«Arbeit Macht Frei» (1973): el fascinante debut de Area

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Area es, a título personal, una de las agrupaciones más impresionantes que he conocido. Al revisar su discografía, es fácil darse cuenta de las dificultades para describir su sonido. La acelerada evolución estilística del grupo siempre supo conservar un encanto muy propio. Incluso a pesar de transitar por el rock, la vanguardia, el jazz, la experimentación y hasta por la música docta. Una propuesta estética que llevaba de la mano otra, de carácter político y social profundamente marcado. En tal sentido, su álbum debut, Arbeit Macht Frei, representa la versión más cercana al rock progresivo por parte Area.

Estos sonidos tan variados, sin embargo, no necesariamente convertían a Area en un grupo de “jazz fusión”. De hecho, la fusión a veces se asemejaba a una auténtica colisión, una pugna entre rock y jazz. Jazz al frente; otras veces unas aplastantes acrobacias vocales; en otras ocasiones, una guitarra filtrada por sintetizador; pero siempre construyendo un estilo único. Y es que, a diferencia de la mayor parte de las agrupaciones italianas de la época (que solían tomar bases del rock progresivo británico), aquí las influencias se desdibujan hasta el hartazgo. 

En efecto, bandas como PFM o Le Orme, habían nacido con un sonido fuertemente basado en otras (como King CrimsonJethro Tull o ELP). Ello se extiende a muchas agrupaciones, incluso las que constituían la escena más underground italiana. Area, en cambio, era otra cosa. La adición de música del mundo, algo no muy convencional en esa época, los hacía únicos. Incluso sin usar necesariamente instrumentos demasiado extravagantes. No los requerían, después de todo, considerando las características de las propias composiciones, del uso de la tecnología y sus impresionantes vocalizaciones.

Una visión general de Arbeit Macht Frei

El grupo se había conformado en 1972, en torno a Demetrio Stratos (voz y órgano), Patrick Djivas (bajo), Eddie Busnello (saxofón, clarinete bajo), Giulio Capiozzo (batería), Leandro Gaetano (piano) y Johnny Lambizi (guitarra). La formación cambió al poco tiempo, con Lambizi reemplazado por Gianpaolo Tofani, mientras que Patrizio Fariselli se hacía cargo del piano, en reemplazo de Gaetano. Bajo este sexteto, Area comenzaba a grabar Arbeit Macht Frei, en julio de 1972. Fue, de hecho, el único trabajo de estudio en que aparecen estos seis nombres. Para su siguiente disco, Caution Radiation Area, el grupo no contaría con Busnello ni con Djivas. El primero, por problemas personales. El último, en tanto, se marcharía ni más ni menos que a PFM, en plena etapa de internacionalización, manteniéndose hasta el día de hoy.

Editado en septiembre de 1973, Arbeit Macht Frei es un inmejorable punto de partida para la capacidad creativa de Area. En su carátula, se presentaba como “International Popular Group”, algo que dista mucho de su status de culto, por cierto. El sentido popular, de hecho cabe mejor en su consigna política, muy de izquierda, que fueron desarrollando de manera cada vez más confrontacional. El propio título del álbum da cuenta de ello, como una crítica al capitalismo. Este título, cuya traducción aproximada es “el trabajo produce libertad”, era también usado en varios campos de concentración del régimen nazi. Una macabra expresión de ironía.

La portada, diseñada por Gianni Sassi (productor, nexo con el sello Cramps y miembro “oculto” del grupo, encargado de las letras del disco) y Marco Santini, sobre una fotografía de Fabio Simion, da buena cuenta de ello. Una figura humanoide sobre una base oscura, cuya cabeza se encuentra encerrada dejando un espacio solo para la boca. Un hombre ciego, funcional únicamente para hablar. Su escasa libertad se ve todavía más restringida por el candado que bloquea su cuerpo. Las llaves, sin embargo, parece tenerlas también en su poder. Una crítica con un trasfondo de cierta esperanza: nuestra libertad siempre ha dependido, al menos parcialmente, de nosotros. ¿Pero podemos ver el candado que nos bloquea? ¿Sabemos que tenemos la llave? Y de ser así, ¿sabemos para qué se usa?

Con una fusión instrumental pasmosamente rica, la exploración del sonido de Area se extendía también hacia la voz. En efecto, el trabajo vocal de Demetrio Statos resulta descollante, incluso de modo creciente en la propia discografía del grupo. Una voz sin parangón, que Stratos había desarrollado mediante una constante investigación vocal. Esto le permitía, incluso, producir dos, tres y hasta cuatro tonos simultáneos con su voz, quedando registrado también en algunos discos solistas (como en “Cantare la Voce”, que puedes escuchar en este enlace). Lo anterior lo hacía más que un mero cantante, ya que utilizaba su voz como un instrumento más en el sonido del grupo.

De hecho, es la pasión interpretativa de la voz de Demetrio Stratos lo que otorga otro sello característico. Un estilo vocal que supo trascender incluso más allá del rock progresivo, con Mike Patton como uno de sus más destacados seguidores. Ello diferencia a Area de cualquier banda de rock progresivo italiano o de jazz fusión, como suele ser etiquetada. Incluso se les ha comparado con el “Canterbury”, vamos.En Arbeit Macht Frei, Area exhibe un caos controlado. Una propuesta estética tan radical como su consigna política. Secuencias de notas endemoniadas que rápidamente se solucionan con alguna brillante interpretación, de cualquier instrumento a la mano, o mediante alguna contorsión vocal de Stratos. Una concatenación que elabora una maravilla que supera cualquier etiqueta posible. Area suena a Area.

Las canciones de Arbeit Macht Frei

El álbum comienza con Luglio, Agosto, Settembre (Nero). Este título resultaba provocativo, aludiendo al “Septiembre Negro”, la organización palestina que, entre otras cosas, terminó con la vida de varios atletas israelíes en las Olimpiadas de Munich, en 1972. Por ello, el “negro” de este título fue censurado en varios países. De cualquier forma, las letras expresan una petición de paz. Una declamación hecha en árabe, con voz femenina no acreditada, da inicio al tema. De hecho, en el disco aparece mencionada como “un registro pirata grabado en un museo de El Cairo”. Esta voz invita, básicamente, a dejar la guerra y abrazar la paz. “Deja la ira, deja el dolor, deja las armas y ven, vivamos”.

Llega el turno de Demetrio Stratos, quien prosigue con un una suerte de himno reverberado, acompañado del órgano. La melodía, de tonos que fusionan música árabe y balcánica, se desata con todos los instrumentos, liderando el saxo, siendo el apretado bajo de Djivas el único que parece no detenerse. Los intrincados golpes de la batería van tomando cada vez más presencia, acercándose pronto hacia la intensidad del free-jazz. El caos no se hace esperar, pudiendo aun apreciar toque étnicos, en un despliegue de energía muy intensa que se extiende casi hasta los 3:20. Una pequeña pausa, con el órgano y la voz de Stratos, además del bajo, abren una sección breve, que comienza lenta y que va acelerando, mientras los instrumentos se suman paulatinamente hasta desembocar en la melodía inicial, que cierra esta canción. Un punto altísimo dentro del disco.

Area presenta como segunda pieza el track homónimo, Arbeit Macht Frei. Aquí nuevamente apreciamos un predominio del jazz, con una muy sólida instrumentación. De hecho, la voz de Stratos aparece relativamente poco, recién después de la segunda mitad de la pista, que abre con una sección caótica que toma forma poco a poco. La batería nuevamente suena compleja, tomando protagonismo en el primer minuto, con varios sonidos, incluidos algunas aves y agua. Pero esto está lejos de sonar ambiental.

Hacia el minuto 1:30 el bajo y la batería toman un ritmo definido, aunque todavía seguido por sonidos caóticos. El saxo suena pulcro, cambiando prontamente a una nueva melodía. Las letras son una crítica abierta al modelo capitalista: “una economía sombría, la humildad cotidiana, siempre te empujan hacia el Arbeit Macht Frei”, reza Area. El final mezcla líneas de rock, con un marcado riff de guitarra, y arreglos de saxo, en secuencias complejas que siempre vuelven a la melodía principal. Otra delicia sonora, donde vemos algunos juegos vocales de Stratos de manera más presente que en la pieza inicial.

Otra secuencia ágil y breve, propia del llamado “sonido de Canterbury”, incluso de Gentle Giant, abre Consapevolezza. Tal como indica el título, esta canción nos invita a tomar conciencia, a abrir los ojos. “Suéltate el pelo, sube conmigo (…) Deja que tu ascensor se vaya. Entonces, verás toda la realidad sombría, de un tabú, que la humanidad siempre ha vivido sin libertad”. Aunque abre con dicha secuencia rápida, pronto el ritmo se ralentiza, en una expresión incluso elegante. De todos modos, las melodías ágiles siempre se mantienen entre cada verso, con variaciones más que interesantes. Algunas más cercanas al jazz, otras al hard rock o al blues, pero siempre construyendo cadenas de momentos perfectamente ensamblados.

Estos contrastes continúan en Le Labbra del Tempo. Tiene un comienzo levemente similar al estilo del tema anterior, aunque en su inicio son líneas de saxo las que contrastan con las frenéticas notas pulsadas. Una pieza oscura, tanto en las letras como en el sonido, que hace uso de ecos y reverberancia para construir armonías en conjunto con la voz y el limpio sonido del saxo. El mismo saxofón construye un efecto sonoro muy interesante en el acompañamiento de la voz de Stratos. Nuevamente es el jazz el que sostiene esta pieza, que camina hacia un caos completo hacia su mitad. En el último tercio, podemos encontrar una melodía difícil, liderada por teclados y la voz, que alcanza aquí cuotas de expresión notables antes de regresar a la melodía principal.

El frenesí del jazz-rock pone las bases de la única pieza instrumental del disco, 240 Chilometri da Smirne. Stratos, únicamente frente al órgano, se pierde entre los muy intrincados ritmos. Nuevamente, el bajo y la batería demuestran sus credenciales, aunque cada instrumento parece tener sus momentos de brillo. El saxo alto toma buena parte del protagonismo en la primera mitad, con abrasiva fuerza. El piano y el órgano también tienen sus momentos, relegando a la guitarra más bien como compañía rítmica. Una increíble melodía y marcado groove terminan de redondear una gran pieza del álbum.

El disco cierra con L’Abbattimento dello Zeppelin, compuesta y titulada así por una anécdota ocurrida con Area, tiempo antes. En un bar en el que tocaban, les pidieron tocar la canción “Whole Lotta Love”, de Led Zeppelin. El grupo no conocía la canción, y tocaron una de su repertorio, lo que produjo que los echaran del lugar. Así, en su letra, de un carácter lírico bastante abstracto, podemos interpretar un cuestionamiento hacia el negocio de la música. Una imponente figura voladora, guiada por el viento, que terminaba desplomándose miserablemente y olvidada de la memoria colectiva. Solo esperando su muerte.

Aquí tenemos, posiblemente, el lado más experimental de Area hasta el momento. Una auténtica cacofonía, donde el clarinete bajo, los teclados y la batería comienzan generando disonancias sobre las cuales la guitarra establece una melodía frenética. La voz de Stratos se usa como instrumento más que ninguna otra canción, coloreando paisajes oscuros, pero llenos de energía a la vez. Algunas declamaciones teatrales y explosiones de sonido establecen una atmósfera que incluso raya en el dadaísmo antes de regresar, con fuerza, hacia la melodía principal. Un final extraño para una pieza que, a fin de cuentas, establecería un estándar sobre el cual Area continuaría en el futuro, llegando a su cúspide experimental en Maledetti, de 1976.

De esta manera, Arbeit Macht Frei representaba el comienzo de una intensa, aunque breve carrera de Area. Al menos, en su sonido más vanguardista, que fue truncado tras el prematuro fallecimiento de Demetrio Stratos, en 1979. Una expresión de música absolutamente radical, desde sus cimientos filosóficos hasta su expresión artística. Se abría un mundo de posibilidades para este “grupo popular internacional”, las que serían aprovechadas al máximo por la capacidad inventiva de la banda y del afán investigativo de Stratos. Con ello, el jazz, el rock o cualquier otra matriz musical se convertirían en meras herramientas en el amplio abanico creativo de Area. Un álbum de culto para iniciar la vida de una banda de culto.

Uno de los iniciadores de ProgJazz, siempre buscando proyectos emergentes, aunque sin dejar de disfrutar de las bandas clásicas. Siento un placer especial al investigar e interpretar el significado y la intención de cada disco que escucho.

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