Queen en tour con Kansas: «Mie***, son buenísimos»
El universo del rock progresivo nos ha entregado encuentros que a menudo definen épocas. Un ejemplo de ello es la intersección entre Kansas y Queen durante la década de los 70′. Durante una entrevista, Richard Williams de Kansas detalló hace pocas semanas esta unión fortuita, que ahora forma parte integral de la historia del rock.
Queen se encontraba en ascenso con su álbum «Sheer Heart Attack» de 1974 y a la espera de lanzar el aclamado «A Night at the Opera» que terminaría de consagrarlos. Al mismo tiempo, Kansas, con su disco debut homónimo ya bajo el brazo, se encontraba en las puertas de lanzar «Song for America» y «Masque» en 1975, el cual los consolidaría como potencias dentro del rock progresivo norteamericano.
El destino quiso que Kansas y Queen se cruzaran cuando, debido a un infortunio de Brian May quien contrajo hepatitis, por lo que la banda británica tuvo que cancelar su tour con Mott the Hoople. La gira se pospuso, por lo que Kansas tomó su lugar como banda de teloneo, y lo que podría haber sido una simple sustitución se convirtió en un momento clave en la historia del rock. En una época sin internet ni redes sociales, la noticia sobre la cancelación de Queen llegó tarde a un público que solo quería pasarla bien con buen rock, lo que generó inicial rechazo hacia el prog de Kansas. Sin embargo, la musicalidad de los americanos y su estilo poco ortodoxo, pero también su sensibilidad con las melodías memorables (e incluso el AOR), despejó las dudas de la audiencia y pudo ganarse a los asistentes.
Aunque el encuentro en los escenarios fue crucial, lo que sucedió detrás de bambalinas es igualmente notable. La relación entre los miembros de ambas bandas fue sumamente cordial, cosa que no es fácil de encontrar en el contexto de dos bandas jóvenes, pero con grandes egos y muy ambiciosas. Freddie Mercury expresó en varias ocasiones su admiración por Kansas a la hora de las pruebas de sonido.
Mie*****, son buenísimos. Que bien tocan y cantan, suenan igual que en el disco.
Freddie Mercury
Brian May se hizo fan de la banda: «Los recuerdo como una entidad completa y ajustadísima, se notaba que ensayaban como locos para sonar así»
Por otro lado, Richard recuerda:
Dejaron una gran impresión en nosotros porque realmente no sabíamos mucho sobre Queen. Tuvimos que comprar «Sheer Heart Attack» – ya que no es que fuéramos grandes fanáticos de Queen. Cuando vi la portada, dije: «No nos vamos a llevar bien con estos tipos»… Resultó que fue todo al revés. Aprendimos mucho sobre cómo estructurar un set, y eran muy buena compañía a la hora de viajar.
Richard Williams, Kansas
Si bien se formó una amistad férrea, esta no estuvo exenta de problemas iniciales. El baterista de Kansas, Phil Earth, recuerda que en la primera gira de 1974 solo les dejaron un metro y medio de espacio en el escenario, sin luces; solo un par de reflectores, y prohibición absoluta de encores.
Phil recuerda: «Así que, un día, aproximadamente una semana o dos después de comenzar la gira, Brian May entró a nuestro camarín. Dijo: ‘¿Cómo va todo?’, yo dije: ‘¿Realmente quieres saber cómo va todo?’. Él respondió: ‘Bueno, sí’. Yo dije: ‘¡Todo mal! Mañana vamos a tocar en la ciudad de Kansas, y ustedes no nos van a dejar ni hacer encores… Y sin iluminación…’
May dijo que hablaría con la gerencia. «Al día siguiente todo cambió. Era cosa de la gerencia y la banda no tenía idea. Eso fue muy amable de su parte».
La amistad traspasaría años. Ambos volvieron a girar por el continente americano en 1977, ya consagrados. Años después, el baterista de Queen, Roger Taylor, colaboró de manera no oficial con los norteamericanos en «Play the Game Tonight«, del disco «Vinyl Confessions» de 1982.
Williams (famoso por su parche en el ojo izquierdo), recuerda la extraña adicción que tenían los británicos por los sándwiches de queso y tomate, que los pedían a todas horas, llegando incluso a pensar que eran vegetarianos o que no confiaban en la carne americana.
El encuentro entre Kansas y Queen no solo dejó historias y anécdotas, sino también una profunda admiración mutua. Aunque Williams inicialmente tuvo reservas sobre la imagen grandilocuente y estrafalaria de Queen, particularmente por la extravagante personalidad de Freddie sobre el escenario, pronto comprendió que las personalidades reales de los miembros de la banda eran muy distintas a los shows que montaban. Además de aquello, recuerda a Brian May como «Todo un caballero inglés«.