De cuando Mel Collins no quería volver a saber nada de King Crimson (hasta 2013)
Ahora que la encarnación de King Crimson nacida en 2013 entró en una pausa (como bien dice Robert Fripp «pasó del sonido al silencio»), quizá podríamos comenzar a hacer algunas retrospectivas para situar a esta particular banda en su lugar dentro de los libros de historia. Es por ello que vamos a recordar algunas curiosidades que giraron en torno al establecimiento de la «bestia de 8 cabezas», con una de las incorporaciones mas celebradas por los fans de toda la vida del rey: El gran Mel Collins.
Viniendo de una familia conectada a la música es difícil pensar que el pequeño Mel, nacido el 5 de Septiembre de 1947 en Isle of Man, no hubiera seguido este camino y hasta nuestros días nos sigue regalando maravillas salidas de su saxofón y su flauta.
Entre sus trabajos donde podemos escuchar su arte citamos a bandas como The Alan Parson Project, Dire Straits, Camel, Kokomo, The Rolling Stones, Bryan Ferry, Eric Clapton, Sally Oldfield, David Sylvian, Roger Waters y especialmente en King Crimson en donde estuvo a principios de los setenta tanto como músico » estable » de la banda, así como músico de sesión y luego incorporándose a la nueva encarnación del rey carmesí en el 2013.
Los discos de estudio donde aparece Mel Collins en King Crimson son «In the Wake of Poseidon» (1970) «Lizard» (1970), «Islands» (1971), «Red» (1974, solo como músico de sesión) y en un sin numero de discos en vivo que van desde «Earthbound» (1972) hasta el actual «Music is Our Friend / Live in Washington and Albany» (2021).
Pero a mediados de los 70′, Mel no quería tener nada mas que ver con King Crimson, de donde salió literalmente «asqueado». Son sabidas algunas historias de maltratos por parte de Fripp hacia Collins, donde muchas veces Mel terminó incluso llorando. De esto habló en esta entrevista de 2021 en la revista «The Rolling Stone» que es de donde te traemos este articulo, reinterpretado por ProgJazz.
Los recuerdos del saxofonista de su época clásica con King Crimson son fascinantes, aunque no del todo felices. Su último álbum con la banda fue «Earthbound» (1972) grabado en una gira por Estados Unidos con una agrupación que también incluía a Boz Burrell, reclutado como vocalista, quien había aprendido a tocar el bajo gracias a Fripp. En una alineación en constante fluctuación, las audiciones eran un evento regular, y Collins recuerda a Bryan Ferry como uno de los que postulantes a cantante, quien reaccionó a la letra de «21st Century Schizoid Man» como «No voy a cantar esto, son bobadas».
“Esa banda tocó en una gira británica, algunas fechas en Alemania y en Estados Unidos”, dice Collins. Fueron shows combinados con Humble Pie, Black Oak Arkansas y Alexis Korner, estilos diferentes de música que el público estaba feliz de escuchar en los festivales. Era una situación muy saludable en esos días”.
Los viajes a Estados Unidos también le dieron a Collins la oportunidad de escuchar a sus héroes del jazz y el deseo de tocar un estilo diferente, así que aunque le pidieron que se quedara con la banda que grabaría el álbum «Larks’ Tongues in Aspic» (1973) con un sonido muy diferente, decidió que ya no podía mas.
«Esa estupidez déjala para tu álbum solista, eso no tiene nada que ver con King Crimson»
Recreación de un evento real donde Mel Collins le mostraba composiciones suyas a Robert Fripp para trabajarlas con la banda
“Me prometí que no dejaría que nadie me humillara, nunca más. Me alejé llorando. Tenía 22 años y dejé King Crimson”.
-¿Cómo volviste a tener conexión con Robert Fripp y King Crimson?
Mel: «Fue una cadena de eventos. A principios de la década de los 2000′, Robert se enteró de esta banda con Jakko (21st Century Schizoid Band). Jakko se había puesto en contacto con Robert, quién de hecho nos llamó para brindarnos su apoyo. Fue su primera llamada a mi persona después de 30 años, en el año 2002 o 2003. Se disculpó por todas las cosas malas que me dijo hace muchos años. Nos deseó suerte y nos dijo que apoyaba a la banda. Dijo que iría a vernos cuando estuviéramos en Inglaterra, lo que nunca hizo».
«Esa era la conexión. Aclaro en este punto que nunca más quise saber nada sobre King Crimson, para ser honesto, después de que terminó aquello en los 70′. Pasaron 18 años donde estuve radicado en Alemania, y luego mi trabajo terminó allí, me dije «¿Que debo hacer, quedarme en Alemania o devolverme a Inglaterra»?»
«(…)Robert me dijo: «¿Qué te parece pasar una semana?» Esas fueron sus palabras. Es una forma muy parecida a la de la clase alta inglesa de preguntar sobre hacer algo juntos. Dije: «Sí, estoy interesado».
«Luego me explicó que estaba formando esta banda con tres bateristas, que era completamente su concepto, y me preguntó si quería integrarme. Yo, de hecho, no tenía nada más que hacer. En este punto aclaro que siempre me gustó la musica de Crimson, además me encantaba tocar con Tony Levin, Gavin Harrison y Pat Mastelotto. Pensé que sería bueno, así que fue así como sucedió. Ensayamos y todo salió bien».
-¿Por qué tantos bateristas?
Mel: Como digo, es el concepto de Robert. Para ser honesto, ninguno de nosotros pensó que iba a funcionar: «Eso no podrá ser». Y la idea de que los bateristas estén al frente del escenario en lugar de atrás … Pensamos, «¿Cómo es posible que esto funcione?». Pero con Gavin arreglando muchas de las partes de batería, estaba quedando todo organizado. De lo contrario, sería un caos. No puedes tener tres bateristas que se sientan a tocar lo que les nazca. Todo está orquestado, de verdad. Y funciona por eso.
-Nunca he visto una configuración en mi vida en la que los bateristas estén al frente y el musico principal esté en la esquina de atrás.
Mel: [Risas] «Eso es correcto. Para empezar, tenía un problema con el sonido, y pusimos unas pantallas de plexiglás para tratar de arreglarlo. Pat es un baterista un poco ruidoso y está frente a mí. Se necesitó prueba y error para conseguir una solución la cual resultase bien, sobretodo siendo la batería un instrumento acústico, obviamente. Igual me llega todo ese ruido, y es fuerte, como puedes imaginar. Igualmente funcionó. Es otra cosa que tuvimos que armar.»
-¿En qué se diferencia el Robert Fripp de hoy del Robert Fripp que conociste en 1971?
Mel: «Es mucho más sereno. Es tolerante. No tiene ese ego que solía tener. Todavía puede ser excéntrico, no hay duda al respecto, pero es muy amable conmigo. Básicamente, me da la libertad de tocar lo que quiero tocar. Es agradable estar con él y es un apasionado por la música. Creo que nuestros problemas quedaron en el pasado. Ahora disfruta tanto de la música como de los músicos involucrados».
– «¿Se habla alguna vez de un nuevo disco de King Crimson, o se trata solo de giras y reinterpretar canciones del catálogo?»
Mel: «Hay un proyecto por delante como el álbum «A Scarcity of Miracles» (2011) que hicimos [bajo el nombre de Jakszyk, Fripp y Collins]. Creo que podríamos estar haciendo algo en ese sentido, que en realidad es material de estudio. Se ha escrito bastante material nuevo. No es definitivo. Se está hablando de ello. Eso es todo lo que puedo decir en este momento».
-¿Cómo fue el primer tour post-pandémico con King Crimson?
Mel: «Obviamente, teníamos que tener mucho cuidado con el uso de mascarillas. Lo que es diferente ahora es que no podemos tener gente detrás del escenario, amigos y parientes, o lo que sea. Hacíamos eso después de cada concierto con pases detrás del escenario y reuniones en la sala verde. Ya no podemos hacer eso».
«Robert es muy cuidadoso y usamos mascarilla detrás del escenario. Pero fue un gran alivio estar de nuevo en el escenario. No habíamos trabajado durante todos estos meses. Es fantástico estar de regreso. Es un mundo diferente. No es el mismo que teníamos antes cuando estábamos de gira».
-Mantienes vivo el legado de esta gran banda.
Mel: «Es especial. Me he dado cuenta de eso más ahora que volví con Robert, debido al hecho de que no nos llevábamos tan bien y no quería tocar más música de King Crimson en los años setenta. Y ahora escucho estas cosas y son fantásticas. Robert está tocando muy bien. Y las composiciones… las agradezco ahora. No hay ningún tipo de problemas de ego ni nada por el estilo. No es como cuando eras más joven».
-¿No hay planes de retiro por parte tuya?
Mel: «No. No puedo. Me encanta tocar. King Crimson se ha desarrollado musicalmente hasta el punto en que el estándar es tan alto que no puedes dejar de tocar mejor y mejor. Incluso en esta gira actual, la gente ha dicho que es mucho mejor que la última vez, así que vamos en la dirección correcta».