo ritmos rítmicos, contratiempos y destacados solos de guitarra y bajo que cautivan al oyente.

“Eluwün de un Weichafe” transmiten las palabras de un lonko despidiendo a un guerrero caído a manos de las fuerzas represivas del Estado Chileno, llamando a la unidad y a la lucha contra la represión que sufre su pueblo. Sin embargo, en medio del momento místico, se perciben los sonidos de cámaras y celulares que registran este instante, lo cual, quizás de manera involuntaria, plantea reflexiones sobre cómo la globalización alcanza incluso estos rincones, viralizando las potentes palabras de este líder mapuche.

Ingresamos a la última fase del LP con “Interferencia Hijos del Pueblo”, que nos sumerge en la lucha obrera, en la perpetua lucha del trabajador oprimido frente al poderoso empresario, explotado y desprovisto de derechos que, al alzarse, es aniquilado y utilizado como advertencia para prevenir futuras revueltas. Este fragmento proviene del canto presente en la película “Patagonia Rebelde” del cineasta argentino Héctor Olivera, pero su origen se remonta a los cantos anarcosindicalistas de la Primera Internacional.Entonces, emerge una versión acústica conmovedora de “La Poesía está en la Kalle”, entonada por Vargas con la pura fuerza de su voz y una guitarra de palo. Conmueve profundamente.

Todo esto allana el camino para “El Chilote Otey”, una canción impactante que fusiona los ritmos de la tonada con elementos del rock progresivo y pinceladas psicodélicas. Nos transportan a una Patagonia revuelta durante el levantamiento obrero de la primera década del siglo XX, esta canción se inspira en los escritos de Francisco Coloane, particularmente en su relato ficticio “De cómo murió el Chilote Otey”. El tema narra la represión y la masacre sufrida por los peones rurales de la provincia de Santa Cruz a manos del ejército argentino, centrándose en la vivencia de Bernardo Otey, quien enfrenta una doble discriminación por ser trabajador rural y chilote.

Sellamos esta obra magistral con “Una Madre está llorando”, un extracto instrumental de cuerdas que surge de “Crónica de un domingo”. Aquí, una vez más, somos testigos de la madurez compositiva de la banda, con matices que recuerdan a Crimson en esas cuerdas frotadas en staccato y contrapunto, dando así un cierre digno a esta odisea.

Un destacado

“La Poesía está en la Kalle” es un larga duración que destaca de manera innegable. Este trabajo rebosa de calidad, presentando una ejecución impecable que resuena perfectamente en cualquier dispositivo. Mantiene una coherencia sólida en línea con los registros característicos de Wichañe, y nos expone a la excelente música que emerge de otras regiones de nuestro extenso y angosto país. Este álbum desafía la tendencia de centralización sonora promovida ilusoria y egoístamente por la industria musical chilena, que a menudo presta atención exclusivamente a ciertos arquetipos musicales, pasando por alto las resonantes creaciones que surgen en las diversas regiones de Chile. Aquí tienes la oportunidad de sumergirte en música de genuina calidad. No dejes escapar esta ocasión para recibir una verdadera dosis de educación musical directa y estimulante.


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