Alan White ha fallecido, y este es nuestro tributo

Hoy, jueves 26 de Mayo de 2022 fue un día particularmente nefasto para la cultura y las artes a nivel mundial. Además de la muerte del famoso actor de Hollywood Ray Liotta y de Andy Fletcher, quien fue uno de los fundadores de la banda de electrónica y synth pop Depeche Mode, también perdimos al gran baterista Alan White a los 72 años de edad, quien tuvo las baquetas de Yes en su poder durante 50 años precisos.
Según un extenso comunicado en sus redes sociales oficiales, el deceso del músico ocurrió este mismo día que escribimos estas líneas, en su casa de Seattle, tras una breve enfermedad. La misma que lo había bajado hace poco de las presentaciones de Yes por los 50 años de Close to the Edge, que comenzarían en Junio de este 2022 por el Reino Unido.
Quizá la mas gran injusticia es que la carrera de Alan White en el mundo del rock progresivo sea para muchos sobre ser el «eterno reemplazante» de Bill Bruford en Yes, título del que se liberó hace muy pocos años, por desgracia (y quizá no completamente)
Esto probablemente proviene de que Bill Bruford es considerado como una de las joyas de los bateristas ingleses de la época, mientras que White permanece más oculto en las sombras, sin gozar del beneplácito de los analistas técnicos de revistas y/o publicaciones internacionales especializadas en este instrumento, ya que era más orgánico y menos técnico que los que suelen engrosar ese tipo de listas.
El baterista superdotado
Pero gracias a Dios, Alan fue mucho más que un baterista orgánico. El padre de White fue un pianista aficionado que inculcó el amor hacia este instrumento en su propio hijo, el pequeño Alan nacido en Pelton, Inglaterra, el 14 de Junio de 1949. A los 12 años se inclinaría por la batería, influido gracias a que su tío había sido baterista, y tenía aquel kit de su familiar disponible. Es importante recalcar que Alan prácticamente no recibió lecciones de batería y se esmeró en desarrollar un estilo propio, muy personal. Quizá la mejor forma de definirlo es que era un baterista de rock muy musical, con un oído probablemente heredado de sus lecciones de piano.
Pasó por un buen número de bandas semi profesionales durante los 60′ en plena adolescencia: The Downbeats, The Blue Chips, incluso se fue a Alemania para unirse a The Gamblers. En 1969 se unió a la que sería su primera banda profesional, la legendaria Ginger Baker’s Air Force, pero para tocar los teclados.
De allí, todo sería ascender para White. Llegó a la Terry Reid Band donde tomó las baquetas durante dos años, dándole aún más visibilidad, cosa que se hizo patente al recibir el increíble llamado de John Lennon para formar su nueva banda Plastic Ono Band luego del fin de The Beatles.

Su debut con un barbudo Lennon fue ni más ni menos que en vivo y con un invitado estelar: Eric Clapton, quien se uniría para un único concierto en Toronto, Canadá, en 1969. Alan tuvo que aprender sus partes en el aeropuerto antes de tomar el avión, golpeando con las baquetas en los asientos, demostrando un tremendo oído musical propicio para lo que se vendría al futuro. Este show quedó grabado para la posteridad en el álbum «Live Peace In Toronto» (1969).
Ya entrando en 1970, White participa en la grabación de uno de los álbumes más importantes de la década como es «Imagine» (1971). Por si fuera poco, también tocó en el disco debut de George Harrison, el monumental triple «All Things Must Pass» (1971). Ya sus credenciales comienzan a tomar un peso increíble para un joven baterista de tan solo 22 años.
«No tengo idea que estás haciendo Alan, pero sigue haciéndolo porque es genial»
John Lennon sobre el groove de alan en «instant karma»
Alan ya empezaba a ser considerado como toda una figura de peso dentro de la escena musical británica. Por todo esto no fue nada extraño que Yes lo haya elegido en 1972. Ese mismo año, Jon Anderson y compañía perdieron a Bill Bruford, el cual había ganado una gran fama por su estilo polirrítimico, convirtiéndose en todo un ídolo y espejo de miles de jóvenes bateristas principiantes alrededor del mundo.
El hecho de que White fuera amigo y compañero de departamento de Eddie Offord (productor de Yes) y éste a su vez amigo de Jon Anderson, ayudó mucho para que Alan ingresara en el grupo. El mismísimo Bruford en persona le dio su bendición a su sucesor. En efecto, White fue al estudio en los meses anteriores a la salida de Bill para observar y escuchar lo que estaba pasando en el grupo, e incluso tratar de aprender el material de «Close to the Edge» (1972) para tocarlo él mismo más tarde, ya que le pareció fascinante. Fuera de ello, Chris Squire ya había visto tocar a Alan junto a Joe Cocker, por lo que sabía de su calidad en el instrumento.
Jon Anderson y Chris Squire fueron al departamento donde estábamos con Eddie Offord para hacerme el ofrecimiento formal para unirme a Yes, y Jon me dijo «Si no te unes a la banda, bueno, Chris es un hombre grande, y dijo que no tenía ningún problema en arrojarte por la ventana»
Alan white
(obviamente estaban bromeando, pero si quieres, no es broma)
Después de la salida de Bruford, White volvió a dar ejemplo de su gran oído musical, y en solo tres días (!) dominó todo el intrincado repertorio del grupo de cara a los futuros conciertos, shows y giras por venir. De esta manera White nunca más volvería a ser el mismo, ya que desde esa gira de verano de 1972 hasta este fatídico 2022, nada ni nadie le quitaría su lugar como miembro fijo en el sillín de la batería de Yes.
Pocos saben que Bill Bruford tuvo que dividir a la mitad los royalties por «Close to the Edge» con Alan White, dado que el manager de Yes en esa época, Brian Lane, lo amenazó con demandarlo si no lo hacía, ya que estaba abandonando sus deberes contractuales al no girar en vivo con aquel disco. Bill tuvo que acatar, y pasarían décadas después de este episodio para que Bruford le pidiera a White de forma amistosa sus royalties de vuelta, a lo que Alan accedió sin problemas. Un dilema resuelto entre caballeros de gran altura moral, ya que estamos hablando de muchísimo dinero por un disco que vendió más de un millón de copias certificadas.
Volviendo a nuestra historia, aquí es donde empieza la eterna discusión bizantina. Para muchos, Alan White fue «un error» para Yes, o que «no era el baterista adecuado», ya que su estilo estaba más de acuerdo con una banda de rock convencional versus los vericuetos progresivos de Yes. Muchos fans se resistieron al cambio, pero a Alan solo le bastaría un par de álbumes para congraciarse con la fanaticada más «fanatizada» (aunque haya muchos obtusos que aún sigan opinando lo contrario).
Duela a quien le duela, Alan White es mucho más baterista de Yes que Bill Bruford, y uno de los mejores discos de los 70′ como es «Yessongs» ahí está para recordarlo. Alan cumple su rol de forma más que profesional, y no nos hace echar mucho de menos a Billy B., exceptuando a algún fanático de los tambores que sabe contar los compases intrincados, los acentos desplazados y las notas fantasma de la caja que ya no realizaba White, dado que no era su estilo.
Realmente nos agrada que no haya salido arrancando de las locuras de los muchachos Yes después de la grabación de un disco tan metafísico como fue su debut en estudio con «Tales from Topographic Oceans» (1973), porque pasar de tocar «My Sweet Lord» a tocar «The Ancient / Giants Under The Sun» hay un gran trecho tanto musical como psicológico, y bastante kilométrico.
Para Relayer (1974), su habilidad en el instrumento llega a un nuevo nivel, con su tremenda performance en la caótica e inclasificable «Sound Chaser» (alguien por ahí dijo que esa pieza era como un matrimonio entre King Crimson y Miles Davis). No había dudas que Alan estaba a la altura de sus colegas Yesseros
Cabe destacar que ocasionalmente aportaba a la composición en piano desde sus primeros días en «Tales», llegando a escribir la hermosa «Turn of the Century» junto con Jon, del disco «Going for the One» (1977).
Además de trabajar en los álbumes solistas de Rick Wakeman, Chris Squire y Steve Howe, también se anima a lanzar su propio trabajo llamado «Ramshackled» (1976). Un disco que combina ciertos pasajes progresivos con bastante soul, e incluso jazz, con toques dignos de Gil Evans.
Otro de los momentos definitivos de Alan White con Yes, es su trabajo en el álbum «Drama» (1980) donde su técnica en la batería refleja que no ha dejado de perfeccionarse desde su ingreso a la banda, revelándose como una sección rítmica ajustadísima con Chris Squire.
Otro momento de Alan para enmarcar es su tremenda performance en el energético instrumental «Cinema» del disco «90125» (1983).
Y si bien no hizo tantas cosas aparte de Yes después de los 80′ (aparte del proyecto de «Circa» y su banda «White«), una de sus mejores performances justamente no está con estos ingleses, sino que con el experimental álbum «Levin Torn White» (2011), donde queda de manifiesto porque fue uno de los bateristas más respetados a nivel mundial. Si aún crees que Alan es un baterista de rock «genérico», dale una escucha para cambiar rápidamente de opinión.
Ya no tiene mucho sentido preguntarse si las habilidades de Alan White en la batería pueden compararse a las de sus colegas progresivos. El público ya reconoció hace mucho tiempo la creatividad y eficiencia de White para tocar en las diferentes etapas que afrontó Yes en toda su existencia. Pasar de tocar «Sound Chaser» a «Owner of a Lonely Heart» y luego embarcarse en un proyecto tan experimental como el anteriormente mencionado, requiere eclecticismo y un dominio brutal del instrumento.
Cerramos nuestro tributo con una de las últimas entrevistas que dio Alan en vida, en 2018, subtitulada por ProgJazz, por supuesto
No queda mas que hacer un salud al cielo, y dar las gracias a Alan por la música. Que descanse en paz.





