Jakko M. Jakszyk y «Son of Glen»: Las neblinas del pasado
Glen Tripp (mi padre, a quien no conocí) fue un aviador estadounidense destinado en el Reino Unido que se enamoró de una cantante irlandesa de cabello oscuro. Años después, yo repetí su historia sin saberlo. ¿Y si me hubiera estado observando y guiando desde la distancia?
Jakko M. Jakszyk, 2025
Jakko M. Jakszyk ha pasado décadas labrando un camino singular en el rock progresivo.
Igual de cómodo al frente de King Crimson, banda a la que ha estado ligado desde sus días de la 21st Century Schizoid Band de 2001 (de hecho, en algún momento fue yerno del baterista Michael Giles), que creando obras solistas íntimas; siempre ha combinado una infravalorada brillantez técnica con una alta resonancia emocional. Por otro lado, su talento como guitarrista, vocalista, compositor y productor lo ubican entre los músicos más completos de su generación.
Su anterior álbum solista, «Secrets & Lies« (2020), resultó en una obra sofisticada que trataba de mil maneras la infidelidad y las relaciones amorosas tortuosas. Lo que no muchos recuerdan, es que incorporaba piezas surgidas de sesiones de composición junto al rey carmesí en la pasada década, convirtiéndose en lo más cercano a un disco de ese King Crimson entre 2014 y 2021.
Eso era hasta ahora, ya que Jakko ha confirmado que está trabajando en un nuevo disco de estudio de King Crimson; aun sin fecha de liberación. Lo esperamos con ansias.
Sin embargo, en su nuevo trabajo titulado «Son of Glen«, Jakszyk toma un rumbo distinto. Es un álbum profundamente personal, concebido como compañero de sus memorias autobiográficas Who’s The Boy With The Lovely Hair? (2024).
A lo largo de estas piezas, el músico reflexiona sobre la familia, la identidad, su neblina mental de la imagen de su padre biológico y el difícil proceso de hacer las paces con el pasado. Temas como el haber sido un hijo adoptado por una pareja polaco-francesa (de ahí su apellido), las relaciones fracturadas, los traumas de la infancia y la búsqueda de sus raíces se entretejen en el relato lírico del disco.
Con «Son of Glen«, Jakszyk nos ofrece un trabajo nostálgico, elegante, bien producido y ejecutado junto a colaboradores de lujo como Gavin Harrison, Ian Mosley o Zoltán Csörsz en baterías, más los aportes de Caroline Lavelle (chelo) y Louise P. Crane (composición y coros)
En las memorias del pasado de Jakko
El viaje sonoro inicia con «Ode To Ballina», una breve pieza instrumental construida en torno a un melancólico silbato irlandés y el chelo de Caroline Lavelle. Esta introducción atmosférica evoca la tierra natal de la madre biológica de Jakszyk en Irlanda y de inmediato sumerge al oyente en esta personal historia.
Sin pausa llega «Somewhere Between Then and Now», una suite de ocho minutos folk proggy, donde Jakszyk rememora con nostalgia lugares de la niñez y amigos que quedaron atrás. La letra refleja el despertar a la realidad adulta tras la pérdida de la inocencia, y la música acompaña con una melodía muy apropiada que crece de forma orgánica. Hacia la mitad y finales de la pieza, Jakko deslumbra con un solo catártico.
El tono confesional se mantiene con «How Did I Let You Get So Old?», balada dedicada a su padre adoptivo donde Jakszyk expresa la tristeza de una relación distante que nunca sanó del todo. Con una melodía suave, se pregunta cómo dejó que el tiempo pasara sin conocer realmente a ese hombre.
Le sigue «This Kiss Never Lies», una pieza elegante y esperanzadora escrita para su pareja Louise Patricia Crane, quien también realiza los coros. Tras tanta oscuridad, esta canción trae un rayo de luz, donde Jakszyk se muestra como alguien rescatado emocionalmente que encuentra en este nuevo amor una segunda oportunidad.
La segunda mitad del disco introduce algunas variaciones. Un breve reprise de «Ode To Ballina» en guitarra eléctrica marca la transición antes de que irrumpa «I Told You So», una canción que retoma la lucha interna de Jakszyk con más energía. Firmada por la batería de Ian Mosley de Marillion, esta pieza demuestra que incluso al subir la intensidad el mensaje personal permanece intacto.
El penúltimo corte, «(Get A) Proper Job», es un instrumental de minuto y medio donde la batería de Zoltán Csörsz (ex The Flower Kings) y una letra irónica capturan cierta rebeldía silenciosa, como cuando su padre adoptivo desestimó su vocación musical, instándolo a buscar un «trabajo de verdad».
El cierre llega con la majestuosa épica «Son of Glen», cerca de diez minutos en los que Jakszyk imagina un diálogo imposible con el padre biológico que nunca conoció, del que solo supo hace pocos años que fue un aviador norteamericano que participó en la Segunda Guerra Mundial.
La introducción, con efectos de radios militares y aviones de guerra, crea un ambiente propicio antes de que Jakszyk entone su lamento hacia ese padre ausente. La pieza evoluciona sin prisa, entre pasajes delicados y crescendos contenidos, siempre al servicio de la emoción, como es costumbre en los discos de este británico.
Jakszyk descubrió la identidad de su padre biológico Glen Tripp hace apenas tres años -demasiado tarde para conocerlo en vida-, y vuelca esa revelación en esta pieza de catarsis melancólica, con unas letras durísimas de leer, como «Un futuro atormentado por el pasado, desde mi primer aliento hasta el último, ¿Acaso este era el destino me esperaba?«, seguido por un solo de claras influencias Frippianas. Hacia el final, la música se apaga lentamente, dejando al oyente -y al mismo Jakko- reflexionando sobre lo que pudo haber sido. Es un cierre agridulce pero poderoso para este viaje personal.
Introspectivo, y nostálgico
«Son of Glen», bello e introspectivo, sigue siendo un álbum de rock progresivo. No es un trabajo de ganchos inmediatos ni de virtuosismo; por el contrario, recompensa la escucha atenta con matices y atmósferas profundas.
La cadencia elegante del disco es deliberada, permitiendo que tensión y sentimiento crezcan de forma orgánica, donde Jakszyk se revela nuevamente como un artista que fácilmente emociona tanto con la complejidad técnica como con su propia vulnerabilidad.
