«Inferno» de Metamorfosi (1973): Dante y el inframundo actual

Uno de mis discos de cabecera en la vida. Durante una época, incluso, podía escuchar este álbum varias veces al día, sin aburrirme en lo absoluto. Inferno, de la banda italiana Metamorfosi, es sin lugar a dudas una obra clásica del rock progresivo italiano. Editado en 1973, constituye una obra esencial en cualquier colección de progresivo, transformándose actualmente en un disco de culto.
Introducción
Metamorfosi se funda en la ciudad de Roma, en 1969, bajo el nombre de I Frammenti. En esa época se conformaría el corazón de la banda, con los dos nombres que definen el sonido de Metamorfosi: el vocalista Davide “Jimmy” Spitaleri y el tecladista Enrico Olivieri. El primero de ellos, incorporando una potente voz operística, cuya versatilidad le permitía agregar grandiosos matices. El segundo, con una formación docta que le facilitaba dar sustento instrumental casi por sí solo a todo el grupo.
Con ellos se encontraba el buen bajista Roberto Turbitosi, el guitarrista Luciano Tamburro y el baterista Mario Natali. Como quinteto, editan su primer álbum, titulado E Fu il Sesto Giorno (y fue el sexto día), de un marcado sentido religioso, principalmente gracias a las letras de Spitaleri. A pesar de que el álbum ya mostraba el sonido que caracterizaría a Metamorfosi en Inferno, todavía quedaban muchas influencias de la psicodelia y el beat, que le daban un toque más ligero a sus canciones. Sin embargo, el gran paso estaba dado, y solo faltaba madurar ese sonido.
Tras el lanzamiento, el grupo decide continuar como cuarteto, sin guitarrista. Además de la partida de Tamburro, Mario Natali fue sustituido por Gianluca Herygers en la batería. Así, con la formación Spitaleri/ Olivieri/ Turbitosi/ Herygers, el camino se encontraba pavimentado para construir un sonido marcado por los densos teclados que le dan el carácter a Inferno de Metamorfosi.
El concepto de Inferno
Seguramente usted y yo hemos leído, al menos parcialmente, “La Divina Comedia”. O, como mínimo, sabremos de qué se trata. Esta es una poesía épica escrita por Dante Alighieri a inicios del Siglo XIV, que narra una historia del propio Dante. En esta obra Dante es encontrado por Virgilio, antiguo poeta romano, quien lo ayuda a escapar de animales que lo acechaban en una selva oscura. Allí Virgilio le dice que Beatriz, la amada de Dante, lo envió para que lo reuniera con ella, en el Paraíso. Pero para llegar allí, antes debían cruzar por el Infierno y el Purgatorio.
Metamorfosi decide tomar el primer capítulo del libro de Dante como inspiración para su álbum: el Infierno. En el libro, éste aparece dividido en nueve círculos concéntricos. En la medida que atravesaban cada círculo, encontraban almas castigadas por pecados cada vez más infames, por lo tanto, en el noveno círculo estaban los peores pecados. Junto con ellos, el mismo Lucifer. Varios de esos pecados eran los llamados “capitales”, como la lujuria, la gula o la avaricia.
Sin embargo, Metamorfosi modifica estos círculos, incorporando pecados más propios de la sociedad actual. Así, podemos ver narcotraficantes, explotadores y racistas en esta nueva versión. Junto con Lucifer, en el noveno círculo, aparece la clase política, como el peor de todos los males. De esta manera, Metamorfosi elaboraba un concepto que, al día de hoy, parece tan vigente como hace 50 años.
Dicho concepto es magistralmente retratado tanto en las letras como en el sonido oscuro que propone el disco. Especialmente por el predominio de órganos, sintetizador y Hammond, que se usan magistralmente. Del mismo modo, el arte del disco, con una portada desplegable, retrata un escenario de tonos color azul piedra, grises y negros. Sobre éste, kafkianas figuras deambulan en soledad, expresando puro sufrimiento y frustración.
El inicio de Inferno
En Inferno, Metamorfosi plantea una gran obra de piezas continuas, pero que en realidad se conjugan en una sola. Si bien ninguna es totalmente instrumental, cada una tiene pasajes cantados relativamente cortos. De este modo, se brinda un generoso espacio para que los instrumentos se desenvuelvan con continuos cambios melódicos.
En álbum comienza con Introduzione, que es la más extensa del álbum (casi ocho minutos). De manera muy concisa, aquí Metamorfosi nos contextualiza en la selva oscura donde Virgilio encuentra a Dante. Abriendo con un platillo (quizá un gong), el sonido del órgano predomina casi hasta la entrada de la voz, que en cuatro versos nos expresa la oscuridad y abandono del escenario donde inicia la historia.
A partir de aquí, y durante casi siete minutos, se desenvuelve toda la versatilidad instrumental del grupo. Los cambios de tempo son la especialidad, pasando fácilmente de 4/4 a 12/16 de manera elegante y pulcra. Metamorfosi se muestra aquí en su máximo esplendor.
El álbum continúa con Porta dell’Inferno, en una marcha lenta que nos dice la famosa advertencia que se encuentra en la entrada: Lasciate ogni speranza, o voi ch’entrate (“Abandonad toda esperanza, vosotros los que entráis”). Hacia la mitad, nuevamente comienza una sección instrumental, esta vez de manera mucho más ágil, exhibiendo los afilados teclados de Olivieri.
Primer círculo: Caronte
El barquero del infierno, Caronte, es quien lleva las almas hacia su interior. Aquí Metamorfosi se internaría en el primer círculo, aunque describiéndolo de manera más bien genérica. En la obra de Dante, este círculo era poblado por las almas que no fueron bautizadas, o que no conocieron a Cristo. El mismo Virgilio radicaba aquí. Sin embargo, fueron personas que no necesariamente pecaron en demasía, por lo que su castigo era, simplemente, estar privados de la vida eterna.
Metamorfosi aquí lo expresa en dos líneas en particular: “Y no esperes volver a ver el Cielo, almas negras se quemarán al fuego eterno”. Especialmente destaca la voz, con tonalidades que varían entre la suciedad del rock y la pulcritud de la ópera, expresando perfectamente la oscura letra.
Segundo círculo: Spacciatore di Droga (narcotraficantes)
Aquí encontramos la primera modificación explícita de la obra de Dante. El segundo círculo, dirigido originalmente a las almas lujuriosas, Metamorfosi lo destina a los narcotraficantes.
Esta pieza quizá sea de las más interesantes en términos melódicos en el álbum. Por una parte, comienza de inmediato con mucha intensidad interpretativa, empalmándose desde la pista anterior. El órgano acompaña muy bien, expresando la rabia contra estas almas. Lo más impresionante, es que esto dura apenas 30 segundos antes de incluir un cambio que ralentiza casi hasta el silencio esta pista. A partir de allí, la letra expresa la sentencia que deberán cumplir estas almas, que por su codicia y daño, tendrán que pagar. “Pero no es con dinero”.
Una explosión, un derrumbe, y la entrada del bajo de Turbitosi, en una sección en que rápidamente entra un virtuoso piano que dirige desde allí los arreglos instrumentales. Cae otro quiebre, un profundo platillo y una melodía triste y oscura, llevada con órgano. Sobre él, aparecen las primeras flautas, en uno de los momentos oníricos que tiene esta pieza. Posiblemente, la más variada del álbum en cuanto a cadencias, rupturas y melodías.
Tercer círculo: Lussuriosi (lujuriosos)
La lujuria es trasladada del segundo al tercer círculo del Infierno respecto de la obra original. Dante, en su libro, había dejado a la gula aquí, la que es simplemente eliminada en el álbum de Metamorfosi.
Liderada principalmente por clavecín y voz, representa una balada que contiene dos estrofas. La primera, expresada desde las propias almas, que lamentan su castigo (“Estamos condenados juntos, sufrimos estos dolores, y nunca más vamos a volver…” nos dice la letra). Se manifiestan aquí algunos de los aspectos teatrales del disco, gracias a la voz de Spitaleri, que canta en un tono suave y de mucho eco.
La segunda estrofa, en tanto, se pone en la voz del castigador: “Están condenados juntos, a sufrir estos dolores, y nunca más volverán”. En esta estrofa, la voz se torna más propia a la de un tenor, para resaltar ese cambio de personaje. En la canción que más mantiene una melodía principal, hacia el término aparecen varias voces, a modo de coro.
Cuarto círculo: Avari (avaros)
Tal como en la obra de Dante, el cuarto círculo se encuentra poblado por almas avaras y codiciosas. Esta es una pista corta, de apenas un minuto y medio, y que se expresa en una modalidad similar a la anterior. Esto es, mediante el lamento del castigo con una voz inicial más suave, y una figura inquisidora a continuación, interpretada con una voz más limpia.
Hacia el final, se despliega un sintetizador de breve aparición, con tempos más marcados de la batería, y que hace un efecto fade out para dar término al primer lado del vinilo original.
Quinto círculo: Violenti (violentos)
Los pecados por violencia estaban, en la obra de Dante, reservados al séptimo círculo del infierno. El quinto, en tanto, se encontraba habitado por iracundos y perezosos.
El lado B comienza con densas cortinas de teclados, en otra de las canciones que contienen más letra. Al inicio, dos líneas que hablan de sangre fluyendo entre la fragilidad de la vida. Luego, se da paso a una sección de alta energía, con la voz de Spitaleri impostada en su modo de ópera.
Tambor, bajo, sintetizador y una campana inician un tercer pasaje, de voz cálida, que representan en conjunto la tristeza que la violencia deja en el mundo. Poco a poco el pulso toma velocidad, para dar espacio a un ágil sintetizador que se silencia con la entrada de la siguiente pieza musical.
Sexto círculo: Malebolge (fraudulentos)
Malebolge aparece en la obra de Dante en el octavo círculo del Infierno. Las “Malebolge” son zanjas que se destinaban a castigar a las almas fraudulentas, que se dividían en 10 categorías, habiendo una zanja para cada una de ellas. Es el último círculo del libro que es mencionado, puesto que los tres peores pecados están, en el álbum de Metamorfosi, destinados a pecados más actuales en la sociedad. Así, el círculo que era ocupado originalmente por las almas herejes (que son suprimidas en el álbum) ahora son habitadas por los fraudulentos, aduladores, falsificadores y adivinos, entre otros.
El bajo de Turbitosi abre con un pulso ágil, en una melodía de buen ritmo que es fortalecido por acordes de teclado. La letra se dedica a describir este “gran mar de lamentos”, antes de la entrada de un clavecín y una ruptura melódica, que abre el paso a la próxima pieza.
Séptimo círculo: Sfruttatori (explotadores)
El círculo infernal en el cual Dante colocaba a los violentos, Metamorfosi lo reemplaza por las almas que explotaron a otras personas en vida. La letra aquí expresa, en modo acusatorio, las miserias que la gente debe experimentar por culpa de estos pecadores, aprovechándose de leyes corruptas.
Una melodía densa y minimalista ocupa los primeros instantes de esta canción, en donde Spitaleri pone una voz llena de rabia para interpretar esta letra. Sigue una nueva sección instrumental liderada por sintetizador, antes de pasar a una voz llena de dramatismo que profundiza en las víctimas de este pecado.
La canción regresa a su melodía inicial, para decretar, con la misma rabia, el castigo de estas almas: “Pero en un lago de sudor, ahora húndete lentamente”. Es aquí donde ocurre un última ruptura, que nos entrega un bajo con onda jazz, secundado por batería. Sobre esta base, hace explosión un obsesivo piano, que nos conduce hacia el octavo círculo…
Octavo círculo: Razzisti (racistas)
Originalmente habitado por los fraudulentos, el octavo círculo de Inferno de Metamorfosi muestra el segundo peor pecado, de acuerdo con su concepción: el racismo. La letra resulta muy directa y descriptiva, posiblemente la más explícita de todas. Ello se aprecia en líneas como “¡trabaja hombre negro, suda, llora muere!”. Hacia el final, la voz del castigador establece su veredicto para ellos.
En términos musicales, la estructura es de 4/4 en toda la sección cantada, con un piano que marca el pulso de esta pieza, resultando lineal en su primera mitad. La voz de Spitaleri alcanza aquí una expresividad notable, mientras que el bajo resulta casi imperceptible. En el minuto 1:24, ocurre un cambio en que entra un breve solo de órgano, que plantea una nueva melodía, de corte clásico. Este órgano se apaga lentamente, para la entrada de una pulsación de bajo, a modo de latidos, que establece una surte de marcha oscura. La marcha hacia el último círculo.
Noveno círculo: Lucifero (Politicanti) y la conclusión del viaje
El noveno círculo, que Dante destinaba a los traidores, es cambiado en el álbum, aunque solo a medias. En efecto, Inferno de Metamorfosi ubica a la clase política en este círculo, pero principalmente por la traición que comete hacia su pueblo. Especialmente, por “traicionar el ideal del ser humano”. De este modo, la letra insta a Lucifer a aplastar y desahogar su ira contra estos pecadores.
La interpretación vocal vuelve a denotar rabia, desenvolviéndose entre densas cortinas de teclado y sintetizador, que dominan los dos primeros tercios de esta pieza. El grupo hace recicla un breve pasaje de teclado de “Sfruttatori” antes de regresar a la espesura de la melodía principal.
El sintetizador se apaga, mientras aparece un tenue coro acompañado de teclado, dando inicio a Conclusione, pieza con que Metamorfosi da finalización a Inferno. Un breve pasaje, suavemente cantado, nos dice “y así es como volvimos a ver las estrellas de nuevo”. Con ello, el disco nos dice que, finalmente, hemos salido del infierno. En el outro, Metamorfosi utiliza una variación de la melodía principal de “Lucifero”, aunque levemente más pausada, terminando con un sonido de sintetizador que asemeja una alarma vibrante.
De este modo, bajo este cielo estrellado, la historia estaba lista para continuar su camino.
Para finalizar…
Luego del lanzamiento de Inferno, Metamorfosi se puso a trabajar en su siguiente álbum. Sin embargo, el sello que los apoyaba (Vedette Records) se fue a la quiebra, y el grupo se disolvió en 1973, solo meses después de editar este segundo álbum. El grupo se mantuvo inactivo durante más de dos décadas, hasta que Spitaleri y Olivieri se reunieron para dar algunas presentaciones.
Con su segundo disco a medio componer, deciden retomar el proyecto de Metamorfosi, y editan en 2004 su tercer álbum: “Paradiso”. Su trilogía dedicada a La Divina Comedia terminaría en 2016, con el lanzamiento de “Purgatorio” su cuarto y, hasta ahora, último disco de estudio.
No obstante lo anterior, Metamorfosi sigue siendo apreciado, hasta el día de hoy, principalmente por su trabajo en Inferno, convertido en un disco de culto del rock progresivo italiano en su veta sinfónica.