«Orlando: le Forme dell’Amore» de Banco (2022)

Hace poco más de cuatro meses, Banco del Mutuo Soccorso celebraba los 50 años de su álbum debut, de título homónimo, y también conocido como el Salvadanaio. El día de hoy, Banco nos entrega otro regalo: Orlando: Le Forme dell’Amore, editado por InsideOut este 23 de septiembre de 2022.
Banco podría haber celebrado de muchas maneras. Cualquier banda habría hecho una revisión de su propia historia, pero el grupo nunca ha pretendido quedarse en el pasado. Como ya lo demostró con Transiberiana, incluso con la tristeza de la pérdida de dos de sus miembros clave, Banco del Mutuo Soccorso vive con, en y para la música. Banco es música. Y con ella, mantiene vivo su enorme legado de medio siglo: siempre respetándolo, pero atreviéndose a construir sobre él. Ello queda claro con la declaración del propio grupo:
“Nunca me han gustado los aniversarios celebrados con champán. A Banco le gusta celebrar los momentos realmente importantes con trabajo concreto. Por eso, nos pareció hermosa la posibilidad de poner en nuestro pastel de cincuenta años no una simple y simbólica vela, sino una auténtica y especial guinda sobre la torta”.
Así, nacía la idea de Orlando en el seno de Banco del Mutuo Soccorso.
Banco y Orlando: un concepto de 50 años
El vínculo entre la obra de Banco y la historia de Orlando no es nuevo. Tal como revisábamos en la reseña de su disco debut, el track de apertura (In Volo) se inspiraba en la obra “Orlando Furioso”, de Ludovico Ariosto. En efecto, las líneas recitadas aquí aludían a dos de sus personajes centrales: Astolfo y el Hipogrifo, el caballo alado.
Desde este concepto, Michelangelo, hijo de Vittorio Nocenzi, propone construir las bases de Orlando: Le Forme dell’Amore. Sin embargo, considerando los cinco siglos de distancia entre la obra original y el disco, Banco decidió proponer un mensaje actual inspirado en la historia de Orlando. Después de todo, una historia ambientada sobre la guerra entre Carlomagno con los sarracenos no tiene el mismo significado hoy en día.
En la historia original, Orlando ocupaba un alto mando en el ejército de Carlomagno, y uno de sus hombres de confianza. En el contexto de la guerra, tuvo que tomar una difícil decisión: socorrer a sus soldados, que estaban siendo aplastados por sus enemigos, o rescatar a Angélica, la mujer a quien amaba. Orlando opta por el amor, pero Angélica lo rechaza. Ella se había enamorado de Medoro, un soldado sarraceno de bajo rango. Uno de los preferidos del emperador, era desechado por un enemigo cualquiera. El desamor, llevaría a la locura a Orlando.
Es así como Banco asocia a Orlando con el amor. Un amor visto desde diferentes perspectivas, como veremos más adelante. Tal como en la historia original, hoy vivimos en un contexto de confrontación, violencia y guerra. Confrontados entre países, naciones, y personas. Incluso entre la humanidad y su propio planeta, con la amenaza que esto conlleva. Ante lo anterior, Banco propone el amor, encarnado en la música y la poesía, como forma de de enfrentar este lamentable y peligroso estado para el ser humano.
Las canciones del álbum
Banco dispone de 15 pistas para dar forma a Orlando: Le Forme dell’Amore, cada una de ellas dedicada a una forma de amor. Todo comienza con Proemio, que abre con sonidos oníricos que bien recuerdan a “In Volo” de su debut. Haciendo uso de líneas extraídas de la obra original, Vittorio va poco a poco impostando su voz, acompañado de guitarra acústica y toques de guitarra eléctrica.
Dicha pista se empalma con La Pianura Rossa, uno de los dos adelantos del disco, y que nos narra la guerra, como la antítesis del amor. Esta comienza con una brutal secuencia de notas, mientras las letras ponen de manifiesto la confrontación, estableciendo arreglos musicales arabescos o sinfónicos, de acuerdo con el bando que protagoniza cada sección. La música al servicio de la historia, en una fantástica expresión de rock progresivo.
Un piano pausado abre los compases de Serve Orlando Adesso, con un aire cadencioso que se acompaña arpegios de guitarra acústica y apariciones fugaces de guitarra eléctrica y suaves sonidos de Hammond. Las armonías ganan paulatinamente en emotividad, creando un ambiente de soledad e introspección. Las letras por su parte, expresan cómo Orlando ha renunciado a amar, para servir a su ejército.
Dicha atmósfera se rompe con los rasgueos de guitarra que inician Non mi Spaventa Più l’Amore. Esta pista contiene un sonido inédito en Banco, con un estilo de tango-rock. Este ritmo, con sus golpes y ráfagas, expresan la pasión visceral que desboca a Orlando por Angélica, atreviéndose a declararle su amor. Hacia el minuto 3:35, una disonante secuencia recrea la locura en la que cae Orlando al ser rechazado por su amada.
Non Serve Tremare inicia con percusiones enajenadas, que simbolizan caos. En medio de la batalla, Angélica huye. Algo inexplicable, ya que su familia la había prometido en matrimonio con el más valiente de los soldados. Banco, en el contexto de la historia, lo explica mediante la libertad. Angélica no huye de la batalla, sino del destino impuesto por la tradición, lo que inspira al grupo para condenar la violencia hacia la mujer mediante esta pieza. La vorágine musical y rítmica se rompe para las necesarias evocaciones líricas, en una canción llena de cambios y rupturas.
Le Anime Deserte del Mondo vincula los espejismos del castillo del Mago Atlas de la obra original con la vida, cada vez más virtual, del mundo actual. Una búsqueda constante de lo que no tenemos, en una canción de sencilla complejidad y con arreglos que dan toques electrónicos a esta pista. El amor posesivo, en tanto, inspira a L’Isola Felice. En la obra original, la bruja Alcina, obsesionada con el Astolfo, lo encierra en un árbol hueco, para mantenerlo a su lado. El encierro, manifestado mediante voces ecualizadas, se transforma en libertad, con el cierre de estilo sinfónico de esta canción.
En La Maldicenza, Banco nos lleva de regreso a Orlando, y su ira por no ser correspondido por Angélica, mediante una pieza instrumental. Los primeros 4 minutos son de ritmo complejo, con una serie de arreglos superpuestos que nos dan la sensación de sentir una furia que no se expresa en palabras, para luego derivar en una dulce guitarra acústica que lidera los últimos compases de la canción.
Cadere o Volare, otro de los adelantos del álbum, es una canción de buenas melodías y entretenido, incluso con secciones emotivas que van intercaladas. Este es uno de los temas “radiales” del álbum, aun con sus magníficas intervenciones instrumentales. Aquí, Banco retrata el dilema de Orlando, cuando decide rescatar a Angélica en vez de cumplir con su deber y ayudar a su ejército. Este rescate se expresa en el instrumental Il Paladino, que acrecienta la energía, moviéndose con desquiciadas secuencias de teclado, bajo y guitarra eléctrica. ¡Incluso el breve pasaje acústico suena como si Banco hubiera querido entrar al Rock in Opposition!
La dulzura de L’Amore Accade es un bálsamo de aires pastorales y oníricos, que suenan casi como una canción de cuna, aunque con ritmo de vals. Cantada por Viola Nocenzi, es una canción que expele ternura, y cuyos arreglos permiten ponerse en la perspectiva de Angélica. Ella, después de todo, no rechaza a Orlando de forma cruel. Simplemente, y tal como cualquier persona, nadie elige a quién amar.
Non Credere alla Luna comienza con sonidos sordos, casi sepulcrales, que llevan a la voz. El dolor de Orlando lo había conducido a la locura. Su amigo Astolfo, ya liberado del encierro, decide rescatarlo de sus propios pensamientos perdidos en la luna, incluso arriesgando su vida. Banco nos muestra un amor fraternal en estado puro. Ello se acompaña con arreglos minimalistas que acompañan las letras, que se intercambian con excelsas líneas de saxofón.
Moon Suite narra el viaje de Astolfo, montado en el Hipogrifo, hacia la luna, que es la imagen que apreciamos en la carátula. Este viaje también simboliza las situaciones en que nosotros mismos afrontamos nuestros propios miedos, con un imperativo categórico que nos arma de valor para superar las aflicciones que nos rodean. Esta pieza es clave, ya que no solo es la más extensa, sino que conecta este álbum con su debut. Un viaje de 50 años, donde Astolfo y el Hipogrifo se dejan caer en la tierra, y que se cierra con el sonido de cinta rebobinada a los 10:10. ¡Notable!
Como estar contemplando una maravilla, suena Come È Successo che Sei Qui. La perplejidad de Medoro al saber del amor que recibe de Angélica se traspasa a arreglos que implican luminosidad, como un nuevo amanecer. Después de todo, para Medoro, era el inicio de una nueva vida, y un amor inesperado.
El álbum cierra con Cosa Vuol Dire per Sempre. Una balada que contiene una fuerte carga romántica, expresada en las letras y arreglos musicales. En esta canción, Banco imagina lo que hubiera ocurrido si se hubiese concretado el amor entre Ruggero y Bradamante, un amor imposible en el libro original.
Así, invierten la idea de algo eternamente imposible por el amor que vive para siempre. Un final perfecto para el concepto del álbum. Un trabajo dedicado, de este modo, no solo hacia su propia historia, sino al futuro de la humanidad: ¿y si nos amáramos para siempre?