Atom Heart Mother: Pink Floyd y su primera incursión progresiva

El 2 de octubre de 1970 se liberaba Atom Heart Mother de Pink Floyd en Reino Unido. Con ello, dejaba paulatinamente atrás la etapa más experimental del grupo, que llegara a su cúspide en Ummagumma. Pink Floyd comienza a sonar cada vez más como una banda consolidada y unificada, aunque todavía manteniendo la experimentación como plato fuerte. Así, en Atom Heart Mother sentaría sus bases en el blues, sobre el cual girarán arreglos propios del space-rock. También se aprecian reminiscencias de su etapa psicodélica y, particularmente en la suite que da nombre al disco, la música académica.
Orígenes del álbum
El origen del álbum va de la mano con el de su pieza central. Durante 1969, Pink Floyd había estado haciendo una serie de presentaciones bajo el nombre de «The Man and the Journey Tour«. En una de esas fechas, en particular, el 26 de junio, el grupo se presentaba en el mítico Royal Albert Hall. Dicho concierto había sido titulado «The Final Lunacy», y contó, a diferencia de las demás fechas de la gira, con la colaboración de la Royal Philharmonic Orchestra y de algunos miembros del coro «Ealing Central Amateur Choir».
Esta experiencia resultó lo suficientemente buena para el grupo, como para plantearse hacer algo en esa línea. Después de todo, fusionar el rock y la música docta no era algo extraño para esa época. Así que Pink Floyd había decidido echar suerte en esa fusión.
Para ello, Ron Geesin era la persona adecuada. Geesin ya tenía lazos con Nick Mason, que luego extendería a Roger Waters. De hecho, habían colaborado para Ummagumma, y ya habían trabajado juntos en «The Body». Además, Geesin sabía escribir música de manera formal, lo que era una debilidad de Pink Floyd, y conocía lo suficiente la escena musical internacional como para orientar el sonido del grupo de manera diferente a cómo sonaban otras bandas que utilizaban arreglos orquestales. Era el hombre ideal para las ambiciosas pretensiones de Pink Floyd.
Luego de que Pink Floyd le entregara una grabación, Geesin comenzó a escribir la partitura de la pista que daría nombre al álbum. Así, Pink Floyd grabó Atom Heart Mother entre el 2 de marzo y el 21 de julio de 1970, en los estudios Abbey Road. Claro está, que la mayor parte de esas sesiones se dedicaron al tema homónimo. Como ingenieros, participaron Peter Brown y Alan Parsons.
Sin embargo, el resultado del trabajo de Ron no fue del gusto de Pink Floyd. Quizá esto sea uno de los últimos aspectos en que los cuatro miembros estuvieron de acuerdo. Roger Waters lo calificaría como «basura», y Nick Mason diría que preferiría haberlo grabado otra vez. Tal fue el desencanto con Geesin, que ni siquiera lo mencionaron en los créditos.
Ya con el álbum grabado, Pink Floyd todavía carecía de un nombre definitivo para él. Las ideas que tenían, tales como «Untitled Epic» o «simplemente «The Amazing Pudding» no convencían del todo al grupo. En ese contexto, y en la sala de control del Paris Cinema de la Radio BBC, Waters hojeó el primer número del periódico Evening Standard, donde aparecía una noticia con el titular «Atom heart mother named”. La noticia aludía al caso de Constance Ladell, la primera mujer británica en tener un marcapasos que funcionaba con energía nuclear. Waters presentó este título al grupo y a todos les gustó. Algunas versiones sostienen que la noticia era sobre una mujer embarazada, lo que era improbable. Eso no se informaba en el periódico, y la Sra. Ladell tenía ya 56 años.

La portada, obra de Hipgnosis, buscaba ser diferente y rupturista. Entre varias opciones que Storm Thorgerson presentó al grupo, éste se decantó por la carátula que ya conocemos: una vaca (llamada Lulubelle III, por cierto). El diseño, de por sí, marcaba un precedente en materia visual. Después de todo, ¿qué hace una vaca pastando sobre un prado en un álbum de rock? Si bien surgirían significados posteriores, no era necesario un concepto. O más bien: el concepto era la pura y sorpresiva confusión.
Las piezas de Atom Heart Mother
El álbum comienza con la pista homónima, que ocupaba todo el lado A del disco. Atom Heart Mother había sido construida desde varias piezas: por una parte, por una composición de David Gilmour, que originalmente se llamaba «Epic» (de ahí que fuese una opción para titular esta pieza). Gilmour extendió esta composición original, en un trabajo colaborativo con Richard Wright, buscando darle un sentido de campo abierto. Pink Floyd presentó «Epic» en vivo en enero de 1970, aunque más tarde la complementaron paulatinamente, hasta tener una versión definitiva.
Con un presupuesto reducido, no era posible contratar una orquesta completa, ni al coro que Geesin pretendía. Contrataron un coro reducido, dirigido por John Alldis. Los arreglos orquestales fueron, inicialmente, dirigidos por Ron Geesin, aunque con una serie de dificultades con los músicos. Ron era compositor, no director. Afortunadamente, Alldis lo supo ayudar. Posiblemente esto último contribuyó a la molestia de Pink Floyd, y a dejarlo fuera de los créditos oficiales en esta pieza.
Con todo, la suite Atom Heart Mother contiene una estética que, en su momento, fue catalogada como muy pretenciosa. Ello se intensificó entre quienes seguían a Pink Floyd por el sonido de sus etapas anteriores. El hecho de que fuera una pieza de casi 24 minutos que ocupaba todo el lado A del disco apoyaba esa idea. En esa extensión, encontramos seis movimientos: la introducción de “Father’s Shout”; “Breast Milky”, con un sentido más pausado; la etérea “Mother Fore”, sobre la cual se comienza a acumular tensión; “Funky Dung”, donde brilla un solo de Gilmour y los arreglos corales; la experimental “Mind Your Throats Please”, donde diferentes partes se fusionan hacia el minuto 19 en una catarsis que conduce a la última sección: «Remergence», que vuelve a crecer en intensidad, para darle un cierre orquestal y coral que contrastará fuertemente con el resto de los temas del disco.
If, el segundo tema del disco, muestra una balada acústica muy al estilo Roger Waters, con voces y melodías cálidas que evocan al Grantchester Meadows del disco anterior, aunque con una temática muy diferente. La letra plantea un profundo arrepentimiento. Parecería ser por perder a alguien, y fácilmente uno podría suponer que es por perder una pareja. Sin embargo, la letra también incluye referencias a la locura: «Si me vuelvo loco, por favor no pongas cables en mi cerebro». La partida de Syd Barrett continuaba siendo inspiración para Waters.
No obstante, la energía vuelve con Summer ’68. Esta obra de Richard Wright, puede parecer inicialmente sólo un tema resultón con letras livianas. Pero es realmente toda una gema usualmente subvalorada dentro del extenso catálogo de Pink Floyd. De hecho, es mi favorita de todas las canciones escritas por Wright.
Abordando un encuentro casual con una mujer (posiblemente una “groupie”), la insistencia del “how do you feel” en los coros –que suenan casi como si Syd Barrett los hubiera escrito– muestra que en realidad dentro de ese vacío existe una subrepticia necesidad de sentir. La incorporación de bronces otorga, además, una fuerza que sólo aporta más colores al disco entero. Un tema con una estructura compositiva más que interesante de escuchar.
Fat Old Sun retoma el formato de canción y ese aire acústico de If. Aunque, a diferencia de este último tema, el sello de David Gilmour entrega mayor peso su sonido, además de un coro mucho más melódico. En la segunda composición exclusiva de Gilmour para Pink Floyd, el aire bucólico atraviesa con líricas preciosistas y nostálgicas toda la canción. Es una mirada a un pasado hermoso y entrañable.
Finalmente, la suite Alan’s Psychedelic Breakfast ofrece una pieza muy descriptiva. El título se inspira en Alan Stiles, road manager del grupo que solía cocinar durante las giras, y quien fuera bastante querido por los miembros de Pink Floyd. Podemos escuchar la ducha y la preparación del desayuno, en una pista de tres secciones.
La primera de ellas es “Rise and Shine», que comienza con un goteo, luego del cual suenan diferentes utensilios de cocina y la propia voz de Alan, que parece pensar en voz alta mientras cocina. En ciertos momentos, suenan notas musicales, que paulatinamente van construyendo la melodía principal. Prosigue “Sunny Side Up», con más sonidos de cocina y una melodía principalmente acústica. Alan termina su desayuno con “Morning Glory», que cierra con las mismas gotas del inicio. Aunque esta era una pieza difícil de reproducir, Pink Floyd se las arregló para hacerlo en vivo, incluso durante su preparación, antes del lanzamiento del disco.
Pink Floyd cerraba así no solo su álbum Atom Heart Mother. Comenzaba también a cerrar esa etapa abiertamente psicodélica (1967-1969) y experimental (1969-1970), que transitaría a una ambición cada vez mayor. Encontramos aquí algunos elementos que constituirían sellos del grupo en el futuro, como el sonido de los solos de guitarra de Gilmour, o piezas musicales que iniciaban y terminaban con un mismo sonido. Una ambición que buscaba diferenciar a Pink Floyd de todos los demás grupos de la época, y que ya comenzaría a consolidarse con su siguiente álbum, Meddle, un año más tarde. Con todo, Atom Heart Mother se convertía en el primer acercamiento directo al rock progresivo por parte de Pink Floyd.