Rick Davies ha fallecido: La mente enigmática de Supertramp

A la fecha que escribimos estas líneas, Richard «Rick» Davies, nacido un 22 de julio de 1944 en Swindon, Inglaterra, ha fallecido debido a un mieloma múltiple, una forma agresiva de cáncer a la médula ósea. Esto marcó el inicio de una lucha importante por su salud en 2015, pero le terminaría arrebatando la vida un 6 de septiembre de 2025.

Richard siempre mostró inclinación por la música. A los 8 años quedó fascinado por Gene Krupa, al punto que lo escuchó, según él, miles de veces. Comenzó aprendiendo batería, incluso participó de adolescente en una banda de música de desfile, antes de descubrir de forma autodidacta su talento al piano, instrumento con el que la gente reaccionaba mejor, según recordaría más tarde. Esta formación temprana, entre el ritmo de la percusión y la armonía de las teclas percutidas del piano, forjaría la base de su estilo musical.

A finales de los años 50′, la fiebre del rock and roll atrapó a Davies. En 1959 se unió a su primer grupo, Vince and the Vigilantes. Poco después, en 1962, formó su propia banda llamada Rick’s Blues, donde cambió la batería por un piano eléctrico Hohner. En esa agrupación llegó a tocar un joven Gilbert O’Sullivan en la batería, a quien Rick incluso enseñó algunos fundamentos musicales. Sin embargo, la enfermedad de su padre obligó a Davies a disolver Rick’s Blues y buscar un trabajo convencional, alejándolo momentáneamente de la música.

Pero como sabemos, una vez músico, toda la vida músico. En 1966 se incorporó como tecladista a The Lonely Ones, donde también tocó el famoso bajista Noel Redding. El grupo, rebautizado luego The Joint, grabó bandas sonoras para películas en Alemania, con un Davies que exageraba sus habilidades (mentía, digamos) para conseguir dichos trabajos.

Durante una estadía de The Joint en Múnich, la suerte le sonrió. Conoció al millonario neerlandés y mecenas del arte, Stanley August Miesegaes, quien se ofreció a financiarle la creación de una nueva banda. Con ese respaldo, Rick regresó a Inglaterra decidido a armar un proyecto propio y publicó un anuncio buscando músicos en Melody Maker en 1969. Entre los candidatos que audicionaron estaba Roger Hodgson, un joven de clase alta y educación privada; cuyo estilo contrastaba con el origen humilde de Davies, pero con quien hizo clic de inmediato. Además de él, tambien se incoporaría un guitarrista y dotado letrista, llamado Richard Palmer-James, quien sería un futuro colaborador de Robert Fripp en el King Crimson con John Wetton (1973-1974).

De esa sociedad nacería Supertramp, nombre tomado del libro The Autobiography of a Super-Tramp de 1908, tras brevemente llamarse «Daddy».

Supertramp comenzó embarcandose en el naciente movimiento del rock progresivo, pero con sutiles arreglos de pop, jazz y blues, reflejo de los variados gustos de sus fundadores. En todo caso, los inicios fueron difíciles. Su LP debut homónimo (1970) y el segundo «Indelibly Stamped» (1971, ya bajo A&M Records) pasaron prácticamente desapercibidos, lo que llevó a la desintegración de la primera alineación salvo Davies y Hodgson.

Con perseverancia, Rick reclutó nuevos miembros, entre ellos el saxofonista John Helliwell, el baterista Bob Siebenberg y el bajista Dougie Thomson; y, ya con una formación estable, la banda finalmente logró reconocimiento con la obra maestra de «Crime of the Century» (1974). Este trabajo conceptual, cargado de atmósfera, crítica social, pero con una inusitada accesibilidad, alcanzó el Top 5 en las listas británicas e introdujo el característico contraste de voces, con la áspera voz barítono de Davies frente al tenor agudo de Hodgsonn.

Habiendo encontrado su sonido clásico, Supertramp encadenó una seguidilla de álbumes exitosos en la segunda mitad de los 70′. En ellos, se mezclaba la sofisticación del prog rock británico con piezas accesibles como Dreamer, lo que les abrió las puertas del mercado internacionales. Luego, en «Even in the Quietest Moments» (1977) lograron su primer hit al otro lado del atlántico con «Give a Little Bit«, y probablemente la mejor épica de la historia de la banda, llamada «Fool’s Overture«, con esa locución de Winston Churchill de nunca nos rendiremos que nos remite a algo que usaría Iron Maiden en un futuro para su Aces High; pero lo mejor estaría por venir.

Breakfast in America (1979) fue el punto y aparte para la agrupación. Disco crítico del estilo de vida norteamericano, pero aun así vendió más de 20 millones de copias a nivel mundial, logró el número 1 del Billboard Estadounidense, los hizo ganar dos premios Grammy; y para terminar de rizar el rizo, le regaló al mundo piezas absolutamente inmortales, tales como los hitazos de «The Logical Song«, «Goodbye Stranger«, la homónima «Breakfast in America«, «Take the Long Way Home» o los cortes mas oscuros pero igual de (o mas) interesantes, como las proggy «Gone Hollywood» o la extensa «Child of Vision«.

Lamentablemente, tanta fama comenzó a pasar factura y las primeras grietas del matrimonio compositivo de Hodgson y Davies comenzaron a revelarse como verdaderos socavones. En 1983, tras el lanzamiento del álbum «…Famous Last Words…«; un hastiado Roger decidió abandonar la banda para emprender una carrera solista. Desde ese momento, Rick asumió plenamente el liderazgo de Supertramp.

Sin su contraparte y en un escenario musical sustancialmente distinto, orientó el rumbo del grupo hacia una especie de pop rock con influencias del blues, el R&B e incluso guiños de jazz.

El primer fruto de esta nueva etapa fue «Brother Where You Bound» (1985), LP conceptual sobre la Guerra Fría, cuya épica homónima de 16 minutos incluyó a David Gilmour como invitado en la guitarra. También tuvo un single llamado “Cannonball” que devolvió a Supertramp a las listas de popularidad en Europa, aunque fue un hit menor en el pais del Tio Sam.

Le siguió «Free as a Bird» (1987), un experimento donde Davies coqueteó con sonidos modernos de la época, como drum machines con ritmos dance, terminando de sacrificar por completo la esencia progresiva que hizo grande a la banda. A pesar de producir el hit discotequero “I’m Beggin’ You”, el disco tuvo recepción discreta, y tras su gira en 1988 el grupo entró en un letargo de casi diez años.

Durante los años 90′, Davies se mantuvo relativamente inactivo en la escena musical, concentrándose en su vida personal en Nueva York. Sin embargo, en 1996 decidió reformar su antigua banda, reuniendo a viejos compañeros como Helliwell y Siebenberg. El renacido grupo lanzó «Some Things Never Change» (1997), con piezas como “You Win, I Lose”; y volvió a girar, aunque ya convertidos en un acto de culto.

En 2002 apareció el último trabajo de la historia de la banda, «Slow Motion«, tratando de volver a las raices pero con sonidos electrónicos de la época. Tras esa etapa, Rick optó por retirarse parcialmente de los escenarios y la esfera pública, manteniendo un perfil bajo en los años siguientes.

En 2010 Davies reactivó la banda una vez más para celebrar el 40.º aniversario de Supertramp con la gira mundial “70-10”. Si bien muchos fans esperaban ver a Hodgson de vuelta, Rick continuó adelante sin él. Lamentablemente, cuando en 2015 anunció una nueva gira europea llamada Supertramp Forever, tuvo que cancelarla al ser diagnosticado con el ya mencionado mieloma múltiple.

Aquejado por la enfermedad, Davies se apartó definitivamente de su arte para concentrarse en su tratamiento. No obstante, el amor por la música nunca desapareció. Ya en remisión, llegó a presentarse de manera informal en un bar de Nueva York en 2018 con su proyecto «Ricky and the Rockets«, disfrutando nuevamente de tocar en vivo con viejos amigos de la banda.

Aquello, fue un breve destello final de su talento.

Roger Hodgson y Rick Davies en 1975

Davies y Hodgson, un matrimonio feliz con un triste final

Es indiscutible que Rick Davies fue el padre de la base conceptual de Supertramp. Piezas como “Crime of the Century”, “Bloody Well Right” (titulo británico donde los haya), “Goodbye Stranger”, “From Now On” o “Rudy”, están impregnadas con su sello, sus letras desafiantes e irónicas, su oscuridad y su bagaje de clase obrera. Además, su estilo en el piano eléctrico Wurlitzer, combinando sensibilidad pop con jazz y blues, definió en gran medida el sonido clásico del ensamble.

Por otro lado, la espiritualidad luminosa accesible de Hodgson, otorgaría el yang necesario, y es fácil de notar que el equilibrio entre esos dos estilos tan distintos fue lo que hizo grande a Supertramp, complementándose maravillosamente sin estorbarse uno al otro.

Lamentablemente, aquello que los había hecho brillar, también se terminó convirtiendo en su verdugo. A medida que la banda se hacía más grande a finales de los 70′, sus diferencias afloraron, donde sus gustos musicales divergentes, estilos de vida opuestos y visiones distintas sobre la dirección del grupo crearon tensiónes importantes.

Un Hodgson más espiritual, poppy y atraído por la vida tranquila en California chocaba con Davies; más pragmático, oscuro y afincado en Nueva York, para llevar a la banda a nuevas cotas de popularidad.

La gota que rebalsaría el vaso fue la entrada de Sue Davies (esposa de Rick) como representante del grupo, en medio de un ambiente que se cortaba con cuchillo. Finalmente, en 1983, Roger se despidió de Supertramp, marcando el fin de una era dorada y sembrando la incógnita de si alguna vez los dos líderes volverían a colaborar.

Al separarse, Davies y Hodgson habrían acordado verbalmente un trato, donde Rick conservaría el nombre «Supertramp» y Roger sus canciones, lo que significaba que la nueva encarnación de la banda no tocaría en vivo los temas compuestos por Hodgson. Durante algunos años, Davies respetó ese pacto de caballeros, pero sin embargo, a finales de los 80′ y sobre todo en giras posteriores, empezó a reincorporar varios éxitos escritos por Hodgson, para deleite de muchos fans pero disgusto de su antiguo socio.

El propio saxofonista Dougie Thomson llegó a declarar que no era ético interpretar canciones de Hodgson en los conciertos, recordando aquel acuerdo entre Rick y Roger. Hodgson, por su parte, no ocultó su malestar, ya que dijo sentirse “traicionado”, e incluso expresó que Rick estaba tocando canciones “que ni siquiera le habían gustado en su momento”. Estas rencillas se hicieron públicas alrededor de 2010, justo cuando Supertramp emprendió su gira de aniversario sin invitar a Hodgson. A juicio de Roger, la ruptura de su antigua promesa fue “la gota que colmó el vaso” y eliminó cualquier posibilidad de reunión futura.

Para Rick, simplemente todo el material era propiedad de Supertramp como banda. En los peores momentos de su relacion, llegaron a evitar tocar en las mismas ciudades.

Hubo intentos aislados de acercamiento, pero ninguno prosperó del todo. En 1993, ambos coincidieron en un evento homenaje a Jerry Moss (fundador de A&M Records) y llegaron a tocar juntos “The Logical Song” y “Goodbye Stranger” en el escenario. Aquella noche parecía augurar un reencuentro histórico, y de hecho, ensayaron material nuevo durante seis meses después de ese show. No obstante, las viejas diferencias resurgieron y el proyecto se desvaneció.

A mediados de la década de 2000′, Davies y Hodgson discutieron otra posible reunión, llegandose a rumorear que se presentarían en el Live 8 de 2005; pero quedó solo en eso, en rumor. Al final del dia, la relación entre ambos permaneció fría y distante hasta el último día de la vida de Rick.

El adios

No es extraño percatarse que la huella digital de Rick es prácticamente nula.

Y es que Davies cultivó una postura “anti-tecnologías digitales” muy marcada. No le interesaba para nada Internet, evitando en lo posible aparecer en medios y dar entrevistas que pudieran viralizarse en dichas plataformas. Jamás utilizó un smartphone, ganándose fama de ermitaño.

Mas allá de eso, Rick Davies fue el corazón de Supertramp. El único miembro constante en la longeva trayectoria del grupo, el músico que mantuvo viva la esencia de la banda a través de altibajos y cambios de época. Su legado trasciende los diez años de mayor fama junto a Hodgson; se extiende a toda una generación de músicos y oyentes a quienes inspiró con su mezcla de influencias y sentimiento.

Goodbye, Stranger.


ProgJazz es un colectivo unido por la amistad nacido en 2007, y que busca difundir música sobre la base del rock progresivo, el jazz, la música de vanguardia y todos sus géneros asociados.

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