Miles Davis y la revolución de Bitches Brew

El Jazz para fines de los 60′ era solamente una sombra de lo que había sido en sus épocas de gloria, confinado solo a pequeños clubes, con una audiencia que cada vez envejecía mas y mas.

El baterista Bill Bruford al recordar aquella época comentaba: «A fines de los 60′, el Jazz estaba fuera de lugar. Entre el Free Jazz y sus chirridos, versus los discos que presentaba Jimi Hendrix por aquella época, cualquier músico de sangre caliente no tenía donde perderse».

Miles Davis, totalmente al tanto de esta situación, le comentaba con tono enojado a su manager: «Estos niños blancos de pelo largo me están comiendo toda la tostada. Mis discos con suerte venden 70.000 copias y ellos un millón!»

Esas palabras serían el germen para que el trompetista concibiera una nueva revolución. Ya no le bastaba el cool y el modal. Miles sabía que ahora tendría que haber algo nuevo, fresco y joven.

Por ello reunió una banda de jóvenes talentos en el mundo del Jazz: Wayne Shorter, Bennie Maupin, Chick Corea, Joe Zawinul, Larry Young, John McLaughlin, Dave Hollan, Harvey Brooks, Jack DeJohnette, Lenny White, Don Alias y el percusionista Juma Santos. Junto a ellos, se sumergió en una serie de «Jam Sessions» en 1969, en el famoso estudio de Electric Ladyland, donde la mecánica de composición sería simple: Liberarse de todas las ataduras del Jazz como se conocía hasta ese tiempo, y estar muy atento a los extraordinarios sonidos que venían surgiendo en el movimiento del rock y el pop para aquellas fechas.

Miles se sacó sus trajes elegantes, su impecable terno y corbata, para comenzar a adoptar ropajes mas actuales, llenos de colorido, claramente inspirados en Jimi Hendrix. El plan marchaba a la perfección.

El groove hipnótico, con raíces en el rock y la música africana que se estaba gestando no solo estaban creando un dramático nuevo universo musical, sino que también llevó al Jazz a la visibilidad y a la credibilidad a un nivel más masivo, cosa que hace cinco años atrás no podría ni haber soñado.

Como usualmente hacía Miles en este periodo, los temas fueron grabados por secciones. Davis daba un par de instrucciones, un tempo, un par de acordes, una pizca de una melodía y sugerencias de tonos. Esta era una forma de trabajar que tenía para que, así, los músicos se prestaran atención entre ellos, a su propia forma de tocar, o cuando él les daba una señal que podía cambiar en cualquier momento. De hecho, en la pieza homónima, la voz de Miles es audible dando instrucciones a los músicos o haciendo sonar sus dedos para indicar el tempo.Igualmente, este álbum fue pionero en la aplicación del estudio de grabación como un instrumento más, usando loops, delays y todo tipo de efectos de eco.

El disco fue terminado de grabar en el estudio B de Columbia en la ciudad de New York, en el transcurso de tres días, desde el 19 al 21 de agosto de 1969.

Todas esas sesiones y alquimias dieron a luz el doble LP de «Bitches Brew» (1970), el que rápidamente cosechó alabanzas y se convirtió en otra de esas vacas sagradas de la música popular de todos los tiempos. Había nacido lo que se conoce como fusión: Jazz, guitarras eléctricas, bajos frenéticos y baterías estridentes en una mezcla totalmente desenfadada, irresistible y salvaje.

La portada fue creación de Martin Klarwein, quien tambien haría la portada del «Abraxas» (1970) de Santana y algunas representaciones para Jimi Hendrix. Todo estaba fríamente calculado para dar un golpe de efecto en la juventud de la época.

Y claro, Miles Davis finalmente pudo tener su primer millón de copias vendidas. Era la primera vez que el Jazz llegaba a un publico tan joven y masivo desde los 40′. Esta popularidad le valió el tocar en uno de los festivales de rock mas legendarios de la historia: El festival de Isle of Wight en 1970, el mismo donde ELP debutaba a nivel mundial.

Aquella tremenda banda sería el germen de Mahavishnu Orchestra, Weather Report y Return to Forever, ademas de presentar la plantilla para todo el jazz rock de los 70′ y del futuro.

Miles lo había hecho de nuevo. Un disco lleno de peligro, asfixiante, orgásmico, con cada nota provocando todo tipo de experiencias extrasensoriales.

Melómano y coleccionista de música en formato físico. Baterista de Hobbie. Uno de los administradores del grupo de Facebook chileno "King Crimson en Chile", con contacto directo con el sello DGM de Robert Fripp y David Singleton. Me gusta escribir sobre música.

You may also like

Comments are closed.