«Circle the Sun» de Atomic Rooster: ¿El gallo aún puede cantar?

Más de 40 años después del último trabajo de Atomic Rooster llamado «Headline News» (1983), tenemos «Circle the Sun«, el flamante nuevo álbum de estos británicos, y ya con mucha agua pasada bajo el puente.

Es probable que en el mundo hispano no sea tan conocido, pero Atomic Rooser es toda una institución del hard rock progresivo británico. Formados en 1969 de la mano del legendario tecladista Vincent Crane tras su paso por The Crazy World of Arthur Brown, debutaron con una lograda joya oculta del proto-prog «Atomic Roooster» (1970) junto a Carl Palmer en batería y Nick Graham en bajo (lo tenemos reseñado acá). En aquel trabajo tenemos una mixtura muy interesante de sonidos casi Canterburianos, hard rock, y letras oscuras, hasta «terroríficas».

Pero el trabajo que los dejaría inscritos en el panteón del hard rock proggy sería «Death Walks Behind You» (1970), con la alineación «clásica» de Crane, John Du Cann (guitarra y voz), y Paul Hammond en batería. A lo largo de los 70′ y comienzos de los 80′, la banda pasó por numerosos cambios de formación, con Crane siempre al frente. Tras publicar el último disco de 1983, Atomic Rooster se disolvió, y la muerte de Vincent en 1989 pareció poner fin definitivo a la banda.

En 2016, con la bendición de la viuda de Vincent, Atomic Rooster resurgió con Steve «Boltz» Bolton (guitarrista de la banda entre 1971 y 1972) y Pete French en la voz (presente en 1971), enfocándose principalmente en tocar en shows en vivo, manteniendo el legado. French se retiró en 2023 para emprender nuevos proyectos, dejando a Bolton como único vínculo con la era clásica. Así, la formación de 2025 quedó integrada por Bolton (guitarra y voz), Adrian Gautrey (teclados y voz), Shug Millidge (bajo) y Paul Everett (batería).

Un sol circular

Los fanáticos de la veta setentera del hard rock estarán de enhorabuena, ya que «Circle the Sun» recupera ese sonido crudo y ocasionalmente psicodélico del Atomic Rooster de antaño. Piezas como «Fly or Die» y «Circle the Sun» marcan el tono con un sonido potente, leñoso y pesado que parece salido de una jam session. Sus armonías bien compenetradas, el órgano Hammond rugiente y una producción deliberadamente orgánica logran una música de buena calidad. A diferencia de otras propuestas progresivas actuales, aquí no hay pretensiones pomposas ni experimentos fuera de lugar; Atomic Rooster apuesta por un rock progresivo duro, clásico, puro y directo.

«Follow Me» desata un torbellino psicodélico algo funky, mientras «Never 2 Lose» baja las revoluciones con un medio tiempo denso y atmosférico, de voces lánguidas, sonando como un corte perdido de «Made in England» (1972). Ambas piezas demuestran que, aunque la base sonora es sencilla, los engranajes están bien aceitados para mantener el dinamismo del disco.

Un detalle interesante es que Bolton y Gautrey compusieron las diez canciones de forma alternada, aportando dos estilos complementarios, con Bolton con letras directas y confesionales, mientras Gautrey se decantaba a reflexiones más filosóficas y «tenebrosas». Aun así, ambas visiones coinciden en mantener intacta la esencia clásica del sonido del gallo atómico.

Además, Bolton asume la voz principal en cuatro temas, algo inesperado para los seguidores veteranos, ya que en la era clásica nunca cantó. Su voz, aunque frágil, tiene un timbre áspero y con alma que encaja bien con el tono bluesy de la banda. De esos temas destacan la ya mencionada «Never 2 Lose» y «Rebel Devil«, la cual es un hard rock contagioso que podría considerarse el hijo espiritual de «Devil’s Answer».

La nostalgia está presente a lo largo del disco; es parte de su encanto y también de sus limitaciones. «Last Night«, por ejemplo, se presenta abiertamente como la secuela de «Tomorrow Night» de 1970. Ese guiño podría considerarse un recurso demasiado retro, pero funciona gracias a sus teclados, voces soul y un estribillo pegadizo. Por su parte, el cierre instrumental «Blow That Mind» evoca piezas como «V.U.G.» o «Gershatzer» en un torbellino de psicodelia y rock progresivo que despide el álbum por todo lo alto, quedando claro que la banda apuesta por conectar con su propia leyenda; y si bien eso le resta algo del factor sorpresa, también aporta coherencia con su legado.

¿El gallo aún puede cantar?

«Circle the Sun» es un disco sólido que suena y se siente como un auténtico álbum de Atomic Rooster de la vieja escuela. No es una obra que nos deje saltando por toda la habitación, dado que bebe en demasía de su pasado, pero cumple con creces al mantener vivo el legado de la banda en el siglo XXI.

Como leímos en los acalorados debates que se encienden en nuestras redes sociales, la cuestión de si esta encarnación merece llevar el nombre queda abierta. Lo cierto es que Steve Bolton y compañía han reavivado la llama del gallo atómico con respeto y fuerza, entregando un disco que mantiene viva la pasión por el sonido característico del grupo.

Para los fanáticos de siempre, este álbum se antoja poco menos que imprescindible; y para quienes se acercan por primera vez al mundo de Atomic Rooster, «Circle the Sun» funciona como una excelente puerta de entrada a la esencia del grupo.

En cualquier caso, cualquier fan del buen hard rock haría bien en darle una oportunidad y dejarse llevar.


ProgJazz es un colectivo unido por la amistad nacido en 2007, y que busca difundir música sobre la base del rock progresivo, el jazz, la música de vanguardia y todos sus géneros asociados.

You may also like

Comments are closed.

More in Lanzamientos