Thierry Zaboitzeff y «Llibre Vermell Revisitat»: Una invitación al medievo

En abril de 2004, la talentosa figura del avant garde francés Thierry Zaboitzeff, más conocido por haber sido parte fundamental de Art Zoyd, a quien entrevistamos acá; y la cantante Sandrine Rohrmoser ofrecieron un particular show en el Schauspielhaus de Salzburgo, interpretando una serie de piezas medievales conocidas como el Llibre Vermell de Montserrat. Este es un célebre manuscrito del siglo XIV, rescatado de un incendio en el monasterio de Montserrat de España en 1811.

Ahora, más de seis siglos después, Zaboitzeff revisita este cancionero sacro con una perspectiva moderna y experimental, puenteando el abismo temporal entre la Edad Media y el presente.

Tendremos que detenernos en un poco de historia para explicar de que va todo esto del «Llibre Vermell»

l Llibre Vermell de Montserrat, o en español «El Libro Rojo de Montserrat» es uno de los tesoros musicales más importantes del medievo ibérico. Compilado hacia 1399 por monjes del monasterio catalán de Montserrat, el códice recopila cantos y danzas destinados a entretener piadosamente a los numerosos peregrinos que acudían a venerar a la Virgen negra de Montserrat. Su apodo de “Libro Rojo” proviene de la encuadernación de terciopelo rojo que se le añadió en el siglo XIX.

De sus páginas, diez canciones han perdurado hasta hoy; piezas anónimas de carácter religioso que combinan elementos de himno y de canción popular, algunas monódicas y otras polifónicas, e incluso canon o rondas para ser cantadas en círculo. Son composiciones de melodías sencillas, con ritmos de danza, pensadas para que el fervor no decayera en las largas noches de vigilia.

Como muestra, piezas como Stella Splendens, Los Set Goxts o Ad Mortem Festinamus invitan tanto a la devoción como al movimiento.

No es de extrañar que este repertorio haya gozado de una segunda vida en la era moderna, siendo interpretado por renombrados conjuntos de música antigua (como Jordi Savall con Hespèrion XX en 1978) y convirtiéndose en uno de los cancioneros medievales más grabados y estudiados

En abril de 2025, Zaboitzeff decidió rescatar las grabaciones de aquel concierto de 2004, remasterizándolas con la nueva tecnología disponible. El resultado vio la luz a pocas semanas de escribir estas líneas como «Llibre Vermell revisitat», un trabajo que reinterpreta estas antiguas melodías con la libertad creativa característica del avant.

Zaboitzeff se apropia de este material medieval y lo funde con su propio universo sonoro, donde convergen la música ritual étnica, la electrónica y la experimentación contemporánea. Los cantos del monasterio se revisten de nuevos timbres y atmósferas inesperadas, donde lejos de una interpretación historicista purista, Zaboitzeff expande el horizonte del Llibre Vermell sin traicionar su esencia, manteniendo la letra original en sus tres idiomas medievales conservando el espíritu dual de estas piezas, sagrado pero danzante, que tanta fascinación produce aún hoy entre los historiadores.

Instrumentalmente, el álbum es prácticamente un gran solo de Zaboitzeff acompañado por la voz de Rohrmoser. Thierry despliega todo su arsenal: toca violonchelo, bajo eléctrico, guitarras, teclados, samplers y percusiones, construyendo capas que van desde lo íntimo hasta lo épico.

Sobre esa base, su voz aporta un contraste dramático: en algunos pasajes recita con un canto hablato grave, casi un gruñido gutural que no desentonaría en ningún disco de Death Metal, y en otros se suma con líneas melódicas positivamente tenebrosas. A su lado, Sandrine Rohrmoser, mezzosoprano, brilla tanto en la interpretación de cantos litúrgicos como en la incorporación de excentricidades vocales. Ella aporta giros improvisados, humorísticos, incluso bizarros, que por momentos rompen la solemnidad para recordarnos el carácter festivo de estas danzas medievales.

Su rango expresivo es notable: puede evocar la pureza del canto gregoriano o renacentista, para luego virar hacia registros de intensidad romántica o pura experimentación vocal, según lo requiera cada pieza.

Esta dinámica vocal dual –lo grave y terrenal de Zaboitzeff frente a la flexibilidad y altura de Rohrmoser– dota al trabajo de una teatralidad fascinante, como si estuviésemos ante una pequeña compañía dramática recreando un antiguo ritual con ojos contemporáneos.

De viaje a las iglesias del siglo XV

«Llibre Vermell revisitat» conserva la estructura fundamental de las composiciones originales; sus melodías modales antiquísimas podrían ser reconocidas al instante por cualquier aficionado a la historia de la Edad Media, pero las rodea de una paleta sonora de pura vanguardia.

En piezas como “O Virgo Splendens” o “Mariam Matrem”, la base rítmica puede provenir de percusiones al estilo tribal o loops electrónicos minimalistas, mientras el violonchelo traza bordones oscuros que recuerdan tanto a la música sacra como al rock experimental. Los coros monódicos se enriquecen con armonizaciones audaces o efectos ambientales, como si se tratara de música de cámara pseudo cinematográfica.

Otro clímax del disco es “Ad Mortem Festinamus”, cuyo significado Nos apresuramos hacia la muerte cobra nueva vida en esta versión. Aquí el dúo logra una fusión tan extraña como impactante de folclore medieval, rock progresivo y ritual pagano, con resultados interesantísimos para el oído.

La introducción rítmica invita a una danza frenética, pero la armonía disonante y los giros vocales insólitos llevan la pieza a terrenos inéditos, subrayando a la vez la morbosidad y la energía vital que coexisten en el texto. Es como si en esta interpretación la Edad Media se encontrara con la modernidad sin perder su misterio.

A la hora de terminar de escuchar este trabajo, para este editor es inevitable establecer comparaciones y referencias. La mezcla de elementos recuerda a la estética de Art Zoyd, especialmente en la incorporación de sonidos de la música docta contemporánea. Quienes disfruten de las atmósferas oscuras y experimentales de Art Zoyd se sentirán en casa con este «Llibre Vermell».

Por otro lado, el toque lúdico y performático de algunos pasajes puede evocar proyectos avant prog como Art Bears de Fred Frith, Chris Cutler y Dagmar Krause, aunque aquí el tono resulta quizá más distendido que en aquellas propuestas ultra serias.

Una revisión que vale la pena visitar

Podríamos situar este trabajo en línea con ciertas exploraciones de música antigua fusionada con la mal llamada world music, recordando por momentos a agrupaciones como Dead Can Dance en su faceta medieval, o incluso a iniciativas de ensambles como Sarband que reinterpretan cantos antiguos con arreglos contemporáneos. Todo esto sin olvidar, la larga influencia de Art Zoyd.

No obstante, Zaboitzeff logra que «Llibre Vermell revisitat» tenga una personalidad propia. No es ni un concierto de música antigua como si de unos cosplayers se tratara, ni simplemente un disco de avant garde o una suerte de proggy medieval; sino un verdadero cruce de caminos entre épocas y estilos sin una etiqueta propia.

Al cerrar los ojos, mientras suenan esos antiguos versos en latín sobre bases electrónicas y cellos distorsionados, uno casi puede imaginar a los peregrinos de Montserrat bailando bajo las estrellas, sorprendidos y extasiados, igual que nosotros, por el atrevimiento de este tipo de música.

Música solo para quienes gusta sumergirse en aguas realmente desconocidas.


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