Lunatic Soul y «The World Under Unsun», el cierre de una saga redonda
Lunatic Soul es el proyecto solista del polaco Mariusz Duda, uno de los músicos más interesantes de los últimos 20 años en el campo del rock y metal progresivo. En todo caso, él no se encasilla en esos géneros en particular, y es fácil darse cuenta el porqué.
Lo cierto es que la mente maestra detrás de Riverside tiene muchas otras inquietudes sonoras, igual o quizás mas interesantes a dia de hoy. Podemos observar su devoción a la música electrónica (él mismo se autodeclara un gran fanático de Vangelis) de su último álbum solista «AFR A ID» (2023), y con el proyecto conceptual que nos convoca, Lunatic Soul.
Hoy estamos ante el lanzamiento de «The World Under Unsun» su octavo álbum de estudio. Se trata de una obra doble de aproximadamente 90 minutos de duración, que Duda concibió como un disco długi, monumentalny (largo, monumental) con todos los elementos característicos del ecléctico sonido de este concepto.
No es un álbum más, ya que marca el capítulo final de la saga conceptual que Duda denomina The Circle of Life and Death (El Círculo de la Vida y la Muerte), una historia interconectada de ocho discos sobre el viaje de un protagonista solitario entre la vida y la muerte. A diferencia de Riverside, Lunatic Soul se mueve en terrenos más experimentales, atmosféricos y electrónicos, con Duda encargándose de la mayor parte de los instrumentos. «Unsun» es el trabajo más extenso de toda la serie y en cierto modo mezcla diversos estilos explorados en álbumes previos, incorporando desde ritmos étnicos hasta texturas electrónicas y ambient.
El proceso creativo de «The World Under Unsun» fue prolongado, donde Duda reveló que empezó a gestar ideas para el álbum ya en 2021, grabando principalmente en el estudio Serakos de Varsovia. Él mismo ejecuta la mayoría de los instrumentos, con énfasis especial en el piano en esta ocasión, contando con las colaboraciones puntuales de Wawrzyniec Dramowicz en batería, Marcin Odyniec en saxofón y Mateusz Owczarek aportando guitarras en un par de piezas.
El propio Duda se siente sumamente orgulloso del resultado, llegando a afirmar que es “jeden z lepszych, jeśli w ogóle nie najlepszy album Lunatic Soul” (uno de los mejores, si no el mejor álbum de Lunatic Soul).
El disco actúa como una retrospectiva musical que combina elementos de distintos momentos de la discografía, en una especie de cruce entre el debut «1» (2008), «Walking on a Flashlight Beam» (2014), «Fractured«, (2017) y «Through Shaded Woods» (2020), al tiempo que impregna todo de una melancolía especial propia de una despedida.
Además, la historia no sigue un orden cronológico de acuerdo a cada lanzamiento. De hecho, «Unsun» comienza después de los eventos de “Fractured” y termina antes de “Walking on a Flashlight Beam”.
No es coincidencia que el álbum debut se abriera con «Prebirth» y «The New Beginning«, mientras que este lanzamiento cierra con «The New End«. Duda ha utilizado en el pasado estos juegos de reflejos en títulos (After/Before, Lost/Found, New Beginning/New End) para dar sentido de cierre circular a todas sus obras.
Sin sol visible
El propio título, «Unsun» utilizado para la apertura del trabajo, alude a un sol que no brilla, simbolizando una oscuridad prolongada bajo la cual el protagonista sigue buscando la luz. Podemos observar como se introduce este motivo: “Despite the endless dark / Under Unsun / I’ll search for my light” (A pesar de la oscuridad interminable / bajo un sol apagado / buscaré mi luz), dejando entrever la lucha por romper con patrones tóxicos y encontrar esperanza incluso en la penumbra.
«Loop of Fate» explora una faceta más rítmica con influencias de world music. Sobre percusiones tribales y loops electrónicos, Duda susurra frases como “break the cycle” (romper el ciclo), subrayando el aspecto ritual de liberarse de patrones cíclicos.
Con «Good Memories Don’t Want to Die» todo toma un cariz más melódico y emotivo. Es una pieza de atmósfera cálida y nostálgica; y de hecho, sus acordes nos recuerdan algunas de las baladas de Riverside. Su belleza la convierte en uno de los momentos más accesibles y conmovedores del álbum, aportando un respiro luminoso entre tanta penumbra introspectiva.
Por su parte, «Monsters» está construida sobre un groove potente, unido al bajo distorsionado de Duda llevando el peso instrumental principal, lo que le da un buen filo rockero fusionando influencias de Peter Gabriel y Depeche Mode en un beat que no decae, y texturas electrónicas atmosféricas que encarnan la lucha contra los “monstruos” internos.
«The Prophecy» es uno de los climax del trabajo. Lanzado como segundo single, brilla por su construcción gradual y su carácter épico. Duda experimenta aquí en falsete, bastante inédito en su discografía, al menos cuando canta en inglés. A lo largo de sus más de seis minutos, la pista va incorporando capas instrumentales y cobrando fuerza poco a poco; y hacia el final desemboca en una suerte de catarsis muy bien lograda. Es una pieza que sin duda alguna refleja la maestría de Mariusz para equilibrar sutileza, tensión y grandilocuencia.
Cabe destacar también cómo la batería de W. Dramowicz complementa los arreglos de Duda a la perfección.
Con 11 minutos y 42 segundos de duración, «Mind Obscured, Heart Eclipsed» es la pieza más extensa de ambos discos, y representa la faceta más progresiva y experimental de Lunatic Soul, llevándonos por múltiples pasajes y evoluciones.
La pieza inicia con potentes riffs del polaco que marcan el camino, mientras capas de teclados y guitarras construyen densos soundscapes. De allí, atravesamos secciones contrastantes, alternando momentos de oscura inquietud con otros de liberación de la tensión construida. Sin duda uno de los momentos estelares de todo el catálogo de esta alma lunática.
Tras la épica anterior, «Torn in Two» actúa como un interludio melancólico ofreciendo un momento de contemplación íntima, para cerrar el disco 1 de impecable forma.
«Hands Made of Lead» inaugura la segunda mitad del álbum con 8 minutos de un groove atmosférico muy marcado, manteniendo al oyente inmerso en un trance rítmico. Es un comienzo atrapante para el segundo disco, preparando el terreno para las exploraciones sonoras que siguen.
«Ardour» aporta una corta pero intensa exploración emocional, con delicados acordes de guitarra acústica y pinceladas de teclado, logrando transmitir calidez romántica. Su brevedad no le impide dejar huella, funcionando casi como una viñeta sonora que añade contraste entre las piezas más largas.
Retomando la escala épica, “Game Called Life” se extiende por casi 10 minutos en los cuales Mariusz nos vuelve a arrojar a la cara sus influencias étnicas y ambient. A medida que avanza, incorpora secuencias melódicas nostálgicas y métricas cambiantes que simulan los altibajos de la “partida” de la vida, dejando una impronta reflexiva sobre la vida como un juego agridulce, con reglas, riesgos y recompensas espirituales.
Fiel a su nombre, «Confession» se siente como una confesión íntima y vulnerable, presentando a Duda prácticamente desnudo emocionalmente ante el micrófono, acompañado de arreglos sutiles, en lo que es una de sus virtudes más fuertes como artista, ayudado de su seductor color de voz en tesitura baja. Funciona casi como un último diario hablado del protagonista, afrontando sus remordimientos y esperanzas en voz baja.
La pista más breve del segundo disco es «Parallels«, que actúa como un epílogo instrumental que une los cabos sueltos antes del gran final. Las cosas comienzan a crecer en «Self in Distorted Glass«, con una atmósfera densa, orgánica, gótica y muy dramática. Estos elementos nombrados, aunque diversos, se cohesionan en la composición, reforzando la sensación de caos interno que poco a poco encuentra resolución.
La clausura del álbum llega de forma solemne y emotiva con “The New End”, con guiños por doquier a las anteriores entregas del proyecto. La melodía es profundamente melancólica, casi una especie de lullaby crepuscular; y a medida que avanza, se comprende a cabalidad que esta no es solo el final del disco, sino la despedida de toda la odisea de Lunatic Soul.
De hecho, en el clímax, Duda canta “you’ll always be a part of my soul” (“siempre serás parte de mi alma”) con un sentimiento desgarrador, conectando explícitamente con el espíritu de “The New Beginning” del álbum debut y cerrando el círculo narrativo.
Con esta emotiva declaración, la pieza (y el álbum) se desvanece con delicadeza, dejando una resonancia de melancolía esperanzadora en el aire. Es, sin duda, un cierre a la altura de la magnitud conceptual que Lunatic Soul construyó durante 17 años.
Un proyecto redondo
«The World Under Unsun» es probablemente la experiencia definitiva, y más ambiciosa dentro de la discografía de Lunatic Soul. Si bien su extensa duración y densidad atmosférica pueden suponer un desafío para el oyente, quienes se adentren pacientemente en este “bosque” sonoro encontrarán grandes recompensas.
Sin duda alguna, Mariusz Duda ha logrado cerrar su alma lunática con un álbum profundamente evocativo que pone el broche de oro a la saga. Cada composición y cada nota cuidadosamente diseñada añade una pieza más al rompecabezas, y la profundidad de este doble LP brilla más con cada nueva escucha. De hecho, es un disco que requiere algo de paciencia para absorberlo todo, pero cuya grandeza brinda gran satisfacción al final.
No sabemos si este es el fin del nombre de «Lunatic Soul»; pero por lo pronto, «The World Under Unsun» nos deja con una sensación parecida al asistir al cine para ver el cierre de una saga que se ha quedado en nuestras mentes y corazones, por mucho tiempo.






