Spock’s Beard y «The Archaeoptimist»: Más y mejor

Desde su irrupción en los años noventa, Spock’s Beard se convirtió en uno de los pilares fundamentales del resurgimiento del rock progresivo como fenómeno de nicho ampliado. En una época en que el género buscaba nuevas voces capaces de honrar su tradición sin quedar atrapadas en la nostalgia, pero tampoco renunciando del todo a los héroes amados por todos; la banda logró equilibrar ambición compositiva, virtuosismo, guiños a las glorias pasadas de los 70′, y un gran sentido melódico.

Es por ello que un nuevo trabajo, después de siete años de silencio discográfico, es para celebrar. «The Archaeoptimist» retoma la senda con renovadas energías y un sonido que combina a la perfección su herencia clasicista pero tamizado con un lenguaje moderno. Integrada por Alan Morse en guitarras, Dave Meros en bajo, teclados, Ryo Okumoto en teclados, Ted Leonard en el micrófono principal, además de tener labores de guitarra y teclados; más el nuevo fichaje del energético Nick Potters en batería (ex músico de giras), consolidan la continuación de su legado.

«The Archaeoptimist» es además su primer lanzamiento con el sello Madfish, del grupo Snapper Music, y fue grabado durante 2025 de forma remota en los estudios caseros de cada miembro, con Ryo Okumoto actuando como productor principal y el renombrado Rich Mouser a cargo de la mezcla y masterizado. El largo período entre álbumes se explica por los compromisos individuales de los integrantes, pero este nuevo trabajo evidencia que la banda conserva su química, sin importar cuanto tiempo pase.

Además, se contó con la colaboración del compositor Michael Whiteman, miembro de I Am The Manic Whale, coautor de buena parte de las piezas junto con Okumoto. Este nuevo esquema compositivo marca una diferencia importante, ya que Ryo y Whiteman aportan las melodías de las canciones, mientras que Alan Morse y Ted Leonard se encargan de escribir letras y estructurar los complicados arreglos definitivos.

Aunque no se trata de un trabajo conceptual, su título proviene de la canción homónima, una suite que narra la historia de una niña criada por su padre en un mundo post cataclismo y su evolución hasta convertirse en una líder inspiradora. El resto del material explora temáticas que van desde la relación obsesiva con el trabajo hasta meditaciones sobre el paso del tiempo y la perseverancia frente a la adversidad.

El resultado es una colección de temas que recupera el espíritu característico de Spock’s Beard, con guitarras exquisitamente elaboradas, virtuosos pasajes de teclados y complejas armonías vocales, al mismo tiempo que introduce texturas nuevas, con algunas trazas de jazz fusión y algún que otro toque de funk. Todo esto atravesado por el notable tono de bajo de Meros, la calidez del Hammond de Okumoto, así como los fills poderosos de la explosiva batería de Potters, sin duda uno de los elementos determinantes a la hora de revigorizar a los barbas.

La Arqueoptimista

Invisible” abre el trabajo con la voz a capella de Ted Leonard, narrando la historia de un hombre que se siente “invisible” ante el mundo, luchando por imponerse. Esto da paso a una de las mejores piezas que este editor ha escuchado del prog rock en 2025. Se trata del primer single, resultando en una pieza de más de seis minutos que no tiene ningun segundo de desperdicio, demostrando como Spock’s Beard retoma su senda sin perder un ápice de fuerza.

De un momento a otro, quedamos enganchados a esas guitarras de Morse que se entrelazan con los ricos tapices de teclados de Okumoto, unido a cambiantes métricas y fills absolutamente poderosos, casi salidos de una jam session en estado de gracia. Las letras de Morse narran la historia de un hombre que se siente “invisible” ante el mundo, luchando por imponerse.

Es un verdadero batatazo, un claro guiño a la era dorada de la banda, con toda la convicción de que “por fin Spock’s Beard está de vuelta”.

Con “Electric Monk” el disco continúa con un corte en el que cada instrumento tiene un instante de lucimiento. El bajo de Meros destaca especialmente, firmando líneas muy groovy y prominentes que sostienen toda la pieza; todo esto junto con la batería de Potters, ya revelandose para este segundo track como una sección rítmica imparable.

Por encima, Alan Morse intercala riffs brillantes y adecuados acordes del piano eléctrico y Hammond de Ted, que realzan la atmósfera finamente progresiva. Es pesado cuando debe, complicado en lo vocal, y lleno de vericuetos progresivos con el mejor gusto

Afourthoughts” (juego de palabras con aforethought, indicando que es el “cuarto pensamiento”) remite de inmediato a la larga tradición de la banda con su serie “Thoughts” iniciada en los 90′. La buena noticia es que es prácticamente igual de buena que aquellas piezas antiguas.

Con unos siete minutos de duración, este épico track es una suite intrincada, pero accesible, y magníficamente construida, que hará las delicias de cualquier fanático de Gentle Giant; ya que fusiona esta aproximación de la vieja escuela con innovación, sumando un capítulo emocionante al legado del “serie de los pensamientos”.

Este título lo traducimos: “San Jerónimo en el desierto”, ya nos prefigura una pieza de tono épico y reflexivo que hace alarde de las raíces clásicas de la banda. Desde aquel arranque contundente se advierte cierta reminiscencia; con los primeros compases recordando la intensidad de “Walking on the Wind” de Beware of Darkness, con riffs poderosos, para luego desatar todo ese sabor progresivo que tanto nos gusta, con influencias de Jethro Tull, e incluso, de los mejores Yes.

Si bien en la primera escucha “St. Jerome” puede sonar menos inmediata que los atrapantes primeros cortes, revela la complejidad y el virtuosismo que siempre ha sido sello de la casa.

Como era de esperar, el plato fuerte del álbum es la suite homónima de 21 minutos de altas aspiraciones. Dividida en siete partes: “The Fates Have Spoken”, “The Adventurous Child”, “The Child Has Grown”, “The Leader”, “Voice of Reason”, “The Successor” y “The Acceptance Speech (Excerpt)”, «The Archaeoptimist» se siente como un intento de tirar la casa por la ventana y el reafirmar que Spock’s Beard sigue siendo una banda a tener en cuenta en 2025.

La letra, un aporte principal de Ted Leonard, narra la historia de una niña criada por su padre en un mundo postapocalíptico, con giros narrativos y perspectivas tanto del padre como de la hija. Este relato se refleja en la música, con una introducción caótica que evoca cataclismo y expectativa, guitarras disonantes y órganos rugientes. A medida que avanza la suite, el ensamble brilla con armonías grandilocuentes típicamente spockeanas, contracompases funkeros y fugas corales escalonadas.

La sección “The Successor” aporta quizá el clímax del disco, con un crescendo orquestal y un solo de guitarra final en forma de “himno”, sobre un órgano positivamente marcial y coros infladísimos. Es la demostración de que estos norteamericanos aún tienen ambición por plantear composiciones que desafíen incluso a los fanáticos más versados en sus aguas.

Next Step”, de casi once minutos, sirve como la conclusión poderosa del LP, con un saborcillo al mejor Genesis (de hecho, nos trae a la mente cosas como «In The Cage»), resumiendo la filosofía de Spock’s Beard, esto es, piezas largas donde conviven la intensidad rockera con secciones refinadas, y un equilibrio entre experimentación, accesibilidad, y un tono épico.

Revitalizante

Es indudable que de todas las bandas formadas en los 90′ en el campo del rock progresivo, Spock’s Beard se mantiene con una vitalidad envidiable. «The Archaeoptimist» reúne todo lo que los seguidores de los barbas del espacio, y en general, del prog, anhelan: esto es, virtuosismo a raudales, métricas extrañas imparables, voces trabajadísimas y pasajes emocionantes.

También es justo reconocer que el liderazgo creativo de Ryo Okumoto, unido a la colaboración de Whiteman, y la incorporación al sillín de la batería de Nick Potters aportan una increíble fuerza y frescura, sin traicionar la esencia que hizo grande a la banda.

Si, «The Archaeoptimist» es un regreso triunfal, más y mejor. Un automático destacado de 2025.


ProgJazz es un colectivo unido por la amistad nacido en 2007, y que busca difundir música sobre la base del rock progresivo, el jazz, la música de vanguardia y todos sus géneros asociados.

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