Lars Fredrik Frøislie: «Estoy orgulloso de nunca habernos vendido»

Hemos tenido el enorme placer de tener una amena conversación con el músico noruego Lars Fredrik Frøislie.

Lars es principalmente conocido como tecladista de numerosos buenos proyectos de rock progresivo escandinavo, tales como los legendarios White Willow, o los más recientes Wobbler y Tusmørke, entre otros; pero es mucho más que eso. Es una figura clave de la escena del prog europeo de los últimos 30 años

Frøislie es un artista que no se puede soslayar a la hora de entender la larga estela que ha dejado el rock progresivo en la actualidad, por lo que no nos hemos resistido el hablar con él debido a su reciente anuncio de «Quattro Racconti«, un trabajo con voces en italiano provenientes de Sefano Galifi, frontman de los legendarios italianos de Museo Rosenbach (por cierto, tenemos reseñado Zarathustra, acá).

Por cierto, su último trabajo salido este año 2025, «Gamle Mester«, también tiene una reseña de nosotros acá, para que vayas a escucharlo.

Damos gracias a Lars por su tiempo, y su extrema amabilidad para con nosotros.

La entrevista con Lars Fredrik Frøislie

PJ: ¡Hola Lars!, tu próximo lanzamiento “Quattro Racconti” es tu álbum debut reimaginado en italiano, con Stefano “Lupo” Galifi de los legendarios Museo Rosenbach en la voz. Esto nos dejó maravillados e intrigados acá en ProgJazz, siendo fanáticos del prog rock itálico. ¿Cómo surgió esta colaboración con Galifi? ¿Cuál es la historia de cómo se conocieron y decidieron trabajar juntos en este proyecto?

Lars: En realidad tenía la voz de Stefano en mente cuando estaba componiendo una de las canciones del álbum, y se lo comenté a un amigo italiano, Sergio Lombardi. Resultó que él conocía a Stefano, y así empezó todo. Inicialmente, hicimos solo esa canción, que salió en un single de 10” el año pasado. Pensé que el resultado fue bastante mágico, y empecé a considerar la idea de hacer el álbum completo en italiano.

En su momento, era relativamente común sacar versiones de un mismo álbum en diferentes idiomas —alemán, inglés, sueco, etc.—, así que de alguna forma sigue esa tradición (pienso en bandas desde Maxophone, PFM, Kraftwerk, ABBA, Latte e Miele, Landberk y muchas más). La gran diferencia aquí, por supuesto, es que esta versión italiana de mi debut tiene un cantante completamente distinto a la versión noruega, donde canto yo mismo. Stefano aporta una nueva dimensión e interpretación a las voces, no solo otra voz (que además es una de mis favoritas), y por supuesto el italiano es un idioma bellísimo. Ni siquiera estoy seguro de cómo suena el noruego para un extranjero, pero supongo que debe sonar más «bárbaro».

En septiembre del año pasado viajé a Sori (Génova) y entramos al estudio juntos. ¡Toda una aventura, realmente, y el resultado fue increíble! ¡Sigue cantando tan bien, considerando que Zarathustra salió hace más de 50 años!

PJ: ¡Qué gran disco Zarathustra!, el rock progresivo italiano claramente ocupa un lugar especial en tu corazón, y por supuesto que en el de nosotros acá en ProgJazz, también. ¿Cómo descubriste el mundo del prog italiano y qué fue lo que te hizo enamorarte de él? ¿Qué bandas o discos italianos están entre tus favoritos y qué los hace especiales para ti?

Lars: Sí, fue alrededor de la época en que empezamos Wobbler, en mi adolescencia. Era un periodo en el que descubríamos estos tesoros ocultos del pasado. Creo que comenzó con la escena británica de los 70′ y la escena prog sueca de los 90; después empezamos a adentrarnos en música más oscura, y había leído sobre las bandas italianas. Pensé que si me gustaban aquellas bandas que ya conocía, probablemente disfrutaría estas que me recomendaban. Así que pedí algunos CDs a ciegas, sin haberlos escuchado, solo basado en esas recomendaciones.

Los CDs llegaron en vacaciones de verano, y fuimos a una cabaña junto al mar durante una o dos semanas, solo unos amigos y yo. Siempre llevábamos “nueva” música en esos viajes, que escuchábamos una y otra vez. En esa ocasión llevé Museo Rosenbach, PFM, Banco e Il Balletto di Bronzo. ¡Me impactaron muchísimo! Parte de la conexión emocional con esa música proviene de esas vacaciones: un recuerdo de adolescencia con días soleados, relajación, paseos en bote, recorridos en bicicleta por helado, minigolf, bolos y nadar en el mar. Todavía conservo esas sensaciones cada vez que los escucho.

Recomendaría Zarathustra de Museo Rosenbach, Per un Amico de PFM, Darwin! de Banco del Mutuo Soccorso y YS de Il Balletto di Bronzo. Pero hay demasiados discos buenos de esa época y lugar. Para nosotros, que vivimos casi en el Polo Norte, hay algo muy atractivo en ese sentimiento mediterráneo. Y además, claro, el gran nivel de los músicos, el arte y la tradición italiana con su pathos y emoción, el idioma, la cultura… También me encanta el clavecín y el mellotron, que aparecen con frecuencia en esos discos.

PJ: Como fan de Museo Rosenbach desde hace tiempo, ¿qué sentiste al escuchar la voz de Galifi cantando tus canciones en “Quattro Racconti”? ¿Fue una experiencia surrealista o emotiva tener a uno de tus héroes musicales dándole voz a tu música? ¿Te hizo escuchar esas canciones bajo una nueva luz?

Lars: Fue casi surrealista escuchar esa voz tan familiar en mi música, ¡fue muy especial y fantástico! Museo Rosenbach es, de hecho, la razón por la que tomé cursos de italiano a finales de mi adolescencia, para poder entender las letras. La voz de Stefano me resulta tan familiar como la de cualquier otro héroe de infancia, como Peter Gabriel, Robert Plant o Jon Anderson; así que si alguno de ellos cantara una versión en inglés, para mí estaría en la misma liga que la versión con Stefano. En otras palabras, ¡tremendamente excepcional!

Él aportó su estilo e interpretación, e incluso probamos cosas directamente en el estudio, que es una de las grandes ventajas de trabajar juntos ahí, y no solo enviando archivos por internet. Cuando realmente se entrega cantando, logra emocionar incluso a un frío nórdico como yo.

PJ: Más allá de la escena prog italiana, ¿cuáles son algunas de tus mayores influencias musicales o bandas favoritas? ¿Hay artistas —incluso fuera del rock progresivo— que hayan moldeado tu sonido o te hayan inspirado a lo largo de los años?

Lars: Así de memoria: Led Zeppelin, Black Sabbath, Deep Purple, Kraftwerk, Air, Darkthrone, Satyricon, Amon Tobin, Stevie Wonder, John Coltrane, Herbie Hancock, Santiago de Murcia, Ennio Morricone, mucha música clásica, e incluso cosas más cercanas al country como Dolly Parton, Lee Hazlewood, y así.

PJ: ¿Cómo fue el proceso de adaptar Fire Fortellinger al italiano para Quattro Racconti? ¿La traducción de tus letras al italiano (y trabajar con un cantante italiano) reveló nuevos matices o desafíos en la música? Por ejemplo, ¿alguna canción se sintió diferente o adquirió un nuevo carácter en italiano?

Lars: El italiano es un idioma muy amigable para cantar, con casi todas las palabras terminando en vocal. El desafío, quizá, fue que yo no hablo italiano y Stefano no habla ningún idioma que yo conozca, así que Jacob Holm-Lupo (White Willow) me ayudó a traducir las letras del noruego al inglés, y luego Sergio Lombardi las tradujo al italiano. Después Stefano las ajustó para que encajaran con la música. Todavía no sé si algo se perdió en la traducción, ¡pero eso también forma parte de la diversión! Creo que el resultado fue algo muy especial, y sí, pienso que la versión italiana tiene una vibra diferente; una especie de mezcla entre lo nórdico y lo mediterráneo.

PJ: Wobbler, banda que cofundaste en 1999, ha sido una parte central de tu carrera. Mirando hacia atrás, en más de 20 años, ¿cuáles son algunos de los momentos o logros más importantes con Wobbler de los que te sientes más orgulloso o nostálgico?

Lars: Hay varios. NEARfest 2005 fue un primer gran hito, porque tocamos en ese enorme festival de prog y además lanzamos nuestro álbum debut al mismo tiempo. Publicar From Silence to Somewhere (2007) también fue especial, ya que estábamos acostumbrados a recibir malas críticas, pero de repente a todos les encantó, y creo que también vendió bastante bien.

También me enorgullece que siempre fuimos a fondo con la instrumentación en todos los discos: sin MIDI ni samples, lo cual ha hecho que los álbumes se mantengan vigentes. Siempre evitamos las tendencias, y creo que esa es otra razón por la que estos discos siguen sonando bien y son algo de lo que me siento orgulloso incluso después de 20 años. Supongo que también me enorgullece que gran parte de esta música sea DIY (hazlo tú mismo); todos los discos, excepto el primero, los grabé en mi estudio. Se puede escuchar la evolución tanto en las habilidades como en el equipo de grabación.

Por último, pero no menos importante, me enorgullece que nunca nos hayamos vendido. Seguimos en el underground, fieles a nuestra visión artística.

PJ: Después de años creando música de manera colaborativa en Wobbler, adoptaste un enfoque muy diferente con tus discos en solitario (Fire Fortellinger y Gamle Mester), donde incluso asumiste el rol de vocalista principal por primera vez. ¿Cómo difirió trabajar por tu cuenta del proceso colaborativo de la banda? ¿Hacer música como solista y frontman te enseñó algo nuevo o te dio libertades que no tenías en un grupo?

Lars: Sí, las voces fueron un poco intimidantes, tanto cantar en noruego como asumir tanto rol principal en general. De hecho, ya había hecho algunas partes principales en Wobbler, quizás sobre todo en Afterglow y Rites at Dawn, y por supuesto muchas armonías en los últimos dos álbumes de Wobbler, donde creo que mi voz y la de Andreas hacen un buen par (él con notas más altas y la mía más grave).

El proceso creativo en Wobbler ha variado a lo largo de los años, y últimamente es bastante colectivo, lo cual puede ser muy agradable, social y amistoso. Especialmente cuando hacemos jams e improvisamos sobre la marcha, ¡es realmente maravilloso! Otras veces el proceso puede alargarse, con discusiones y donde todos tienen una opinión y dicen cosas como “eso estuvo bien, pero ¿y si probamos esto en su lugar?”. Para cuando entramos al estudio, casi podemos estar cansados de la canción (no siempre, claro).

Así que en mis álbumes en solitario quería capturar lo espontáneo e improvisado. Especialmente en el primer disco fueron primeras tomas y partes hechas sobre la marcha (hasta cierto punto también en Gamle Mester). Era solo yo tocando y divirtiéndome en el estudio, siguiendo mucho mi intuición sin pensar demasiado. Además, fue divertido tener control total sobre todo, desde las letras hasta el arte y demás. También fue interesante hacer un álbum orientado a teclados sin usar guitarra, reemplazando la guitarra acústica por clavecín y la eléctrica por Clavinet, Hammond y Moog.

PJ: Tu disco más reciente, Gamle Mester, es un disco conceptual centrado en un antiguo roble conocido como “Den Gamle Mester”. ¿Qué te inspiró a construir un álbum alrededor de ese árbol?

Lars: Es un roble antiguo y magnífico cerca de donde crecí, y el nombre del árbol me hizo pensar en el término de historia del arte “Gamle Mester” (viejo maestro), así que tiene un doble significado. Algunos temas y letras se inspiran en obras de viejos maestros, como The Hunt for the Calydonian Boar de Rubens, The Raft of the Medusa de Géricault, y varias obras de The Three Graces (Botticelli, Rafael, Canova).

PJ: ¿Cómo sientes que has evolucionado musicalmente de Fire Fortellinger a Gamle Mester? ¿Abordaste la composición o grabación de manera diferente en tu segundo disco en solitario? ¿Hay elementos o experimentos en Gamle Mester de los que estés especialmente orgulloso o emocionado en comparación con tu debut?

Lars: Mientras que Fire Fortellinger fue extremadamente espontáneo con tomas únicas, sin metrónomo (lo que hace que fluya de manera muy natural), con errores y grabado muy rápidamente; el segundo disco en solitario fue un poco más tradicional, en el sentido de que compuse las canciones y las aprendí. Si tocaba algo mal, hacía una nueva toma. Escuché comentarios de que mi batería ha mejorado del primero al segundo, pero en realidad solo es que hice más tomas y aprendí las partes correctamente.

Me gustan ambos enfoques, ya que ambos tienen aspectos positivos. Debo añadir que la canción Medusas Flåte tiene mucha improvisación, y incluso la sección de 5:55 a 8:25 es 100% improvisada en una sola toma (no podría tocarla de nuevo si me lo pidieras, ya que solo la hice una vez), y después agregué batería y bajo encima del órgano.


PJ: Con Gamle Mester ya lanzado y Quattro Racconti en camino, ¿qué sigue para ti? ¿Hay proyectos o sueños musicales próximos que te entusiasmen?

Lars: Lo siguiente ahora es un nuevo disco de Wobbler. Acabo de regresar de un ensayo y creo que estamos cocinando algo muy bueno juntos. Es agradable reunir a la banda después de haber hecho los álbumes en solitario principalmente por mi cuenta (excepto esas semanas con Niko en el bajo y Stefano en la voz, y unas pocas horas de Ketil en la flauta). Es como un vaivén, y ahora es realmente bueno hacer música de manera colectiva nuevamente.


ProgJazz es un colectivo unido por la amistad nacido en 2007, y que busca difundir música sobre la base del rock progresivo, el jazz, la música de vanguardia y todos sus géneros asociados.

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