Porcupine Tree en Chile, 07/10/22: La deuda está saldada

Porcupine Tree afiche Chile 2022

 

Es 2011. The Incident está fresco aún en las disquerías. Un año más tarde la banda realiza su último concierto documentado en Kansas, Estados Unidos, para cerrar una carrera de casi 20 años de trayectoria en el mundo del rock progresivo moderno de los 90’, esa raíz heredada de una suerte de “revival” de la experimentación accesible y la música entendiéndose en su formato más “progresivo” (que progresa), comandada por agrupaciones como Radiohead.

Cuando parecía que ya estaba todo dicho (y acabado) en el mundo de Porcupine Tree, a mediados del año pasado cae una bomba: La banda, esta vez comandada por Richard Barbieri, Gavin Harrison y Steven Wilson a partes iguales anunciaba su reunión, incluyendo el lanzamiento de un nuevo disco. Este contaba con material que trabajaron durante la década pasada en los tiempos libres de todos los integrantes, lo que les serviría de excusa para embarcarse en una nueva gira que trajo a Porcupine Tree a Chile, saldando una deuda eterna que tenía la banda para con sus fanáticos del país. Que no son pocos.

¿Por qué no vinimos antes? Lo siento” fueron las palabras de un Steven Wilson tratando de excusarse en medio de silbidos del respetable, un público que añoraba ver a Porcupine Tree desde la década del 2000, cuando explotó su popularidad por estas tierras (y en el mundo). La gran convocatoria en las anteriores cuatro veces que Steven Wilson había aterrizado en tierras chilenas con su brillante carrera solista durante la década de 2010 eran la mejor prueba.

 

ProgJazz

 

¿Algo había cambiado en la banda después de 11 años? Pues claro. Tenemos a Steven Wilson (guitarras, teclados), Richard Barbieri (teclados, sintetizadores), Gavin Harrison (batería), y los recientemente incorporados en este tour: Randy McStine (guitarra eléctrica), joven músico de amplios pergaminos tanto en su proyecto personal Lo Fi Resistance, más colaboraciones con gente como Marco Minnemann, Kaipa, The Flower Kings, etc; y Nathan Navarro (bajo), proveniente de la banda de Devin Townsend, además de profesor de música, entre otros. Ellos llegaban a reemplazar, respectivamente, a John Wesley y Colin Edwin.

 

El concierto de Porcupine Tree en Chile

Ante un Movistar Arena lleno, con un público de variado grupo etario -pero con predominancia de gente joven, como suele darse en los eventos de rock progresivo en tierras chilenas- todos recordaban a Wilson prometiendo tres horas de música donde se tocaría todo el disco nuevo y los grandes clásicos. Junto con ello, una gran pantalla que acompañaría reproduciendo algunos vídeos de las piezas. Así, abrió una furiosa Blackest Eyes, el corte de apertura de In Absentia (2002) que marcaba el cambio estilístico de la banda para el nuevo mileno, revelándose inmediatamente el alto grado de compenetración que existe en esta banda.

Harridan, el primer corte del reciente disco Closure/Continuation (2022) hizo su aparición con un Navarro haciendo gala de su virtuosismo en el bajo con una interpretación magistral, en una versión que probablemente sobrepasó a la original con sus abundantes dinámicas. Of the New Day, y Rats Return siguieron en correctas versiones, con el verso que cita a “Pinochet”. Esto, ciertamente, cobró un significado mayor en el contexto chileno, respondido con un abundante abucheo, y un Steven que en esta noche se encontraba abiertamente desafiante e irónico, completamente consciente de ello.

 

Créditos: Franco Vignale

Even Less de Stupid Dream (1999) retrocedió el tiempo a aquel Porcupine que aún no se despegaba del todo de los círculos progresivos más under. Una versión que probablemente esperaban todos sus fans más leales de toda la vida. La siguiente sería uno de los lado B de In Absentia, y siempre presente en los shows de Porcupine: la bella Drown with Me, en una versión apoteósica, aunque quizá se echaron de menos algunos coros que realizaba John Wesley en agudos. Por cierto, sinceramente, fue la única vez que lo echamos de menos, según este editor.

Volvimos al presente con Dignity. Personalmente, el corte “mas débil” del nuevo disco, pero que en vivo logró transmitir muy bien esa esencia melancólica que gustan tanto los fanáticos de esta gran banda.

The Sound of Muzak contó con una grandilocuente y cuasi egocéntrica introducción de Steven: Escribí esta canción hace 20 años, cuando ya intuía que la música se estaba convirtiendo en un producto desechable, o volviéndose “contenido” (en este caso de RRSS). Fui bastante visionario, me adelanté 20 años. Como siempre, esa pieza siempre destaca de cualquier setlist de la banda, coreada ampliamente por la fanaticada, con ese reconocible ritmo en 7/4 cortesía del gran Gavin Harrison.

La primera parte del show cerró con dos piezas: una del pasado y otra del presente. Last Chance to Evacuate Planet Earth Before It Is Recycled, con una destacada intervención de Randy Mcstine en la guitarras y los embriagadores teclados atmosféricos de Barbieri. Luego, Chimera’s Wreck, en una versión muy potente, calcada a la original del último disco.

Luego de un interludio de 20 minutos, llegaría el frenesí y la locura total de la audiencia con Fear of a Blank Planet, de aquel disco homónimo de 2007. Con sus riffs metaleros y machacón ritmo, hicieron las delicias de la cancha, que gritaba y saltaba como si la vida se les fuese en ello.

Buying New Soul sirvió para darle un poco de descanso y respiro a un público enfervorizado, y la nueva Walk the Plank, el corte mas electrónico del nuevo disco, sirvió para recordarnos lo ecléctico que puede llegar a ser Porcupine Tree cuando se lo propone. Destacamos las intervenciones de guitarra de McStine, absolutamente atinadas y que habrían incluso enriquecido la producción original.

Sentimental siguió la línea etérea de las anteriores, en una bella rendición que ya nos auguraba que el disco Fear of a Blank Planet (2007) había llegado para quedarse en el setlist. Herd Culling, con sus riffs machacones y su llamativo vídeo con ese lobo furioso en un paisaje rojo, prepararía el ambiente para el plato fuerte de la noche.

Ahora les interpretaremos una larga canción, que tiene mucho Heavy Metal. Así, Wilson introduciría Anesthetize, la cual se robaría la noche. Un tour de force de 18 minutos que llevaría a la fanaticada al absoluto delirio, con la banda sonando como una máquina bien engrasada. A destacar la precisión de Gavin Harrison con los intrincados fills de la pieza, un Randy Mcstine en estado de gloria replicando el solo (que en su versión original era de Alex Lifeson) de una forma absolutamente fabulosa (lo sentimos John Wesley). A ello se sumaba un Nate Navarro en modo “Devin Townsend”. Barbieri, por su parte, implacable con las atmósferas, y un Wilson que lo entregó todo en el escenario. Un recordatorio del por qué Porcupine Tree es una de las bandas más importantes del género.

A destacar la presentación que hizo Steven Wilson de los dos nuevos músicos jóvenes de la banda. Son del país favorito de ustedes, Estados Unidos, seguido de un abucheo. “¡La culpa no es de ellos!” replicó, en tono burlesco. También hilarante fue la solicitud de una parte de la audiencia de las primeras filas por un solo de bajo de Navarro, a lo cual Wilson replicó No somos el “f*kcin’ Dream Theater”.

El único embajador de la noche por parte de The Incident sería I Drive the Hearse, en una bella y melancólica versión que hizo encender las linternas de los celulares. También un punto alto de la noche. Finalizamos el show reglamentario con la nota alta de Sleep Together, una pieza favorita de Wilson que rara vez ha dejado de interpretar en sus giras solistas. La banda dio las gracias y se retiró a camarines.

A estas alturas ya nos acercábamos a las tres horas de show, pero el público chileno no había esperado 20 años para quedarse de brazos cruzados. La vuelta de la banda, previos vítores del público ávido por encores, llegaría de la mano de la íntima pieza que cierra In Absentia: Collapse the Light into the Earth. Esta traía otra lluvia de linternas de celulares encendidas para dar el ambiente. Se sumaron los bonus de Halo que hizo verdaderamente bailar a la audiencia, y como no, la “Roundabout” de Porcupine Tree: Trains. Esta, según Steven, «es la única canción que tenemos que podría parecerse a un hit« en una versión que causó el delirio masivo.

 

Con ello, había llegado el final de la presentación de Porcupine Tree en Chile. Uno de los shows de rock progresivo más esperados y mejor logrados de todos los tiempos en estas tierras. Y, definitivamente, de esos conciertos que quedarán en la retina del público y en la memoria colectiva de los amantes de la música progresiva en el país para siempre.

Porcupine Tree, no se disculpen por las canciones que no tocaron. La deuda ya está saldada.

 
     Setlist
  1. Blackest Eyes
  2. Harridan
  3. Of the New Day
  4. Rats Return
  5. Even Less
  6. Drown With Me
  7. Dignity
  8. The Sound of Muzak
  9. Last Chance to Evacuate Planet Earth Before It Is Recycled
  10. Chimera’s Wreck
  11. Interludio de 20 minutos
  12. Fear of a Blank Planet
  13. Buying New Soul
  14. Walk the Plank
  15. Sentimental
  16. Herd Culling
  17. Anesthetize
  18. I Drive the Hearse
  19. Sleep Together

Encore:

  • Collapse the Light Into Earth
  • Halo
  • Trains

Melómano y coleccionista de música en formato físico. Baterista de Hobbie. Uno de los administradores del grupo de Facebook chileno "King Crimson en Chile", con contacto directo con el sello DGM de Robert Fripp y David Singleton. Me gusta escribir sobre música.

You may also like

Comments are closed.

More in Conciertos