La IA en la música llegó para quedarse, y esto es bueno

El uso de herramientas digitales en la música no es algo raro, ni extraño. De hecho la inteligencia artificial no es algo que llegó de golpe y porrazo cuando se lanzó ChatGPT a fines de 2022, ni de lejos.

«Inteligencia Artificial» es un concepto que, por lo menos, viene resonando desde principios de los años 50′, cuando Alan Turing propuso el Test de Turing para evaluar la inteligencia de una máquina. En 1956, John McCarthy acuñó el término «Inteligencia Artificial» en la Dartmouth Conference, considerada el nacimiento formal del campo. En los años 60′ y 70′, surgieron programas pioneros como ELIZA, un chatbot primitivo, y Shakey, el primer robot con IA.

Durante los 80′ y 90′, inteligencias artificiales más específicas permitieron las primeras aplicaciones en el mundo real, tanto en medicina como en ingeniería. El gran salto de la inteligencia artificial a las masas ocurriría a fines de los 90′, cuando Deep Blue de IBM venció al campeón mundial de ajedrez Garry Kasparov.

Los procesos creativos humanos han sido una de las cosas más difíciles para ser replicadas por las redes neuronales de una IA. A principios de los 2000′, y por primera vez, un software logró diferenciar entre una pieza musical compuesta, de un montón de notas al azar que no encajarían en lo que entendemos como música. Esto fue mucho más difícil de lograr que desarrollar una máquina capaz de vencer al mejor jugador de ajedrez del mundo, o poder resolver ecuaciones matemáticas.

Hoy en día nos asombramos con las voces replicadas por un montón de código regenerativo, o canciones que fueron creadas por IA. Incluso artistas, como Steven Wilson, predicen que en algún momento cercano podremos pedir en tiempo real una composición totalmente hecha a nuestra medida, con la letra y musicalización que queramos, e incluso el cantante que deseemos. «Alexa, quiero una canción que suene como Yes, con voz de Freddie Mercury, y que hable del día que he tenido en mi trabajo».

Incluso, podemos recordar lo que declaró Björn Ulvaeus, el famoso guitarrista y compositor de ABBA, que replicamos en nuestro medio en agosto de 2023, mediante entrevista con el youtuber y productor Rick Beato:

Me llamaron hace pocas semanas de un conglomerado de grandes compañías de informática que no puedo revelar, para hacerme una demostración de una nueva I.A. musical que están entrenando, y aún no tiene fecha de liberación al público. Quedé absolutamente asombrado a un nivel que no puedes imaginar, tanto que lo que sabemos de I.A. en música, hoy en día, es nada al lado de aquello.

Me hicieron una demostración de creación de una canción de Abba en segundos, y te puedo decir que es absolutamente imposible distinguir si esa canción la escribí junto con Benny, o si fue la I.A. Es imposible.

Uno como músico, toma una posición defensiva y ofensiva a la vez. Como herramienta para el creador, creo que estas I.A. serán lo más importante que le ocurrió a la música desde los primeros registros fonográficos. Viene una revolución y la creación musical ya no será la misma. Incluso sé de músicos jóvenes que hoy en día están componiendo junto a ChatGPT.

Björn Ulvaeus, entrevista con Rick Beato, 2023

En los próximos años, es probable que veamos músicos completamente creados por IA, con discografías enteras generadas por algoritmos y hasta obras póstumas de músicos fallecidos. Como podemos ver, esto es una verdadera revolución, lo que no debería ser malo perse. Lo que hoy en día está sujeto a debates es la toma de conciencia de su impacto.

Si nos fijamos, a lo largo de la historia, la música ha experimentado diferentes revoluciones que han cambiado el curso de esta, y que tomaron un tiempo para ser concientizadas por músicos y fanáticos. Hagamos un breve ejercicio de agrupar los más importantes:

  1. La radio y la música envasada: Antes de su aparición en los albores del siglo XX, la música en vivo era la única forma de disfrutar de este arte. Con la radio y los primeros métodos de grabación como el cilindro de cera y el gramófono, la música se volvió accesible y reproducible para una gran cantidad de personas. En su momento, esto generó pánico entre los músicos, quienes temían que la radio y los discos acabarían con su trabajo, ya que «para que ir a un baile si podían tener a los músicos en sus hogares«. Como vemos, esto nunca ocurrió.
  2. Los estudios con equipos de varias pistas: Con esta tecnología nacida en los años 50′, un solo artista podía grabarse tocando diferentes instrumentos por separado, e ir mezclándolos en capas para lograr resultados impresionantes. Esto permitió la producción de piezas complejas con pocos recursos, facilitando la creación musical individual. Por supuesto, los músicos de sesión reclamaron que iban a quedar cesantes. Esto tampoco ocurrió.
  3. El sampling: Esta técnica de fines de los 70′ revolucionó la producción musical al permitir tomar fragmentos de grabaciones existentes para reutilizarlos en nuevas composiciones. Esto aceleró el proceso creativo de muchos artistas, ya que podían acceder a sonidos y ritmos sin necesidad de ejecutarlos ellos mismos ni contratar a nadie. Y claro, muchos vieron que esto era una situación «anticreativa». Hoy en día resultaría difícil tachar a un artista de ser «creativamente nulo» por utilizar samples.
  4. El software de producción musical: Cuando la computación se hizo más potente y accesible a fines de los años 80′, se desarrolló una gran cantidad de software que, al día de hoy, puede emular perfectamente un estudio musical profesional. Esto permite a cualquier persona producir música de alta calidad desde casa con herramientas accesibles, reduciendo la dependencia de estudios de grabación y discográficas. Gracias a esto tenemos maravillosas bandas produciendo música de nicho, que de otra manera no habrían podido salir a la superficie.
  5. Con la IA estamos ante otra gran revolución que, como vemos en los ejemplos anteriores, no destruirá la música, sino que ofrecerá nuevas posibilidades. Su impacto más significativo es que permite a cualquier persona, sin grandes recursos, poder crear música de la nada. Y eso es solo el comienzo.

¿Y la controversia?

Como toda revolución, hay ajustes que realizar y problemas que solucionar. La cuestión de tener una herramienta tan poderosa como la IA, y que pueda proveer a los músicos de algo tan valioso, es que plantea dilemas éticos y legales que aún no han sido resueltos, y necesitan pronta solución.

¿De quién son los derechos de una canción creada por un montón de código informático?, ¿Serán las IA «sujetos de derecho» de algún tipo en el futuro?

¿El estilo o forma de cantar o tocar de un artista o banda puede estar sujeto a derechos de autor?, ¿Se puede patentar como toca un guitarrista?

¿Se les debe pagar a los músicos con los que se ha entrenado la IA?, ¿Deberían compartir créditos con los «nuevos compositores»?

¿Cómo se regularán las voces de los artistas fallecidos? , ¿Debe permitirse que se sigan produciendo canciones de artistas muertos sin el consentimiento de la familia?

Un caso reciente que ejemplifica los primeros beneficios palpables para la audiencia es «Now and Then», una pieza de The Beatles lanzada en 2023 gracias a la IA. John Lennon había grabado un demo en casete durante 1977 que nunca lanzó, pero en los años 90′, Paul, George y Ringo intentaron utilizarla para los recordados «Anthology». Lamentablemente, la tecnología disponible de la época no permitía separar la pista de la voz de aquella barrosa grabación. Gracias a la IA, finalmente se pudo aislar y limpiar las pistas de la grabación original y producir la canción con la participación de los Beatles restantes. ¿Fue la IA la creadora de «Now and Then»? Pues no, la IA fue solo una herramienta que permitió completar una idea que ya existía. Pero sin IA, no habríamos podido disfrutar de «Now and Then». Así, suena mejor la cosa, ¿verdad?

Si nos vamos al campo progresivo, tenemos a Carl Palmer con su actual gira «An evening with Emerson, Lake and Palmer» donde toca al unísono con Keith Emerson y Greg Lake grabados en una gira de 1992 en dos pantallas gigantes a los costados del baterista. En esta situación, también se utilizó la IA para eliminar la pista de batería del show en vivo, y para corregir colores rápidamente. En palabras del mismo Palmer, este resultado de la IA lo dejó tanto a él como a la familia de los ya fallecidos músicos, mucho más satisfechos que las torpes alternativas holográficas que barajó en algún momento.

Difícilmente la democratización de la IA en la música de como resultado el fin del arte o de la creatividad. Solo estamos ante una revolución tecnológica que cambiará la forma en que se crea la música, y es normal sentir algún tipo de angustia frente al futuro, sobre todo por parte de algunos de nuestros artistas «análogos» favoritos. Toda revolución necesita antagonismo, para que depure lo que realmente es valioso que se quede, y esos frutos seguramente serán una fantástica herramienta para los músicos del futuro.


ProgJazz es un colectivo unido por la amistad nacido en 2007, y que busca difundir música sobre la base del rock progresivo, el jazz, la música de vanguardia y todos sus géneros asociados.

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