«Future Legends» de Fruupp (1973): Mientras el día se rompe con el amanecer

Antecedentes

Fruupp fue una de aquellas bandas que iluminó un pequeño lapso de tiempo en la historia musical, y para muchos, sigue siendo una rareza que sobrevivió al olvido. Originarios de la ciudad de Belfast, Irlanda del Norte, paradójicamente sus influencias vienen de la cuna inglesa, aunque también indagaron en sonoridades como la música docta, el blues y el folk irlandés, lo que imprimió a cada uno de sus trabajos una hermosa sensibilidad bajo complejos arreglos y fantásticos desarrollos instrumentales. 

Sus inicios se remontan a 1969, cuando Vincent McCusker, guitarrista y compositor, era miembro de Blues By Five, una agrupación irlandesa que mezclaba sin tapujos el blues con lo sinfónico y el gospel norteamericano. Pero tras su disolución, McCusker viaja a Londres en busca de músicos para su nueva empresa, y en ello pasaría meses sin éxito. Sin embargo, aquella estadía le permitió conocer a muchas de las bandas que comenzaban a pavimentar el camino progresivo, y que lo marcarán profundamente. Irónicamente, será a su regreso en Belfast donde encontrará al personal que será parte de esta maravillosa historia, quienes a su vez tenían una amplia formación musical como el teclista y oboísta Stephen Houston, el bajista, flautista y cantante Peter Farrelly y el baterista Martin Foye.

De izquierda a derecha: Stephen Houston, Peter Farrelly, Martin Foye y Vincent McCusker.

Entre 1970 y 1971 Fruupp se dará a la tarea de delinear sus ideas compositivas en un introspectivo camino de búsqueda, y recién el 23 de junio de 1971 darán su primer concierto en el Ulster Hall de Belfast, en aquella ocasión abriendo para don Rory Gallagher. En tanto, el 2 de julio del mismo año harán una parada en Manchester y tocan en el célebre Mr. Smith’s Club, iniciando así una intensa agenda de conciertos itinerantes que los tendrá girando durante dos años. Dado que la contingencia del momento era recorrer toda Inglaterra, con las pocas ganancias obtenidas adquieren una furgoneta modelo Ford Transit Van, e inician su periplo por Londres donde ofrecerán shows gratuitos con el fin de llamar la atención de algún productor o casa discográfica, pero también convocarán a un creciente grupo de seguidores, especialmente del círculo estudiantil. Para ese entonces, el grupo ya tenía ganado un nombre dentro de la escena underground, y será un frecuente invitado a carteles donde compartirá junto a bandas como Genesis, King Crimson, Supertramp, ELO, Focus, Hawkwind y Man entre otros, quienes de algún modo fueron una inspiración para sí mismos, por lo que tras su participación era usual verlos en primera fila disfrutando de aquellos shows.

Luego de esa intensa gira, el 29 de marzo de 1973, Fruupp graba un demo con cuatro temas en un pequeño estudio de Fulham Palace Road, en London W6, el cual llegó a oídos de Robin Blanchflower, director de A&R, quien quedó muy atraído por su propuesta musical. Así fue como Dawn Records, filial de Pye Records, se fijó en ellos y firmaron su primer contrato discográfico. 

Así nace «Future Legends«, ópera prima grabada durante el mes de julio de 1973 en Escape Studios, bajo la supervisión del ingeniero de sonido Tony Taverner y la producción de Denis Taylor. El álbum se compuso a partir del setlist con el que giraron sin descanso, aunque a último momento la banda reemplazaría el tema «On A Clear Day«, original de Stephen Houston, y en su lugar matricularon una canción escrita por McCusker en colaboración con Paul Charles titulada «Graveyard Epistle«. 

Publicado el 5 de octubre de 1973, este trabajo es considerado el más portentoso de los cuatro que Fruupp tuvo a su haber en sus cortos años de existencia, y nos presenta una línea conceptual densa, que se mueve por frenéticos momentos instrumentales y bucólicos paisajes sonoros, todo llevado al límite de las cuerdas que todo lo mistifica. Las canciones, en su mayoría, son obras de Vince McCusker y poseen identidad propia, muy ligada al sinfonismo, al rock más estridente, al jazz y por supuesto a sus raíces celtas, que fluían gracias a la delicada creatividad de Stephen Houston, quien encauza todo con sus fascinantes arreglos.

Portada y contraportada diseñada por Peter Farrelly.

Las canciones de «Future Legends»

El disco abre con «Future Legends«, una solemne introducción barroca interpretada por una sección de cuerdas a cargo de Houston, y será el portal perfecto a un disco sublime.

Luego vendrá «Decision«, un tema exuberante de comienzo a fin, e inicia con una marcha rítmica poderosa que resuena hasta llegar a la filosa melodía final, donde la guitarra y los violines estallan y vuelven a empezar. En contrapunto, el tema nos regala un momento jazz adornado con la distintiva voz de Peter Farrelly, todo antes del magnífico solo en guitarra de Vince McCusker, uno de los riffs más alucinantes en la discografía de la banda. Este surco es una catarsis sonora con todas las caras de su propia identidad.

«As Day Breaks with Down» es otra gran pieza musical, de tono calmo en su inicio, posee giros melódicos inesperados hasta llegar a la breve pero exquisita ejecución en oboe de Houston que ilumina la canción, siendo el preámbulo para un final explosivo. La narrativa nos lleva por momentos solemnes, así también por senderos más efusivos. Es una canción llena de contrastes suaves y enérgicos, agregando tonos multicolores a la melodía.

«Graveyard Epistle» inicia con una espectacular línea de bajo, batería y teclado al unísono que pronto se romperán en una narrativa evocadora, dando paso a un estribillo oscuro. La voz de Farrelly y el coro de McCusker son un bálsamo a tanto cambio melódico, pero también aportan una misteriosa narrativa. A estas alturas la banda no tiene problemas en componer pasajes instrumentales cada vez más intrincados, envueltos por un halo celta, con una dosis justa de música docta y una excelsa ejecución en cada una de ellas.

«Lord Of The Incubus» es una canción ambiciosa, acompañada de quiebres estructurales y cambios de tempo más en la línea del progresivo clásico. Tiene un lado pastoral, sobre todo en sus coros, y es una creación que derrocha solos y ritmos penetrantes. Habrá también espacio para un pasaje blues rock, muy de la vieja escuela Blues By Five.

«Olde Tyme Future» tiene un ritmo más reposado, acompañado de un arreglo en teclado hermosamente compuesto. Su letra es críptica y su introducción instrumental de corte clásico nos presenta una canción que evoluciona a medida que avanza. Es una pista mucho más accesible que el resto, que no llega a los picos creativos de sus anteriores canciones, pero aún así es muy apreciada dentro de este disco.

«Song For A Thought» es un surco magistral dentro de esta entrega, y abre con una introducción instrumental vehemente que va in crescendo, dando lugar a una melodía más relajada y una narrativa melancólica. En su sección central volverá a subir el tono dramático del mismo, acabando en un final eufórico. Es una pista fascinante.

El disco cierra con «Future Legends Reprise«, un tema de corta duración cantada a cappella y acompañada de una guitarra acústica, siendo el final perfecto para un álbum mágico, lleno de cuentos, misterio e imaginación.

La canción «On a Clear Day«, escrita por Stephen Houston apareció en los primeros cien vinilos publicados en su lanzamiento, pero inexplicablemente sería retirada del álbum. Sin embargo, en una reedición lanzada por el sello Esoteric Recording el 2009 volverá como bonus track cerrando el disco. Es una canción delicada y elegante a la vez, con un verso rítmico sensacional y un fugaz guiño al sonido de Focus, el cual luce una breve pero magnífica interpretación en guitarra de «Júpiter” de Gustav Holst

Un viaje hipnótico

Este trabajo debut está catalogado como el mejor de su discografía, y posee una febril inocencia en un año donde convergen grandes obras musicales a nivel mundial. Aún así, logra deleitarnos en un viaje hipnótico a través de un exquisito mosaico de sonidos y estilos que le otorgan una atmósfera única. Su historia estaba a cuatro discos de perderse en el tiempo, pero la secreta procesión de unos pocos fans han traído consigo material inédito hasta nuestros días, con la ilusión de refrendar la obra de este grupo en las nuevas generaciones. Fruupp fue y será uno de los proyectos más interesantes de oír, marcando un hito en el género, y por ello tiene un merecido lugar en la historia del rock progresivo británico.


Formación:

  • Peter Farrelly: voz principal, bajo.
  • Stephen Houston: teclados, oboe, arreglos, voz.
  • Vincent McCusker: guitarra, voz.
  • Martin Foye: batería, percusión.

Invitado especial:

  • Michael Rennie: director (cuerdas)

En busca del eterno resplandor sónico.

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