Marillion: An Hour Before it’s Dark (2022) – Reseña

Luego de seis años de espera, desde el 4 de marzo de 2022 podemos disfrutar de An Hour Before It’s Dark, de Marillion. Este es el vigésimo álbum de estudio del grupo, editado por earMusic y grabado en el Real World Studios (de Peter Gabriel).
Desde hace tiempo que resulta inapropiado y mezquino describir a Marillion como una banda de “progresivo“, y más aun como “neo-prog”. Su música, al menos durante la última década, ha sabido ganarse un estilo muy propio, en el que la idea de la sensibilidad artística vence a cualquier etiqueta.
En An Hour Before It’s Dark, tenemos esta idea exacerbada a niveles de antología. Marillion se encuentra extremadamente asentado, con ideas convincentes y honestas tanto a nivel musical como, sobre todo, lírico. Y es que este álbum no puede dejar de disfrutarse sin prestar una detallada atención a las letras. El trabajo de Hogarth aquí es, simplemente, una maravilla, y la música se mueve principalmente en tiempos medios, esperando momentos precisos para darnos luces y sombras en sus matices.
Las canciones de “An Hour Before It’s Dark”
Desde su apertura con las tres partes de Be Hard on Yourself podemos apreciar esto. Su letras resultan condenatorias hacia el consumismo desmedido, entregándonos hacia el final una propuesta de solución: “Pinta un cuadro, canta una canción, planta algunas flores en el parque/ Sal y hazlo mejor/ Tienes una hora antes de que oscurezca“.
Reprogram the Gene entrega algunas de las secciones más pegadizas melódica y rítmicamente, además de letras directas en pos de nuestra situación en el mundo. El corto y sensible Only a Kiss da paso a Murder Machines, en que Marillion aborda una de las tragedias de la pandemia, en la idea de “matar con el amor”, con un abrazo o un beso.
The Crow and the Nightingale es un hermoso homenaje a Leonard Cohen (cuyo estilo y temáticas resultan evidentemente cercanos a Hogarth). En tanto, las cuatro partes de Sierra Leone abordan algunas contradicciones de la pobreza de África Occidental.
Marillion da cierre al álbum con una pieza maestra: las cuatro partes de Care, en que Marillion encara la situación mundial de la pandemia. Aquí, de hecho, podemos apreciar cómo diferentes temas tratados anteriormente parecen confluir.
Pulsaciones magistrales de Trewavas y Mosley dan vida a la primera de estas partes, que visualiza un paciente mantenido por medicamentos, y termina en una agradecida apología al personal médico que ha afrontado esta crisis (Angels on Earth). Rothery brilla especialmente en su tercera parte (Every Cell), de un melancólico aliento, previo a un esperanzador desenlace.
En An Hour Before It’s Dark, Marillion nos invita a decidir qué hacer con esta última hora antes de la oscuridad. Y ello, en el actual escenario a nivel mundial, resulta casi un lujo. ¿Decidimos seguir la inercia de las últimas décadas, o haremos algo más? La respuesta, ciertamente, dependerá de nuestra propia decisión.