«Zëss – Le Jour du Néant» y la profética visión de los tiempos

Magma Zëss

Me parece terrible tener que caer en la manía de utilizar a «Mëkanïk Dëstruktïẁ Kömmandöh» como pivote de comparación ante todos los trabajos de Magma que han debutado desde 2009, año en que la música de Christian Vander y compañía me encuentran en un periódico de The Clinic, del mes de abril de ese entonces.

Es cierto que mi ambición por la música de los ya mencionados entra en mi cabeza de manera definitiva con la edición de «Ëmëhntëhtt-Ré», porque si se han de seleccionar tan solo tres piezas claves en el universo de Magma, éstas son definitivamente Kobaïa, De Futura y Hhaï, quienes van por detrás de «MDK», un concepto tan amplio que no debe ser nunca oído a la ligera. Un álbum incomprendido, pero respetado por completo, al ser este el punto más alto de la banda, hasta ahora…

«Zëss es la historia del fin de los tiempos, es el olvido absoluto, como una noche sin sueños; se siente como si nada hubiera existido, ni existiera jamás.
Toda forma de conciencia ha desaparecido». Christian Vander

La edición final de Zëss, publicada el 28 de junio de 2019 (con un prelanzamiento el 14), completa un ciclo iniciado en 1977, diez años después de la partida de John Coltrane, y que coincide de una manera especial con los 50 años de la banda. Si bien «Ëmëhntëhtt-Ré» también fue grabado 40 años después de su concepción (y «K.A», 35 años), la magnificencia de este nuevo álbum se ve aumentada, en parte, por la presión de los fanáticos que durante la gira ‘The Endless Tour’ preguntábamos ansiosos, en todas partes del mundo, por Zëss y su grabación pendiente.

Mucho se dijo, y era Stella quien respondía «Soon!», tratando de calmar a su público, y generando el efecto completamente contrario. La primera revelación nos la da el sueco Morgan Ågren, baterista de Kaipa y colaborador de Dweezil Zappa entre otros, quien nos cuenta en sus redes sociales que ha sido reclutado para trabajar en una pieza muy extensa de Magma. ¿El resto? solo «hype».

La naturaleza de los músicos de Magma siempre rezan que sus composiciones están hechas para piano, y el resto (voces, guitarras, bronces, batería) son solo desarrollo. Pues bien, Zëss marca el camino al desarrollo de un maduro Christian Vander, mil veces elogiado, y esta vez enaltecido por coordinar un trabajo de joyería que representa la culminación de medio siglo de entrenamiento. Un cierre de ciclo, una conclusión lógica, y la apertura de un universo que va más allá de nuestra propia imaginación.
Para mi, MDK es la copa más brillante de la música espontánea. Mucho hay de eso en su obra, a pesar de que ha sido trabajada desde 1971, con muchos cambios con respecto a sus versiones modernas.

Siempre existe un juego entre medio, una sensación de cambios, de lujos, de atardeceres. É-Ré era perfección. 40 años de prolijidad derramada en un pentagrama cuidadosamente diseñado para no dejar ningún concepto clave fuera. Es un anochecer. – Zëss, en cambio, es un equilibrio entre ambos trabajos ya mencionados. La manera de hacer las cosas de Vander se torna gratitud al contemplar un amanecer. Zëss deja de ser un punto en el caos donde todo está finalmente deshecho. Zëss es, finalmente, el cambio de ciclo, el fin de un período, el término de años de cálculo y concentración. Un todo. Armonía entre los músicos, las voces, y una elegante orquesta invitada, quienes dan categoría en este trabajo creado con mucho más amor que cualquiera de los hijos de los hombres.

«Félicité Thösz», «Rïah Sahïltaahk» y «Šlağ Tanz», representan a esta altura reconciliaciones entre la banda y su propia música. Discos relativamente breves que exploran inicio, transición y fin de la historia del legendarium de la banda. La expectativa personal siempre fue mínima y los resultados fueron bellos, mas nunca demoledores. Este no es el caso de Zëss. Espero que todos estén de acuerdo en que Zëss suena fresco, y marca un instante en que la banda se reinventa dentro de un propio concepto ya conocido por todos. Su sonido se convierte en ejemplo de profesionalismo, y no quiero apresurarme, pero me arriesgo a decir que estamos frente al mejor álbum de la banda.

Y si no están de acuerdo, al menos sí lo estarán en esto: éste definitivamente es el disco más bello y conmovedor que los franceses nos han entregado: un hermoso digibook con un librillo incorporado de 42 páginas que incluyen letras en francés e inglés, además por supuesto de sus partes en kobaïen. El arte fue realizado por Géral Nimal. La dirección por Stella Vander Linon. Música y letras por Christian Vander. Mezcla por Francis Linon.

La Orquesta Filarmónica de Praga, dirigida por Adam Klemens – Smecky Music Studio – Praga – 11/2018

Alineación del álbum:
Bajo – Philippe Bussonnet
Coros – Hervé Aknin, Isabelle Feuillebois, Julie Vander, Laura Guarrato, Marcus Linon, Sandrine Destefanis, Sylvie Fisichella
Batería – Morgan Ågren
Guitarra – Rudy Blas
Voz principal y coro – Stella Vander
Piano – Simon Goubert
Composición y voz principal – Christian Vander
Concertmaster – Lucie Svehlova
Conductor – Adam Klemens
Orquestación por – Rémi Dumoulin

con la participación de la Orquesta Filarmónica de Praga,
con ustedes,
Zëss – Le Jour Du Néant:

01. Ẁöhm Dëhm Zeuhl Stadium (Hymne Au Néant)
El Fender Rhodes abre como de costumbre. Esta vez con un piano que le acompaña, y varias cuerdas siguiéndole de manera hipnótica en la introducción que ya todos conocemos. Christian corta de una manera fría para dar paso al juego de voces estelarizado por Isabelle Feuillebois, Hervé Aknin Julie Vander, Laura Guarrato, Marcus Linon, Sandrine Destefanis, Sylvie Fisichella, y por supuesto, Stella Vander-Linon. Entra Christian a jugar entre medio, para sumergirse entre los bronces y las cuerdas, cual sincronía de jazz. El himno acaba, parte el conjuro.

02. Da Zeuhl Ẁortz Dëhm Ẁrëhntt (Les Forces De L’Univers – Les Eléments)
Morgan Ågren a la batería, en una sincronía perfecta con Simon Goubert en el piano y Philippe Bussonnet al bajo. Christian comienza con su hermoso poema saludando al Maestro de las fuerzas del universo. La calma se va revolviendo con el caos previo de las vidas que están en juego, a las cuales les llega la hora de morir, agradeciendo por ello. La letra se mezcla entre el propósito e identidad de este Maestro del todo en medio de la nada. Un par de versos más extensos de lo que estábamos acostumbrados. Maestro de todo, Zeuhl (celestial) es tu nombre. El piano, la batería, el bajo permanecen inmutables, con el mismo ambiente que intenta relatar el poema, el de un estadio antiguo con los testigos esperando el momento clave del universo de Magma.

Morgan Ågren, como un perfecto reloj, al mando de los tambores.

03. Dïwöóhr Spraser (La Voix Qui Parle)
La voz que habla comienza a verse acompañado por los bronces de la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de Praga, bien instruida por el señor Rémi Dumoulin. Christian comienza a avanzar en el poema de invocación, para luego delirar, avanzando de una manera aplastante. Se acerca el verso tan esperado:
«Ëmëhmöh nëmëhsïn
Ëmëhmöh nëmëhsïn
Ëmëhmöh nëmëhsïn
Ëmëhmöh…»

Stella e Isabelle, el coro completo entra en acción…

04. Streüm Ündëts Ẁëhëm (Pont De L’En-Delá)
Comienzan los vientos, las cuerdas, la voz de nuestro gran Zëbehn Straïn Dë Ğeuštaah liderando de manera desgarradora a los músicos. En las versiones previas podíamos escuchar a Christian volverse loco en conjunto con la guitarra de James MacGaw, y creo que la manera mas respetuosa de seguir adelante era dándole espacio a la Orquesta completa interpretando la música celeste, abriendo la posibilidad de sentir de manera única al gran estadio ubicado en medio del espacio exterior. El coro entra de vez en cuando a anunciar lo que debe ser, mientras que la base rítmica del señor Ågren se mantiene estable de una manera que jamás habíamos podido oír. Incluso en las transiciones su juego con las baquetas muestran su formación en el jazz, el rock y el metal progresivo, dando el mejor toque de -zeuhl muzik- que habíamos podido oír fuera del mismo Christian hasta la fecha. Este puente nunca sonó más emotivo y profesional que ahora.

05. Zëss Mahntëhr Kantöhm (Le Maître Chant)
El Maestro habla. Se comunica a través de Christian y Stella en perfecta armonía con los músicos previos, y el joven Rudy Blas hace una entrada perfecta. Una experiencia única de la cual no se puede hablar más, sólo apreciarlo con lucidez.

06. Zï Ïss Ẁöss Stëhëm (Vers L’Infiniment)
«Sanctus sanctus… Ïëzüsz krïstüsz…»
Comienza el canto final. El tempo de Årgen parece no flaquear ni detenerse. El coro, orando al cielo, al infinito, mientras Christian irrumpe con Ëhn Deïss, canto para recordar a Dios, al Ser Supremo, a Kreühn Köhrmahn. Las voces, los músicos, la orquesta, se disparan al cielo de una manera descomunal, pocas veces oídas, evocando un sentimiento de sanación a través de las palabras.
El caos se mezcla con la incertidumbre y el virtuosismo hasta llegar a la cumbre del Zeuhl. Se escucha claramente el último grito: «KOBAÏA ISS DËH HÜNDÏN! – ZAÏN! ZAÏN!«
Las voces, los instrumentos, el trance se apaga de golpe, y le acompaña de forma colectiva un enérgico «OM».

07. Dümgëhl Blaö (Glas Ultime)
El álbum concluye con una coda que, hasta donde sé, era completamente inédita. Se siente la paz y tranquilidad del fin de un ciclo armado durante medio siglo en honor a John Coltrane. El piano entra de manera lenta, precisa, para ser seguido por las cuerdas de la Filarmónica, y la voz de Christian completando la oración iniciada en 1977, con el coro revoloteando alrededor de esa voz eterna, firme, grandiosa. Vientos dan un toque de armonía luego del juicio final.
OM, el mantra sagrado da término a un trabajo pulido durante décadas. El cierre perfecto para una jornada de fulguración, apoteosis y transfiguración.

26 de junio de 2019. – Presentación oficial de Zëss en Francia, en la Grande Salle Pierre Boulez junto a la Orquesta Filarmónica de París,
Magma celebró sus 50 años de carrera con un épico show a sala llena, de tres horas y media de duración
Mucho texto, sin pretensiones, sin intentar compensar la carencia de objetividad con palabras rebuscadas. Honesto y extenso como el sonido 𝘱𝘳𝘰𝘨𝘫𝘢𝘻𝘻 que nos mueve.

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