«Le Petit Violon de Monsieur Grégoire» de Mona Lisa, camino a la consagración

 «Tú, música ajena, lejana, no podría llevarte anónimo en la oscuridad. En tu pecho saborearé mil deseos diabólicos que nadie podría beber sin buscar, sin esperanza. Sin embargo, existes como el viento en la llanura, como el mar desatando su vientre teñido de azul, y espero de tí secretos, imágenes, para satisfacer finalmente mi búsqueda rabiosa».

Prólogo del autor (Grégoire)

 

Antecedentes

Este tercer trabajo de Mona Lisa es considerado una obra maestra dentro de su repertorio, y forma parte de una trilogía que comprende «Grimaces» (1975) y su aclamado «Avant qu’il ne Soit Trop Tard» (1977), los que marcarán la identidad sónica de una de las mejores bandas galas de todos los tiempos.

Para entender esta fascinante historia hay que remontarse a noviembre de 1975, cuando sale al mercado su segunda placa «Grimaces», la cual tuvo una muy buena acogida por parte de la crítica. Tras ello, sumarían dos conciertos en el famoso club parisino Golf-Drouot, para luego compartir cartel con Pulsar en un concierto en Suiza. En diciembre bajan el telón con un maravilloso espectáculo en la ciudad de St-Jean-de-Braye, ubicada en el distrito de Loiret, Orléans. Aquel show se dividió en dos partes: la primera consistió en la presentación de una suite instrumental inspirada en la novela «Juan Salvador Gaviota» del escritor norteamericano Richard Bach, la cual interpretaron desde el fondo del escenario en donde se proyectaban imágenes en diapositivas, dejando al frente a un bailarín, un mimo, un titiritero y una serie de extras que ilustraban la trama a través de su actuación. Mientras que en la segunda parte interpretaron temas de su más reciente disco.

Para entonces la banda vivía un auge creativo e interpretativo, siendo frecuentes invitados a festivales de música y varietés de toda Orléans, aunque el estigma de la comparación respecto al proyecto de los hermanos Décamps aún estaba en boca de un puñado de puristas. Por supuesto que Ange es por excelencia el farol que iluminó este género vanguardista, pero Mona Lisa abordaría la música y la dramaturgia con una maravillosa originalidad, muy distinta a sus predecesores, creando estilísticas óperas primas. 

El 20 de enero de 1976 la banda participa junto a Ange, Carpe Diem y Tangerine Dream en el Free Festival de Nancy, organizado por el destacado presentador radial Jean-Bernard Hebey. Luego de esto, la banda comenzará a trabajar en su tercera placa, que llevará por nombre «Le Petit Violon de Monsieur Grégoire«, pero el 10 de febrero, y en medio de un ensayo en su finca de Beauce, se genera un conflicto entre el guitarrista Christian Gallas y el teclista Jean-Paul Pierson lo que derivará en la disolución del grupo, interrumpiendo abruptamente todo aquel trabajo.

Tras la ruptura, y durante un mes, los músicos pululan por diversos caminos. Mientras Dominique Le Guennec se dedicó por entero a las artes escénicas, Francis Poulet, Jean-Luc Martin y Jean-Paul Pierson se unieron a la Orquesta de Variedades a cargo del director Denis Franck. Este periodo de alejamiento sirvió para reflexionar acerca del proyecto y una eventual reunión, lo que finalmente se daría, con la salvedad de que Christian Gallas se negó a volver. En su reemplazo arribará un joven y virtuoso guitarrista llamado Pascal Jardon, el cual los músicos conocieron dentro de la Orquesta de Variedades. Resultó que Palus, como lo apodaban, era un ferviente admirador de la obra de Mona Lisa, y tardará solo un mes en aprenderse todo el repertorio que comprendía dos álbumes de estudio, algunas partituras para teatro y gran parte de las composiciones de su próxima obra.

En julio de 1976, esta nueva encarnación se suma al cartel itinerante «Le Rock d’ici«, organizado por el sello Arcane, en conjunto con el Diario Best y Sud Radio, el que reunía a los mejores exponentes del rock francés de la época. Aquella gira comenzó en Arènes de Beaucaire, donde Mona Lisa presentó en borrador varios títulos de su próximo álbum. Esta presentación contó con una ambiciosa puesta escénica de parte de Dominique Le Guennec, quien es cantante, mimo, clown y actor a la vez, dando vida a cada canción a través de la teatralización. Así por ejemplo, se convertirá en Pierrot Lunaire para «Le Petit Violon de Mr Grégoire«, un soldado cubierto de medallas en «Allons Z’enfants» y un francés promedio en «Le Publiphobe«.

Tras esta gira, la banda se enfoca en grabar el álbum en el estudio Tôtra, ubicado en la localidad de Antibes, a cargo del ingeniero Jean-Pierre Massiera y Bernard Belan, con quienes habían trabajado en su disco anterior. Como ya tenían material para ser grabado, sumaron un tercer movimiento a la suite homónima que llamaron «La Folie«, y en la reedición en CD que fue lanzado en 1989, aparecerá como bonus track el instrumental «La Machine À Théâthe» que cerrará el disco. Pero la principal prioridad para el grupo era rehacer todas las partes de guitarra que dejó atrás Christian Gallas, y que ahora estaba en manos de ‘Palus’ Jardon.

Así nace «Le Petit Violon de Monsieur Grégoire«, publicado a finales de noviembre de 1976 bajo el sello Crypto, y recoge influencias de Genesis, así como también de sus coterráneos Ange. El concepto de esta obra nos introduce en la tragicómica aventura de Grégoire, un obsesionado y talentoso violinista que intentará disfrutar de todos los placeres del mundo a través de su diabólica música. Este trabajo contiene minuciosos arreglos melódicos, entremezclados con intensos momentos rock, pero posiblemente su mayor virtud sea el trabajo vocal de Le Guennec, quien se desempeña como maestro de ceremonias, juglar, bufón de corte y poeta, con una delicadeza tan extravagante que transita por todos los estados anímicos. El arte de la portada fue diseñada por Philippe Huart.

Las canciones de Le Petit Violon de Monsieur Grégoire

El disco inicia con «Le Chant Des Glaces«, un tema instrumental que presenta el renovado sonido de la banda, más melódico, sinfónico, y con un marcado peso rockero. Es apreciable la ejecución en guitarra de Jardon que denota la evolución sonora respecto al sonido de «Grimaces». Este será el portal al mundo de Gregorio.

Le sigue «Allons Z’enfants«, una pista de texto antimilitarista, poderosa y dramática a la vez, que marca el debut de ‘Palus’ como compositor. Es interesante oír los enérgicos arreglos y ritmos marciales que acompañan a la narración, que a medida que avanza, se carga de riffs y segmentos instrumentales magníficos, todo antes de que la sección central cambie nuevamente como al inicio. El tema finaliza con la dulce voz de Le Guennec navegando por idílicos mundos literarios.

«Le Publiphobe» inicia con el inquietante sonido de un tic-tac análogo que se interrumpe por su estridente alarma, y que da paso a la lóbrega y solemne ejecución en teclados de Jean-Paul Pierson. Desde acá, el relato y otras imágenes sonoras inundan el salón de las emociones, dejando que las melodías contenidas se esparzan por todos los rincones. Esta pista es la más reflexiva del disco y está decorada por una dulce y filosa línea de sintetizadores.

«Solaris» es un instrumental compuesto por Jean-Luc Martin, y demuestra la cohesión que el grupo alcanzó en esta nueva encarnación. Consiste en un conjunto de melodías en teclado, batería y maravillosos solos de guitarra concentrados en casi tres minutos de música, los que serán dirigidos por una profunda línea de bajo que es el hilo conductor de toda esta exquisita estructura.

Llegamos a la grandiosa suite homónima dividida en tres movimientos «Le Petit Violon De Mr. Grégoire» Pt 1. La Folie. Esta primera parte tiene uno de los riffs más intensos del álbum. La base instrumental compuesta por el bajo y la batería son el soporte del tema, mientras que el teclado y la guitarra dibujan una melodía enérgica y decadente a la vez. Toda esta vorágine es acompañada por la histriónica voz de Dominique, quien colorea esta postal con breves momentos de flauta.

«Le Petit Violon De Mr. Grégoire« Pt 2. De Toute Ma Haine. Viaja por senderos atonales, complejos cambios rítmicos y una multifacética historia que se desvanece en una evocadora tonada. Es un tema que se mueve por todas las emociones, acaparando en él un guión estremecedor. Es una de las canciones más progresivas de este trabajo. ¡Simplemente Maravillosa!

«Le Petit Violon De Mr. Grégoire» Pt 3. Plus Loin Vers Le Ciel. Será el último movimiento de esta suite, y tiene una hermosa melodía que se intensifica y decae según el tono del cuentista. Posee una interesante línea de teclados y un bajo muy presente, además será el pulso percusivo que Francis Poulet imponga como tempo, finalizando con sutiles vientos en traversa y coros con aires festivos.

«La Machine À Théâtre» es un tema de corte barroco y cautivadora melancolía. En él serpentean la flauta y el sintetizador, en tanto la batería va en un contratiempo perfecto dejando que el bajo sostenga la oscura cortina que se cierne en este instrumental. Toda la epopeya del álbum culmina así, siendo el broche perfecto a un trabajo exquisito.

Camino a la consagración

Se podría pensar que una obra así definiría la madurez y el sello artístico de una banda, pero en este caso, faltará un paso más para alcanzar la cúspide compositiva. De todos modos, Mona Lisa encontraría en este trabajo un equilibrio entre las diversas texturas melódicas, el sinfonismo y una extravagante forma de lirismo. Su música transitaba entre el paralelismo y la contrariedad, creando atmósferas etéreas e intrincadas en un marco estilístico, forjando una identidad propia. Será así que los de Orléans están ad portas de su iluminación sonora, asegurándose un lugar en el panteón del progresivo universal.


Integrantes

  • Dominique Le Guennec: voz, flauta y sintetizador.
  • Jean-Paul Pierson: órgano, pianos y sintetizadores.
  • Pascal Jardon: guitarra eléctrica y acústica.
  • Jean-Luc Martin: bajo, coros.
  • Francis Poulet: batería, percusión, coros.

En busca del eterno resplandor sónico.

You may also like

Comments are closed.